jueves, 3 de marzo de 2011

Columnas

Memorándum
Gerardo Ruano Cástulo
JAIME RAMÍREZ; ECHÁNDOLE TODOS LOS KILOS EN TRÁNSITO.
Desde la subsecretaría de protección y vialidad se mandan señales claras de la urgente necesidad de fortalecer la cultura vial en la capital del Estado, a efecto de mejorar la circulación en el centro de la ciudad y prevenir accidentes automovilísticos.
Así es, uno de los renglones en los que ha tomado cartas en el asunto, el titular de esa dependencia, Jaime Ramírez Solís, es en el fortalecimiento de la cultura vial. Comenzando por las escuelas, hasta donde llegan trabajadores de la subsecretaría, para mostrar a los niños y adolescentes, cuales son los derechos y obligaciones, tanto de conductores como de peatones. Del mismo modo, les enseñan las normas de cortesía que se deben observar, con el objetivo de dar prioridad al peatón y evitar al máximo el riesgo de accidentes y atropellamientos.
El que la subsecretaría esté llegando a las escuelas es algo digno de destacar, porque eso habla de que a Jaime Ramírez le interesa fortalecer la cultura de la prevención, en virtud, de que no hay duda, que los programas que mayor efectividad les podría redituar, son aquellos que están dirigidos a las futuras generaciones.
Y es que, bien dice el adagio, que “chango viejo, no aprende maroma nueva”. Por eso, a pesar de saber que en las estadísticas se reflejan los efectos de manejar bajo la influencia del alcohol, hablando por celular o sin el cinturón de seguridad, la gente lo sigue haciendo.
Ya en el terreno de juego, en los últimos días, hemos visto que la subsecretaría ha dispuesto operativos con el alcoholímetro, que más allá de sancionar a los infractores, tiene el objetivo de prevenir algún percance. Además, de que, debiera servir como una medida de concientización, para aquellos que aún siguen jugando a la ruleta rusa al manejar en estado de ebriedad.
Por donde se vea, la aplicación del alcoholímetro, es una medida acertada. Porque un ebrio al volante, hay que decirlo, representa un potencial peligro para peatones y otros automovilistas. Las cifras de muertes a causa del alcohol son escalofriantes. Tan es así, que el problema está considerado como un asunto de salud pública, por los riesgos de muerte que conlleva. Qué bueno que se aplique el programa del alcoholímetro.
Por otra parte, en el centro de la ciudad, en los cruceros de las principales avenidas, se ha retomado el programa “uno y uno”, con el que se busca, que los conductores vayan cediendo el paso, a efecto de hacer más eficiente la circulación en todas las arterias.
La participación de tránsito municipal no se ve solamente en el pintado de guarniciones y señalizaciones, sino en diferentes programas y acciones, que en su mayoría parecen estar enfocadas al fortalecimiento de la cultura vial. Muy importante. En una ciudad, en la que, dicho sea de paso, el influyentismo y la anarquía son dos vicios demasiado arraigados. Por eso, habría que ponderar, en su justa dimensión, el trabajo que viene realizando el titular de esa área, Jaime Ramírez Solís, quien, siendo sinceros, le está echando todos los kilos. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com