miércoles, 28 de julio de 2010

Opinión


Inmoralidad de
los aspirantes
Álvaro Leyva Reyes

Beatriz Paredes Rangel recibió el martes 20 de julio a los aspirantes a la candidatura del PRI a la gubernatura de Guerrero, donde le brindaron el voto de confianza para que ella decidiera la candidatura, ella fue tajante en su decisión, les dijo que se pusieran de acuerdo con madurez entre ellos y le llevaran una propuesta de consenso.
El martes 27, la líder priista los volvió a recibir y todo parece indicar que entre ellos hubo acuerdo y consenso. Lo inmoral es que políticos que están pegado a la ubre en los diferentes cargos de elección popular, no se conforman con esas posiciones de poder y su ambición los lleva a afectar a políticos que siempre se la han partido sin que haya una oportunidad para ellos.
Los caciques siguen presionando para mantener sus feudos a través de sus mandaderos; los ex gobernadores que nunca han entendido que ya bailaron imponen a sus hijos sin tener ningún mérito político y ahora pretenden llevarlos al Senado de la República.
Los chapulines que nunca terminan un mandato popular, pretenden la secretaría general de Gobierno y la primera diputación plurinominal para su esposa, aunque sus municipios son un desastre en todos los servicios públicos y en obra social.
Los guerrerenses y los priistas democráticos observamos la inmoralidad de los ex gobernadores que cuando tuvieron su oportunidad nunca hicieron beneficios para Guerrero y los guerrerenses, hoy se vuelven a reunir para tratar de repartirse como zopilotes el poder como si nuestra entidad fuera un pastel al hay que seguir exprimiéndolo pero ahora a través de sus caporales.
Nos parecen nefastas las negociaciones copulares porque los gobiernos llegan copados por grupos de interés que ya tuvieron su oportunidad de servirse, sin dejar trabajar a los nuevos políticos para bien de los guerrerenses.
Ojalá que el nuevo gobernante que surja del PRI para el 2011, haga compromisos con la ciudadanía y que los ambiciosos se dediquen a terminar sus periodos de gobierno y que al final rindan cuentas y quienes no hayan cumplido con honestidad el mandato por ley que les dieron, regresen el dinero que se llevaron a sus bancos como pudiera el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, quien va a dejar una deuda pública tres mayor de la que recibió de René Juárez Cisneros en el 2005.
En otro orden de ideas, nos da pena con el presidente municipal de Tlapa, mi tierra natal, Willy Reyes Ramos, quien ha perdido piso en el ejercicio del poder, lo aconsejable es que acepte la crítica y enmiende sus errores, porque debido a su juventud puede tener un futuro político aceptable. Los medios informativos cuando actúan con objetividad le sirven a la sociedad y a la opinión pública para formarse un criterio del estilo de gobernar como decía el politólogo don Daniel Cosío Villegas.
Un recuento somero de los errores y equivocaciones que ha cometido el alcalde de Tlapa, son: se la jugó para la candidatura a gobernador del PRI con un aspirante que ya había bailado; se ha peleado con medio Tlapa; ha hecho un desorden en la administración pública municipal; ha cambiado a tres o cuatro tesoreros y por ello nadie quiere asumir la responsabilidad del desvío de varios millones de pesos que no ha comprado ante las instancias correspondientes; afirma también que impondrá a su sucesor en la presidencia municipal, además de apoyar a su candidato para que sea postulado por el PAN. Y el colmo, ha amenazado de muerte a Mario Basurto, periodista de La Región de la Montaña. Mejor que tome unas vacaciones para que reflexione y a su regreso se ponga a trabajar a favor de los tlapanecos.
(*) Analista Político / Universidad Complutense de Madrid, España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.