martes, 16 de agosto de 2011

COLABORACION

Estampida de Pitufos
Apolinar Castrejón Marino
¿Por qué cuando Calderón o las autoridades policiacas están presentando a delincuentes atrapados y capturados, tenemos la impresión de que están hablando de sus amigos?
¿Por qué tienen que presentarlos ante las cámaras de la televisión como si fueran héroes? ¿O porque tiene que estigmatizarlos, antes de someterlos a un juicio con todos los elementos para que reciban con seguridad una condena?
A esta cadena de errores y de pifias, se viene a sumar un espectáculo deprimente, que ofende a la inteligencia de la ciudadanía y que le produce una falsa idea de que Felipe Calderón está muy preocupado por la seguridad de los mexicanos; los Diálogos Ciudadanos.
Si usted lo piensa bien, en lo que realmente ocupa su tiempo, es en tratar de poner orden entre los aspirantes y suspirantes a sucederlo en la silla presidencial, ahora que se están saliendo del redil. Por cierto, están resultando a cual más ridículos y «ñoños».
Santiago Creel sigue siendo el «hombrecito» al que caricaturizaron mordazmente los medios impresos hace 6 años, cuando también quiso ser candidato. Ninguna cualidad, ninguna característica sobresaliente; ninguna gracia tiene este «niño bien».
La postura de conciliador del ex presidente con el presidente y con los panistas, de exigente con las reglas de renunciar a los cargos, y las «habladas» de que es necesario «limpiar» a México, son una absurda mezcolanza de propósitos contradictorios y vanos.
Josefina Vázquez Mota, con su carita eternamente sonriente, con sus vestidos impecables y con sus opiniones muy cuidadas para no ofender a nadie, más bien trata de parecerse a la Reina de Inglaterra.
Su espectáculo de «informe de labores» con pantalla gigantesca, poderoso sonido ambienta «surround» y convivencia de gala, debería ser sancionado por las autoridades electorales, en vista de la crisis económica en la que estamos entrando, por la cual no estamos para esos dispendios.
Bueno, al menos podemos decir que con los años que llevan en la política, con su bien definida línea de derechistas, con las ansias que se les escurren por llegar al poder, no se ven tan mal luchando por lo que desean.
Pero Alonso Lujambio ¿Qué posibilidades tendría de ganar la elección presidencial, si en una de esas se allegara la candidatura de su partido? Si el mismo confiesa que su familia fue de panaderos y zapateros, se deduce que es un «trepador» que consiguió acercarse a los favores de la nefasta Elba Esther Gordillo haciéndola su suegra.
El Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos y el Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero olvidan algo muy importante; que están en esos puestos por voluntad de Felipe Calderón. Sus puestos son el premio que les concedió por su «lealtad» y «fidelidad» que le mostraron cuando fue repudiado del gabinete foxista.
Ellos no han conseguido nada con sus méritos. En una elección abierta a la ciudadanía, no tendrían la menor oportunidad de ganar ante nadie. Luego entonces, son unos viles paleros. O quizá si sean unos locos a quienes estar en las esferas del poder les ha dañado el juicio.

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