lunes, 30 de abril de 2012

PRIMERA PLANA


Desinformados padres para
hablar de sexo con sus hijos


Rosario García Orozco.—En México y en Guerrero específicamente, los padres de familia no acuden a las instituciones para obtener información sobre salud reproductiva y prepararse para ilustrar a sus hijas adolescentes; y quienes llegan a hacerlo son vistos como bichos raros… me consta.
Cuando uno acude a los centros de salud por información y menciona que es para algún trabajo periodístico; suceden dos cosas: que te remitan a la oficina de comunicación social de la Secretaría de Salud o que te atienda alguna persona ya predispuesta y te informe todo lo que posiblemente no le informan al resto de la ciudadanía.
De tal modo que no me presenté ni dije cual era mi real objetivo. Solo mencioné que era una madre de familia y que necesitaba información que me orientara para a la vez ilustrar a mi hija de secundaria sobre métodos anticonceptivos, o higiene íntima para la mujer o sobre salud reproductiva.
De entrada no dejaban de mirarme las 6 personas que estaban en el centro de salud de la Colonia Universal de Chilpancingo, ciudad capital del estado de Guerrero. Una de ellas me preguntó que por qué quería ese tipo de información. Le dije que porque en la escuela secundaria de mi hija de un tiempo a la fecha se había sabido de varios embarazos… mentí. Solo tengo dos hijos varones.
Y fue entonces cuando descubrí el por qué del asombro de los trabajadores del Centro de Salud. Nunca había ido una madre de familia a solicitar información con ese objetivo. Deduje que es precisamente esa una de las razones del porqué hay tantas niñas embarazadas, que, al no tener su cuerpo lo suficientemente maduro para concebir pierden la vida en el parto o durante el puerperio; es decir durante los primeros 40 días después del parto.
Tras la recomendación de llevar a mi supuesta hija secundariana para que sea ella misma quien reciba la plática; salí del lugar con dos documentos pequeños:
Uno sobre planificación familiar y anticoncepción; elaborado en 1910, que explica que la planificación familiar es un conjunto de actividades dirigidas a hombres y mujeres en edad fértil, como la información, educación, consejería y anticoncepción con la finalidad de que decidan de manera informada el número de hijos que desean tener y el espaciamiento entre uno y otro.
Este sistema ofrece la posibilidad de disminuir las enfermedades de transmisión sexual y la muerte materna al prevenir embarazos no deseados o de riesgo, evitar la práctica de abortos inducidos,
El documento también señala que el espaciamiento de los embarazos contribuye a disminuir la mortalidad de niños menores de 5 años, fortalece la condición de la mujer y la equidad de género yal desarrollo sustentable de la nación.
Explica los métodos temporales como la inyección, las pastillas, el implante subdérmico, el condón y el diu. Y los métodos permanentes como la vasectomía y la salpingoclasia.
El otro documento tiene como título «para una emergencia en sexualidad» y se refiere a las pastillas anticonceptivas de emergencia y que se pueden utilizar inmediatamente después de una relación en la que no se utilizó ningún método anticonceptivo.
Hace referencia a tomar un comprimido dentro de las 72 horas después de la relación sin precaución y otro más 12 horas después de la primer pastilla. Y esas pastillas se pueden solicitar en los centros de salud y hospitales de manera gratuita para evitar un embarazo no deseado o no planeado.
Datos oficiales del Programa Arranque parejo en la Vida reflejan que de enero a diciembre del año 2011 hubo 26 mil 787 adolescentes que acudieron a consulta por lo menos en una ocasión durante su embarazo, y fueron las adolescentes de la región centro las que más consultas registraron, en tanto que las chicas de la región costa grande son las que menos utilizaron los servicios públicos de salud para los chequeos en sus embarazos.
Esos datos naturalmente sólo son de casos atendidos en alguno de los centros de salud u hospitales del sector público. De tal modo, que falta el registro todos los demás casos de adolescentes que no llevan un control de su embarazo en estos lugares y sólo son atendidas por sus madres o con parteras comunitarias.
Estudiantes de secundaria y preparatoria consultados revelaron que en la escuela les han dado pláticas en las que les explican que deben tener cuidado cuando tengan relaciones sexuales; deben usar preservativos y no «hacerlo» con cualquier persona.
También les dicen sobre las desventajas de un embarazo, «que la vida es muy diferente cuando se tienen obligaciones, porque tenemos que dejar nuestros proyectos, es complicado dejar la escuela para trabajar y mantener a un hijo; que debemos cuidarnos para no afectar nuestra vida». Por eso es que les hablan sobre cada uno de los métodos anticonceptivos, como el preservativo o condón, las pastillas anticonceptivas o los dispositivos intrauterinos.
Otro de los aspectos que tratan los orientadores en esos temas como psicólogos o médicos; es el de las enfermedades de trasmisión sexual; «hemos expuesto temas en materias como química, biología, historia, orientación y tutoría sobre sida, gonorrea y sífilis, de lo difícil que es tratarlas, lo caro de los medicamentos y que algunas como el sida que nos lleva a la muerte».
Y entre ellos como jóvenes platican algunas cosas que les cuentan sus padres; muchos de ellos si tienen charlas al respecto con su mamá o su papá; pero eso sucede en las ciudades… no así en las áreas rurales.
Alejandro Florian Leyva Galindo, jefe del Departamento de Salud Reproductiva, de la Secretaría de Salud del estado de Guerrero, informó que esta entidad es una de las que más casos de muerte materna registra. Por ello desde mayo del 2011 esa dependencia instrumentó el Programa Integral para la Reducción de Muerte Materna y tiene varios componentes de atención. El de la comunidad que se refiere a las parteras, el de primer nivel que integra a los centros de salud y el de segundo nivel que se refiere a la labor de los hospitales generales.
Así, se planea primero en la comunidad con el apoyo de las parteras tradicionales y voluntarias llamadas «madrinas obstétricas» como es que se debe actuar en caso de que haya alguna complicación en el embarazo, el parto o el perperio.
«Se capacita a parteras y madrinas sobre el desarrollo del embarazo y los signos de alarma del mismo proceso, el tipo de alimentación que debe tener la futura mamá y los signos de alarma que pueden surgir para que sepan como actuar», dijo el funcionario.
Después de elabora sencillo un plan de emergencia; es decir que si hay alguna complicación deben tener números telefónicos a la mano del centro de salud más cercano y ubicada a alguna persona de la comunidad que cuente con vehículo para apoyar en el traslado a la mujer embarazada y a la madrina.
La embarazada debe preveer a quien le va a encargar el cuidado de sus hijos, si es que los tiene, porque muchas veces no quieren que las saquen de la comunidad por temor a que no haya quien cuide a sus menores.
Y es que explica que si no las trasladan con rapidez a un lugar donde puedan recibir una atención más especializada tienen más riesgo de morir.
Por ello Leyva Galindo hace hincapié en la importancia de la solidaridad de la comunidad, considerando que muchas de las comunidades están sumamente alejadas de los centros de salud. De tal modo que tienen que hacerse reuniones con las personas que cuentan con vehículos para que apoyen en los traslados de emergencia.
«Es un asunto de concientización, sobre todo porque hay comunidades muy retiradas por la geografía propia del estado, por eso pedimos el apoyo de los integrantes de la comunidad». Y si hay buena respuesta, aseguró.
Explicó que las jurisdicciones sanitarias de todas las regiones cuentan con recursos económicos para apoyar con el pago de gasolina para los autos que apoyan en los traslados porque las ambulancias no son suficientes para prestar ese servicio en todo el estado.
Además, cabe señalar que no todos los centros de salud cuentan con especialistas ginecobstetras por eso es que en caso de una complicación o una emergencia las parturientas deben ser trasladadas a los hospitales generales.
Leyva Galindo explicó que tanto a las embarazadas como las parteras y madrinas obstétricas se les proporcionan los números telefónicos de los jefes de la jurisdicción o de los directores de los hospitales para qué estén al pendiente cuando se hace un traslado en vehículo particular y cuando llegue la paciente, ya estén listos para atenderla.
Con la finalidad de proporcionar una atención de mayor calidad a las mujeres embarazadas en las comunidades donde no se cuenta con centro de salud y donde hay no tienen especialista; está por inaugurarse la Escuela de Parteras, que estará ubicada en que la ciudad de Tlapa, en la región de la Montaña, que junto con la Costa Chica, son las zonas donde más casos de muerte materna se registran.
Dijo que es importante que se incremente el número de parteras en la entidad con conocimientos técnicos, ya que muchos casos de muerte materna son porque durante el embarazo, el parto o el puerperio las mujeres no reciben atención con personas capacitadas.
Explica que el antecedente de la escuela de parteras es de la ciudad de San Miguel Allende, Guanajuato; donde algunas parteras tradicionales fueron becadas para que se capacitaran y hoy están prestando sus servicios técnicos en la atención de las parturientas y el resultado ha sido positivo.
La capacitación es por tres años y se está promoviendo que muchas de esas parteras tradicionales se inscriban y puedan apoyar a la Secretaría de Salud prestando sus servicios ahora ya con mejor calidad y con los conocimientos necesarios para atender los partos fisiológicos, es decir el parto normal, cuando no es necesaria una cesárea.
De modo tal que sean efectivas en la detección de problemas durante el embarazo, parto o puerperio de las mujeres y las que registren alguna complicación sean canalizadas y trasladadas a un centro de salud o un hospital general para su atención ya con especialistas.
Finalmente hizo un llamado a la sociedad para que haya un mayor interés por el autocuidado de la salud desde la infancia, «con la finalidad de que cuando llegue la damita a la etapa de fertilidad ya sepa como debe cuidarse y eso es muy poco común». Hizo votos porque las madres de familia, especialmente, se preocupen más por asesorar a sus hijas sobre la planificación familiar y evitar así embarazos no deseados o que contraigan enfermedades venéreas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.