martes, 15 de febrero de 2011

Cultura/social


¿Ley Kalimba?
Apolinar Castrejón Marino

Pues resulta que ahora, el PRI es la solución. Quieren disminuir el iva «para proteger a los que menos tienen», quieren establecer un código de conducta entre los diputetes para que esos groseros y escandalosos como Fernández Noroña se enseñen a respetar al presidente, y quieren hacer leyes para que los políticos priístas que abandonen a su partido para contender por un cargo de elección, «indemnicen» al PRI (si ganan).
Pero el colmo es que tratan de impulsar la «Ley Kalimba» (¿?). Como lo leé, el diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Arturo Zamora Jiménez, urge a reformar el Código Civil Federal, y las legislaciones estatales con el objetivo de impedir los matrimonios entre adultos y menores de edad, pues según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) más de 100 mil niños con edades de 12 y 14 años se encuentran casados o viviendo en unión libre con adultos.
Arturo Zamora Jiménez es integrante de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, y asegura que en muchas regiones rurales e indígenas «es una práctica común, arreglar y solapar las uniones entre adolescentes e incluso entre menores de edad con adultos», lo cual contraviene la Convención sobre los Derechos de las Niñas y los Niños de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), porque bajo dicha práctica se pueden esconder violaciones y trata de personas.
Actualmente el artículo 148 del Código Civil Federal establece que para contraer matrimonio «el hombre necesita haber cumplido 16 años y la mujer 14 años». Pero también, en todos los estados se aplica la dispensa de edad mínima, en caso de que la contrayente esté embarazada «situación que legitima la unión marital entre menores de 14 años».
Zamora Jiménez también expuso a la agencia de noticias Notimex, que unas 300 mil mujeres casadas menores de 15 años tienen al menos un hijo, lo cual significa que una de cada tres adolescentes casadas se embarazó antes de cumplir «sus quince».
Sería conveniente que alguien le dijera a este desinformado diputado que sufre por que quiere, pues en las montañas del Estado de Guerrero y de Oaxaca, hasta se vende a las mujercitas, y que en ciudades como Chilpancingo en el estado de Guerrero, se venden ellas solas.
Y también sería bueno que el Sr. Zamora se enterara que la iglesia llama a esta práctica «satirismo» y la reprueba desde hace siglos, pero que las principales alcahuetas de las menores de edad son sus propias madres, y que en el pecado llevan la penitencia, pues ahora los niños son criados por las abuelas, mientras muchas de sus «hijitas» regresan pronto a la calle a seguir «viviendo su vida» ¿O no?