viernes, 17 de junio de 2011

COLUMNA


La Jaula de Dios
Jesús Pintor Alegre
Con ganas de inventar el mundo más bonito que buscaba José Alfredo Jiménez con el dinero ganado por con sus canciones, nos podemos armar el Guerrero ideal, metido en lo sueños guajiros de todos y cada uno.
Este viernes, día de la reflexión, podremos soñar y decir: ya no un diputado con más PPS que aprobar para salvarnos de la ignominia; y tampoco un gobernador en su etapa senecta, apropiándose para su clan, del cueraje sobrante de una res pública antaño robusta y engordada sin clembuterol.
Sino, en todo caso, un diputado realmente representante popular de su distrito, que gestiona sí, pero que con mano firme, legisla; con un jefe del ejecutivo que abre su abanico de posibilidades y además de que se somete al juicio ciudadano por su buen trabajo, mete a la cárcel a los ex funcionarios por ratas, incluyendo al gran jefe Chirundo.
Y los sueños que nos hacen volar: un presidente municipal recibiendo los excedentes de petróleo, y el desembolso de los descuentos porcentuales a su presupuesto que se les quitó en la etapa Chirunda; una policía con formación militar y conformado su corporación por un fuerte grupo de israelitas boinas negras; una secretaría de salud, de alta calidad y competitividad, con ideales socialistas a prueba de todo examen de honestidad.
Unos regidores informados y enjundiosos en su trabajo, fortaleza del equipo del primer edil a favor del pueblo; un secretario de desarrollo social, con su arsenal y hasta su AR-15 personal regalo de su amigo el general presidente de la comisión de la Defensa nacional, en un museo; un secretario de la Sedeco que ya no implora que de favor paguen sus impuestos los empresarios para que Guerrero deje de ser pobre, y catapulte la economía.
Que la Secretaría de Finanzas supera al doble su meta de lograr en este año 38 mil millones de pesos de recaudación. Unos periodistas realmente comprometidos con la sociedad, que se esmeran por superarse y se alinean a los intereses del pueblo; que los soldados mantienen su puesto de la institución más confiable del país, y tienen todo bajo control en su producción de paz y tranquilidad.
… Pero eso nada en la evanescencia, confundido entre nuestros fantasmas y carcomido por la fantasía, en medio de estos aguaceros de temporada, que regatea con la destrucción ambiental por la mano del hombre, e insiste ese ente natural, en seguir dándonos el agua de la vida.
Citó Alberto Ruy Sánchez en los nombres del aire a Hesíodo, quien decía «una tela de araña tardaría nueve días y nueve noches en caer del cielo a la tierra. Y le tomaría el mismo tiempo llegar de la tierra al infierno». Estamos muy cerca de ese nivel, sin duda, con todo lo que nos ocurre.

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