martes, 24 de abril de 2012

COLUMNA

Resquicio

Hipólito Marbán

SEGURIDAD A CANDIDATOS, ¡¡URGE¡¡ Bien estimado y fino lector, la incapacidad del gabinete de seguridad pública del Estado, en garantizar seguridad ciudadana de libertad de transito, ha sido nulo y muy escaso, que hasta legisladores y ahora precandidatos y candidatos, son presa fácil de la delincuencia,
no precisamente porque sean unas blancas palomas, mas bien porque a espaldas vienen cargando un sinfín de problemas personales, otros que por desvió de recursos traen enemigos gratuitos, y seguramente otros mas por probables nexos con delincuentes, legisladores van y vienen, alcaldes de igual manera, el prometer no empobrece pero envilece, amparados en la ley electoral, piden seguridad personal, cuando agraviados han perdido la vida en manos de sus victimarios, por no habérsele dado las medidas cautelares de seguridad personal, que señala el código procesal penal, derechos solo de letra muerta, por el simple hecho de ser ciudadanos de segunda, aunque su personalidad sea reconocida como un derecho humano, la ignorancia de las autoridades, se han convertido en cómplices de las homicidios perpetrados contra quienes solicitaron esa mentada medida cautelar. Es mas importante la seguridad de un aspirante a represente popular? Que la integridad de los que tienen el poder de votar?, suena ilógico y hasta absurdo, sin ciudadanos no habría representantes, en verdad los supuestos de procurar justicia a estos grillos suspirantes a investigado de pura casualidad que, los atentados a su persona, son por cuestiones políticas y/o personales?, no se sabrá, porque son mas los intereses personales de unos cuantos, que la investigación real de dichos hechos, si existe, infinidad de asuntos sin resolverse, una raya mas a la procuraduría de justicia por su torpeza y palos de ciego no se nota, al fin y al cabo, no existen condiciones para nombrar a un procurador, urge en verdad ¡urge!, que se les de seguridad a los candidatos, y que la ciudadanía, siga prendiéndole velas a su santo, un santo que no oye ni escucha, una imagen que no ve, ni oye ni siente, ante una ciudadanía atemorizada y cansada de tanto tipejo ignorante, que solo busca como el piojo y la chinche, vivir de la sangre del ciudadano que si trabaja y aporta a este Estado suriano, un ciudadano que vive acosado por la delincuencia.. veremos.

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