lunes, 24 de octubre de 2011

COLUMNA

Cosmos


Héctor Contreras Organista

Algunos que se dicen políticos, andan desesperados por quitarse el sarape. Quieren llegar a la presidencia municipal de Chilpancingo, otros a las diputaciones, otros más a las senadurías, pero, ¿con qué capital político cuentan? Son «chilpancinguenses» y no lo correcto: chilpancingueños.
Por lo pronto, lo que interesa es la alcaldía de Chilpancingo. Sabido es que todos van por la lana, el dinero, por enriquecerse en el periodo municipal, pero no hablan de proyectos, de estrategias municipales, no comentan los asuntos torales del pueblo, en este caso, del municipio, y mucho menos, cómo resolverlos
Chilpancingo tiene problemas, y muchos, en el aspecto urbano, la pobreza, principalmente. Pero la ciudad no sólo vive de resolver los asuntos urbanísticos, también tiene que darse crédito y trabajar sobre la cultura, el deporte, la recreación. Y más que nada, por la seguridad.
Su historia es muy importante. A quien sea alcalde de Chilpancingo le corresponderá en parte, la organización de los festejos de los 200 años de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac, pero en eso de la historia algunos políticos andan en la calle.
Por eso sería importante que quienes se dedican a divulgar las pretensiones de los aspirantes, los entrevistaran y los cuestionaran sobre los problemas de nuestra ciudad, pero también que nos hablaran un poco, y de ser posible, un mucho sobre la historia de nuestra ciudad-cuna.
Que nos reseñen algo de nuestros personajes y de algunos de los lugares que hoy están abandonados pero que en su oportunidad jugaron un papel importante para tal o cual acontecimiento.
No es mucho pedir, porque los cuestionamientos que se les hagan, o llegaran a hacerse, nos estarán hablando de que quien quiere ser alcalde, no forma parte de los lángaros politiqueros que sólo quieren hueso, y ya. No. Se trata de ver de qué cueros salen más correas, de quién conoce más no sólo la historia y sus tradiciones. Vaya, como si estuvieran entrevistando a una candidata a señorita «flor de noche buena».
Y todo eso, hay que publicarlo. Es necesario que la ciudadanía conozca esas entrevistas para ver no sólo quién es el aspirante que ofrece más despensas, láminas de cartón y demás. Sino en realidad ver quién es el que mejor conoce nuestra población.
Hay muchos que no conocen ni siquiera los nombres de los municipios con los que colinda el de Chilpancingo. No conocen las medidas de su territorio; no saben cuándo se fundó el municipio ni quién fue su primer presidente municipal ni cuántos alcaldes ah tenido el ayuntamiento. Ignoran los nombres de sus alcaldesas y los periodos que cubrieron.
Es más, no conocen ni siquiera su verdadera etimología. ¿Qué me dicen del Bando de Policía y Buen Gobierno? En fin, hay que examinar a los lacrosos, a ver si de veras.

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