miércoles, 2 de mayo de 2012

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Delincuencia causa
miedo y paraliza TC

Tino Gatica/Colaboración Especial.CIUDAD ALTAMIRANO, GRO.- En esta región, sobre todo en Ciudad Altamirano ya no existe vida nocturna, la mayoría de los negocios comerciales cierran cuando está «pardeando» la oscuridad y son pocas las personas que se animan a caminar después de las once de la noche.
También, las carreteras son poco transitadas, aunque camionetas de lujo son sospechosas de todo, pues la inseguridad reinante genera una tranquilidad impresionante.
Tampoco se detectaron recorridos militares o de corporaciones policiacas como engañosamente lo pregona el Gobierno del estado de Guerrero.
En solamente dos días, no hubo seguridad policiaca, aunque sí se evidenció un desplazamiento el día domingo 29 de abril, quizá al saberse del asesinato de un político priísta en el municipio de Taxco o de otras situaciones de violencia en municipios colindantes con Ciudad Altamirano.
En un intento de recorrido que pretendió realizar La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, en el zócalo de esta municipalía, no se concluyó debido a las reiteradas advertencias de extremar precauciones.
Aunque en la IX Convención del Fondo de Apoyo a Periodistas (FAP) se programó y cumplió como estaba acordada, los comentarios de primera intención inhibieron el interés de la mayoría de periodistas que decidieron quedarse en las instalaciones del hotel sede, que se ubica a orillas de Ciudad Altamirano.
En ese mismo intercambio de impresiones, aunque las y los periodistas de la región estaban sorprendidos y alegres por realizarse esa convención en Ciudad Altamirano, el tema de la inseguridad pública y la delincuencia organizada fueron tema de debate.
En tanto que varios periodistas decían que los centros nocturnos han cerrado y que los negocios bajan sus cortinas antes de las seis de la tarde, otros osados minimizaban esas cuestiones, aunque tampoco ofrecían acompañar.
Debido a lo anterior, es que algunos periodistas se animaron a salir en los alrededores del hotel «New YorK», pues a pocos minutos se encontraba el río «Balsas».
Sin embargo, este reportero intentó caminar al centro de la ciudad, pero al terminar por la tarde los talleres, solamente pudo caminar varios metros pues algunos encargados de una farmacia o de un tendajón dijeron que en el centro los negocios cierran antes de las seis de la tarde.
Después de sopesar la situación y el clima de zozobra, este reportero optó por regresar a la sede de la convención de periodistas.
Cabe mencionar que de regreso en auto, antes de llegar a la ciudad y cabecera municipal de Iguala, fue informado de que los negocios de talacherías y vulcanizadoras u otros negocios estaban recibiendo la visita de presuntos sicarios que pedían cuotas de protección, situaciones que contrastan con lo que las autoridades dicen en sus campañas para contrarrestar la inseguridad pública.

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