Memorándum
Gerardo Ruano Cástulo
CAMPAÑA TELEFÓNICA DE BELTRONES. OTRA VEZ EL FASTIDIO.
Apenas estaba descansando de la brutal campaña telefónica del «Choky», Manuel Añorve Baños, quien recupera parte de su lana como alcalde de Acapulco, cuando suena el aparato inventado por Alexander Graham Bell, y sorpresa, ahora el papá, perdón el padrino del muñeco diabólico, si el senador Manlio Fabio Beltrones, ya empezó a fastidiar con sus tristes encuestas inducidas, en las que a fuerza quieren que la gente lo vea como un Deus.
De entrada, es evidente que mientras el Gobernador del Estado de México, «el muñe», Enrique Peña Nieto, se entretiene con su elección, en donde cunde el pánico ante la posibilidad de una alianza antipriísta, y por ende, el mandatario mexiquense tiene que echarle toda la carne al asador, «el soñador Beltrones» intenta posicionarse en búsqueda de la candidatura del PRI a la presidencia de la República, aunque con muy pocas posibilidades de prosperar, ante la desventaja que parece llevar en esa ruta.
Por eso se entiende, que mientras Peña Nieto está ocupado en la sucesión gubernamental, los teléfonos han comenzado a sonar, en aras de convencer a la gente de que el mentado senador es un hombre fuera de serie. Un digno candidato a ganar un premio plus ultra.
Pero en el caso de Guerrero, las llamadas del equipo del Soñador Beltrones, parecen dejar en claro, quien le recomendó al perdedor, Manuel Añorve Baños, contratar esa clase de servicios, que de entrada, no cuestan diez pesos, y que ofenden a un pueblo pobre como lo es Guerrero.
Peor aún, ese tipo de servicios, ante la ola de llamadas añorvistas dejaron a la gente de Guerrero cansada. Fastidiada de que a fuerza la quieran hacer cambiar de opinión. Manuel Añorve Baños en lugar de convencer, lo único que logro, hay que decirlo, es que la ciudadanía se hartara más de él. Hoy su padrino recurre al mismo método. Otra vez a fastidiar los oídos de los Guerrerenses, ¿Qué acaso el soñador Beltrones no sabe cuál fue el resultado de las elecciones del 30 de enero?
Por si no lo sabe, el candidato de la coalición Guerrero nos une, o sea el Jefazo Ángel Heladio Aguirre Rivero, se alzó con la victoria de manera contundente, sobre su polluelo Manuel Añorve Baños, lo que exhibió todas esas técnicas, que están muy por debajo de la voluntad de un pueblo, el que ya les dio la lección, de que nos los deben tratar como estúpidos y retrasados mentales.
Si hoy el soñador Beltrones está en desventaja en la carrera presidencial es porque sencillamente no tiene el talento, mucho menos el carisma para haberse posicionado. El manejo mediático de Enrique Peña Nieto se lo comió a él y hasta al mismo PRI. Y tan es así, que si no lo ungen como candidato, los riesgos de que no regresen a los pinos son altos.
Ahora bien, lo que sería sano, que investigara el Instituto Federal Electoral, por sus siglas IFE, es si el Soñador Beltrones está pagando la campaña telefónica de su propio peculio o lo está haciendo con dinero del pueblo, que es depositado en el senado de la República. Esto último, hasta podría ser una falta a la ley electoral.
De momento. Cuando ya estábamos en paz y nos habíamos olvidado del Choky, ahora llega a fastidiar «el soñador Beltrones». Ni modo, el teléfono seguirá sonando. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com
Gerardo Ruano Cástulo
CAMPAÑA TELEFÓNICA DE BELTRONES. OTRA VEZ EL FASTIDIO.
Apenas estaba descansando de la brutal campaña telefónica del «Choky», Manuel Añorve Baños, quien recupera parte de su lana como alcalde de Acapulco, cuando suena el aparato inventado por Alexander Graham Bell, y sorpresa, ahora el papá, perdón el padrino del muñeco diabólico, si el senador Manlio Fabio Beltrones, ya empezó a fastidiar con sus tristes encuestas inducidas, en las que a fuerza quieren que la gente lo vea como un Deus.
De entrada, es evidente que mientras el Gobernador del Estado de México, «el muñe», Enrique Peña Nieto, se entretiene con su elección, en donde cunde el pánico ante la posibilidad de una alianza antipriísta, y por ende, el mandatario mexiquense tiene que echarle toda la carne al asador, «el soñador Beltrones» intenta posicionarse en búsqueda de la candidatura del PRI a la presidencia de la República, aunque con muy pocas posibilidades de prosperar, ante la desventaja que parece llevar en esa ruta.
Por eso se entiende, que mientras Peña Nieto está ocupado en la sucesión gubernamental, los teléfonos han comenzado a sonar, en aras de convencer a la gente de que el mentado senador es un hombre fuera de serie. Un digno candidato a ganar un premio plus ultra.
Pero en el caso de Guerrero, las llamadas del equipo del Soñador Beltrones, parecen dejar en claro, quien le recomendó al perdedor, Manuel Añorve Baños, contratar esa clase de servicios, que de entrada, no cuestan diez pesos, y que ofenden a un pueblo pobre como lo es Guerrero.
Peor aún, ese tipo de servicios, ante la ola de llamadas añorvistas dejaron a la gente de Guerrero cansada. Fastidiada de que a fuerza la quieran hacer cambiar de opinión. Manuel Añorve Baños en lugar de convencer, lo único que logro, hay que decirlo, es que la ciudadanía se hartara más de él. Hoy su padrino recurre al mismo método. Otra vez a fastidiar los oídos de los Guerrerenses, ¿Qué acaso el soñador Beltrones no sabe cuál fue el resultado de las elecciones del 30 de enero?
Por si no lo sabe, el candidato de la coalición Guerrero nos une, o sea el Jefazo Ángel Heladio Aguirre Rivero, se alzó con la victoria de manera contundente, sobre su polluelo Manuel Añorve Baños, lo que exhibió todas esas técnicas, que están muy por debajo de la voluntad de un pueblo, el que ya les dio la lección, de que nos los deben tratar como estúpidos y retrasados mentales.
Si hoy el soñador Beltrones está en desventaja en la carrera presidencial es porque sencillamente no tiene el talento, mucho menos el carisma para haberse posicionado. El manejo mediático de Enrique Peña Nieto se lo comió a él y hasta al mismo PRI. Y tan es así, que si no lo ungen como candidato, los riesgos de que no regresen a los pinos son altos.
Ahora bien, lo que sería sano, que investigara el Instituto Federal Electoral, por sus siglas IFE, es si el Soñador Beltrones está pagando la campaña telefónica de su propio peculio o lo está haciendo con dinero del pueblo, que es depositado en el senado de la República. Esto último, hasta podría ser una falta a la ley electoral.
De momento. Cuando ya estábamos en paz y nos habíamos olvidado del Choky, ahora llega a fastidiar «el soñador Beltrones». Ni modo, el teléfono seguirá sonando. Esa es la cuestión.
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