jueves, 3 de febrero de 2011

Columnas

Memorándum
Gerardo Ruano Cástulo
SOCORRO MONDRAGÓN Y
LA UNIDAD EN EL PRI.
El Partido Revolucionario Institucional, por sus siglas PRI, es un partido importante y con mucha fuerza en el estado de Guerrero. Su participación en el proceso electoral es realmente destacable, tal y como se puede apreciar en los más de 500 mil votos que alcanzó, cifra record e histórica para dicho instituto político.
Ante ello, lo que menos parece convenirle, es que después de la derrota electoral, se enfrasque en una lucha por impugnar la elección, que perdió de manera clara, porque eso lo llevaría a perder más bonos ante una ciudadanía que ya decidió quien será su próximo gobernador.
Y por otra parte, tampoco parece convenir que comiencen las revanchas y ajustes de cuentas, en aras de buscar en la entidad a los supuestos culpables de la derrota, cuando es evidente, que las condiciones adversas, se fraguaron desde la cúpula nacional, en donde no se tomaron las decisiones adecuadas y correctas.
Los priístas de Guerrero, tanto los que apoyaron a Manuel Añorve Baños como los que respaldaron a Angel Heladio Aguirre Rivero, son los menos culpables de la derrota del PRI. Y tan es así, que las voces comienzan a escucharse, en el sentido de que los que se fueron pueden regresar a ese Instituto Político.
Una de esas voces, es la de la síndica de Chilpancingo, Socorro Mondragón Sosa, quien palabras más, palabras menos, habría dicho que el PRI siempre ha tenido los brazos abiertos para recibir a quienes en un momento dado se han ido, pero agregaría, que éstos pueden regresar, pero no con los mismos privilegios, puesto que ahora se tienen que formar hasta la cola.
En lo particular, deberán ser ellos, los priístas, quienes decidan en que parte de la fila se forman los que se fueron, si éstos deciden regresar. Pero en el fondo del asunto, las declaraciones de Socorro Mondragón Sosa tienen un mensaje muy claro, en el sentido de que el PRI debe reagruparse y reorganizarse. Tiene que venir, si aspiran a fortalecerse más, un proceso de unidad y reconciliación.
Las elecciones del 30 de enero ya pasaron. Lo que está enfrente es el 2012, en cuya cita electoral estará en juego todo el pastel político, menos la gubernatura, que se habrá de renovar hasta el 2015.
Así es, el próximo año no solamente se disputará la presidencia de la república, sino que también las senadurías, las diputaciones federales y locales, así como las presidencias municipales, y ante ello, lo que más pareciera convenir al tricolor, es la búsqueda de la unidad. Un proceso de reconciliación entre los dos grupos que se formaron en la elección por la gubernatura.
Es bueno, ante la importancia que tiene el PRI, tanto para el estado como para el país, que haya actores políticos que digan que ese partido tiene los brazos abiertos para quienes en un momento dado se fueron, a efecto de que puedan regresar, así como lo expresó la sindica Socorro Mondragón Sosa. Porque lo importante es sumar y no seguir restando.
Después de la derrota, y ante el escenario que se avecina, al PRI le parece convenir un trabajo quirúrgico de unidad, a efecto de buscar sanar la enorme herida. ¿Quiénes y cómo lo harán? Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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