viernes, 3 de septiembre de 2010

Opinión

Felipe el «telefonisto» de los Pinos

Isaías Alanís
Misteriosamente un día antes del cuarto informe del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, fue detenido, el presunto narcotraficante, Edgar Valdez Villareal, La Barbie. En una casa ubicada en el municipio de Lerma en el Estado de México; misma entidad donde fue apresado, en Huixkilucan, su compadre, Gerardo Alvarez Vázquez, el «Indio» o el «Chayan». Álvarez Vázquez; disputaba el liderazgo de la organización de los Beltrán Leyva, junto con «La Barbie», a Héctor Beltrán Leyva «El H» y Sergio Villareal Barragán «El Grande», según publicó la la PGR.
A ambos compañeros de negocios, se les vincula sentimentalmente con mujeres del mundo artístico. Durante la presentación del «Indio», se apreció en el televisor a un hombre robusto de rostro hierático, tranquilo. A la «Barbie», lo vieron millones de ojos como a un artista que sonríe a las cámaras. La PGR, asegura que Valdez Villareal, es uno de los barones más sanguinario que cuenta con un ejército de guardias.
La detención de La Barbie, rey de Acapulco, donde hacía intensa vida social, dueño del exclusivo centro nocturno EXXXtasis, lo pillaron las huestes de García Medina, sin disparar ni con una resortera. Sonriente, pasado de kilos, playera de jugador de polo color verde; Edgar, más bien parecía estar de asueto: un poco tímido, porque en la película que filmaron sobre su vida, no actuó, nada más pagó, sin embargo estar ante las cámaras y tener relaciones con gente del medio artístico y del Jet set, lo dotaron de «tablas» de actor; los reflectores y las preguntas de la entrevistadora, no lo incomodaban. Nunca se sabrá que opinan de él sus enemigos al interior de los consorcios en pugna.
Curiosamente en otro operativo la Marina liquidó a Beltrán Leyva en diciembre del año pasado, en Cuernavaca, y en julio en Guadalajara, a Nacho Coronel. A Valdez Villareal, lo detuvieron sin tirar balazos. No participó el Ejército ni la Marina. Llegó solita la Policía de García Medina y como por arte de magia lo agarró. Si la «Barbie» es informante de la DEA, o agente infiltrado, como sucedió en el caso de Camarena Salazar en los ochentas, que fue «levantado» por la gente de Caro Quintero para «sacarle la sopa» de su verdadera identidad y se les pasó la mano o de plano lo mataron, igual que al piloto de apellido Avelar de la PGR con el que sobrevolaba o traficaba; la cosa se puso color de hormiga arriera para los narco políticos. La «Barbie» es un hombre que sabe todo o «casi todo del negocio» y de las relaciones de «todo mundo» con el corporativo de las drogas. Por eso se lo quieren llevar los gringos a casita.
Y bueno, La duda queda. ¿Es o no el estado de México, comarca de capos o territorio del presidenciable más galán hasta este momento?
En Guerrero, ante el nuevo escenario político, se afilan lanzas de guerra y se emiten descalificaciones sumarias. Un zafarrancho verbal de pésima nota, con acusaciones mutuas, convencidas y suspicaces, otras. A cinco años del encuentro, el desencuentro del ejecutivo con el sol azteca y del PRD con el ejecutivo, es peligroso para la estabilidad del estado en pleno proceso electoral «especial».
El gobernador está en su derecho de responder a la acusación de sus detractores. Hacer uso de su militancia partidista, de su auto crítica a los mecanismos internos del PRD, y a los actores políticos que tan bien conoce. Pero con elegancia, tino y tacto. Es el jefe del ejecutivo estatal. Sus detractores deberían escoger la ruta menos espinosa que los coloca como chivos en cristalería en el ánimo de la opinión pública y actuar en consecuencia, pues en una república democrática, las disidencias son de lo que mejor se nutre un estado y no de las complacencias oficiales o diplomáticas a medias.
Ambos deben de cuidar las formas y llevarla al terreno de los acuerdos y el diálogo, mesurado, objetivo, y dirimir sus diferencias en el terreno de la inteligencia y el acuerdo. La historia de Guerrero sigue, no se acabará dentro de ocho meses, ni dentro de otro cuatrienio, ni dentro de veinte años o más. Escribió el poeta Jorge Cuesta: «La palabra no nació conmigo, no morirá tampoco conmigo…». Queda la historia nada más.
En todo el país la lluvia no perdona, en Guerrero tampoco, el agua cayó durante toda la noche acumulándose en presas, represas, canales y lechos de ríos invadidos por asentamientos irregulares y toneladas de basura; en Acapulco y Chilpancingo, logró impactar casas y centros urbanos de la entidad. El fraccionamiento la Cinca, en la capital del estado, se inundó como todos los años, afortunadamente fueron atendidos a tiempo por el edil capitalino, Héctor Astudillo Flores, que también actuó a tiempo durante las lluvias extemporáneas de febrero evitando una catástrofe y pérdida de vidas humanas por el desbordamiento del río Huacapa en la parte norte de la capital.
Habría que hacer un estudio de impacto pluvial para poner remedio a este ciclo anual de inundaciones, no nada más en Chilpancingo, en todos los centros urbanos del estado.
El día de ayer mientras comía, recibí extasiado de misticismo nacional, vía telefónica un mensaje de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Al principio pensé que se trataba de una extorsión. Y estuve a punto de mentársela. Pero cuando conocí la voz del solitario de los Pinos, dejé que la grabación corriera y escuché su mensaje detenidamente. Lo malo del recado telefónico, es que al final de cuentas, es un timo que nos cuesta a todos los que pagamos impuestos y también a los que no.
Me quedé con las ganas de platicar con él, sería bueno ¿no?, que de vez en cuando, gente como uno, de la calle pudiera dialogar con el gobernador de su respectivo estado, el presidente de la república, y no sólo escucharlo por el auricular diciendo cosas y cifras bonitas sobre este país avasallado por la violencia, el hambre y el deseo de vivir en paz, armonía y equilibrio económico. ¿Será mucho pedir, Felipe?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.