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Asignatura pendiente una

verdadera política exterior

MEXICO, D.F.- El diseño y ejecución de una verdadera política exterior para México es una asignatura pendiente, ya que al gobierno federal le ha faltado «capacidad, voluntad e imaginación» para construir una estrategia a largo plazo y, por el contrario, ha apostado por una política «de debilidad y subordinación» ante Estados Unidos, aseguró el senador Julio César Aguirre Méndez.

Al fijar el posicionamiento del Grupo Parlamentario del PRD durante la comparecencia de la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, en el marco del análisis del Quinto Informe de Gobierno del Ejecutivo federal, el legislador consideró que «a cinco años de distancia, en lugar de avanzar hemos retrocedido cada día más en el escenario internacional», ya que «no refleja los intereses de las mayorías, sino sólo los de la minoría gobernante».

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, África, señaló que México requiere «una política exterior que tenga claras sus prioridades y que defina cuál es el lugar que queremos ocupar en el mundo», pues la dependencia hacia Estados Unidos «nos ha mostrado como una nación cada vez más vulnerable».

«La percepción internacional sobre México es que somos un país ensimismado en su problemática interna, sin rumbo y extraviado en sus relaciones con el mundo», expresó.

El senador por Guerrero criticó que «hoy más que nunca se ha demostrado que la relación entre México y Estados Unidos es asimétrica y que el diálogo entre socios y vecinos no es tan bueno como se nos ha pretendido hacer creer en los últimos años».

«Nuestra supuesta pertenencia a América del Norte ha resultado ser una simple quimera. ¿Cuál es la agenda y el orden de las prioridades de México en la relación con los Estados Unidos? Más allá del tema de la seguridad, ¿en qué estatus se encuentran temas como la migración, el desarrollo regional y la construcción de una relación de verdaderos socios y aliados estratégicos?», preguntó a la Canciller mexicana.

Julio César Aguirre criticó la «debilidad y subordinación» de México ante Estados Unidos y destacó el operativo Rápido y Furioso, los vuelos de aviones estadounidenses no tripulados en el espacio aéreo mexicano y la presencia de agentes de la DEA, la CIA y el FBI en territorio nacional.

«Hasta la fecha no sabemos bien a bien cuál es el marco que regula la presencia de estos agentes en nuestro país ni cuáles son los alcances de los esquemas de cooperación suscritos por el gobierno federal. La diplomacia secreta ha sido una constante en esta administración y el Poder Ejecutivo ha ignorado sistemáticamente la labor de corresponsabilidad y la aprobación, que en la mayoría de los casos, debería haber existido por parte del Senado de la República», concluyó.