miércoles, 3 de octubre de 2012

COLUMNA

Cosmos


Héctor Contreras Organista
 
¿Quién mató al Comendador?
¡Fuenteovejuna, Señor
!
-Lope de Vega Carpio-

Mario Moreno Arcos, mediante elección popular regresó hace tres días a la presidencia municipal de Chilpancingo y está acompañado de uno al que por costumbre y no por ley, obviamente, se le llama y se le conoce en el pueblo como «Honorable Cabildo».
Mario Moreno Arcos no es «poder absoluto» en la administración edilicia y en consecuencia llegó el momento de ver en Chilpancingo para qué demonios sirve ese «honorable» cabildo y dónde consiguió la «honorabilidad», ya que los honores se ganan en la vida a base de acciones positivas, obras, valor e inteligencia y que convenzan a las masas de que así es… o así fue y por ello se detenta o se ostenta.
El poder, en esa jerarquía municipal no se otorga por parte del pueblo para administración personal al gusto del titular. El ayuntamiento no es monarquía. Se supone que es un cuerpo constitucional jurídico socio-político plural seleccionado por el pueblo mediante votos, y por eso tiene que ser y funcionar bajo la democracia, donde hay regidores de partidos políticos distintos y no agachones o cobardes, porque están representando al pueblo y donde la voz y el voto de cada edil vale tanto como el del presunto reyezuelo que se ensarapa como presidente municipal.
Ciertamente: Mario Moreno Arcos ganó el ayuntamiento de la capital del estado para su partido el PRI y él el poder por segunda ocasión. Pero –con la aplicación del «pero» comienzan las broncas para él y para el municipio- «no ganó de calle». Dicen que al enterarse del resultado electoral se sorprendió porque solamente por unos cuantos votos aventajó al periodista Alejandro Mendoza Pastrana, que fue el candidato adversario para él. Entonces Moreno Arcos llega a la alcaldía encajado con calzador.
Por otra parte, hay que llamar a las cosas por su nombre: Mario Moreno Arcos es un político guerrerense que ha destacado. Tiene, como todos los que en esos menesteres suyos se encierran en corrales políticos de lidia, sus atributos. Si se selecciona uno a uno los hilos por los cuales ha alcanzado incluso la pretensión de querer ser gobernador del estado de Guerrero, se verá que tiene con qué afianzar su trayectoria, y tal vez por lo aquí anotado, extraña que al despuntar las tres primeras de las que serían las cien noches de la administración municipal que encabeza ande supuesta y muy sospechosamente dando palos de ciego. Concluyamos en que las piñatas se dejen para Las Posaditas de diciembre… ¿de acuerdo?
Hace unas horas tomó por segunda vez las riendas del poder municipal en Chilpancingo y según información periodística de mi excelente maestro y amigo don Baltazar Jiménez Rosales, Mario Moreno Arcos encontró las arcas del municipio vacías. ¡No le dejaron ni para la sal del huevo!
Al ofrecer ante la prensa un panorama de cómo encontró la situación financiera del municipio de Chilpancingo, el presidente municipal Mario Moreno Arcos pretende de manera reiterada no señalar culpables ni buscar «quién se robó mi queso», sino con lo inteligentísimo que es, quiere encontrarle la cuadratura al círculo.
Ver para dónde darle a fin de conseguir recursos y pagar lo que se tenga que pagar, salarios y aguinaldos -¡Claro, endeudando al ayuntamiento!-, y hacer convenios con la CFE para que no deje de surtir agua a la ciudad y hacer de tripas corazón pero «no buscar culpables» –sino préstamos- del escandaloso vacío financiero (saqueo, le llamaban en el argot de «Chucho El Roto») que dejó «la administración anterior».
¿A qué pretende jugar Mario Moreno Arcos? ¿A servir de «tapadera» de ladronzuelos que saquearon las arcas municipales de Chilpancingo nomás porque son del mismo partido y van por la misma carretera tras la pretensión de la gubernatura y no «lastimarse» exhibiendo las ladronerías cometidas? ¿A oscilar entre las «verdades a medias» para «buscar arreglos»?
Los saqueadores de las arcas del ayuntamiento de Chilpancingo que él denuncia porque así lo palpa, ¡no le robaron a Mario Moreno Arcos! El dinero que se «esfumó» es del pueblo y no suyo.
Entonces, como alcalde junto con la Comuna, están obligados a velar por los intereses del pueblo y no por proteger ladrones. ¿O es su pretensión y la del «Honorable» Cabildo el aplicar el «hoy por él mañana por mí»? Mario deja abiertas muchas dudas de su proceder porque no es un novato ni como político ni como alcalde… ¡Todo lo contrario!
Estas son las referencias periodísticas que nos obsequian datos para el presente comentario:
«No buscará culpables por las condiciones en que encontró el ayuntamiento ni se sentará a lamentarse y a cruzarse de brazos, sino por el contrario, buscará las formas de resolver el problema».
«La anterior administración tampoco le dejó garantizado el pago de salarios y aguinaldos para los trabajadores en diciembre próximo».
«Las anteriores autoridades municipales debieron dejar garantizado el 75 por ciento del total del pago por salarios y aguinaldos, por lo que tendrá que acudir a un tipo de préstamo para poder cumplirle a los empleados municipales».
¿Y qué hay del «Honorable» Cabildo?
¿Qué opinan las respetables damas regidoras y los caballeros regidores?
¿Van a exigir castigo en contra de los ladrones o le van a hacer «segunda» a Mario Moreno Arcos, dejando pasar el hurto a ojos vistas que el propio presidente municipal de Chilpancingo se encargó en publicitar?
¿Es esa publicidad una triquiñuela estilo Pilatos para Mario lavarse las manos y que «la opinión pública» diga la última palabra y se exija la picota contra los saqueadores?
¡Cosas veredes Mío Cid!

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