jueves, 14 de marzo de 2013

COLUMNA


El Grillito Sin Censura

Alfonso Cerdenares Domínguez

 —Aberrante la muerte de un niño jalisciense a causa del «bullying».—¿Qué pueden hacer los maestros en caso de detectar a niños agresivos?.—En Guerrero, prohibido «suspender» o expulsar a los alumnos violentos…
 Aberrante nos pareció la noticia que leímos, ya no en el periódico, sino en la red de internet, sobre el caso del infante, de apenas 7 años de edad, que murió a causa de un chamaco de 10 años le hiciera «bullying» en la escuela donde estudiaba, justamente en su pueblo natal Unión de San Antonio, ubicado en el estado de Jalisco; el caso no es el único ni el último, se da en todas partes, prácticamente en todas las instituciones educativas, sea a modo de apodos, intimidaciones y hasta de agresiones; los más común son los sobrenombres, risibles muchos de ellos, pero molestos para quien los recibe; de ahí que, desde niños,
se provoque una enorme sed de venganza que muchas veces se lleva a cabo en la etapa adolescente, cuando ya no se soporta más y es a través de la agresión, del enfrentamiento, llegando incluso a fatales resultados; nosotros tuvimos conocimiento de un caso de «bullying» o de agresión escolar, en el que los maestros, la Comisión de Disciplina Escolar, suspendió por tres días a dos estudiantes por el hecho de agredir físicamente a uno de sus compañeros; en algunas instituciones educativas se estila suspender a los alumnos de uno a tres días, dependiendo de la falta a la que incurrió; en ese caso, los agresores golpearon a uno de sus compañeros que está catalogado como alumno de capacidades diferentes, pues tiene que utilizar una silla de ruedas para moverse y una butaca especial donde sentarse a recibir sus clases, la cual fue prácticamente despedazada por los violentos chamacos; tras la suspensión, el maestro llamó a los padres de familia, tanto de los agresores como del agraviado, a fin de llegar a un acuerdo para la reposición del mueble escolar, informándoles que los autores del hecho serían suspendidos por tres días; uno de los padres de familia, consciente del hecho, aceptó colaborar para comprar la butaca, pero el otro no, se indignó ante la resolución tomada en la escuela en contra de su hijo y acudió a la Comisión Estatal por la Defensa de los Derechos Humanos, Codehum, donde los «trinchones» abogados lo apoyaron y demandó a los docentes porque «violentaron» los derechos del infante… ¿Y al niño discapacitado, quién lo defiende?, ¡¡¡NADIE!!!, nadie dijo «esta agua es mía», ni siquiera la Codehum tuvo la capacidad de dar respuesta a esa pregunta, pero eso sí, abonó para que las autoridades educativas se fueran a la yugular de los maestros que se «atrevieron» a tratar de poner un remedio a una situación agresiva y por demás violenta, gracias a la nulidad de la Codehum para dar una orientación precisa al magisterio que, hasta donde sabemos, solicitó ese apoyo, pero quien fue a dar la presunta «orientación», lo único que hizo fue atacar a los varones, defendiendo a las mujeres, como si ellos tuvieran la culpa de que le haya «tocado» un marido golpeador y desobligado; luego de decenas de vueltas, de involucramiento de abogados, de declaraciones, los maestros semilograron que todo quedara en suspenso, pero con la advertencia de que, si llegaban a reincidir «suspendiendo» a alumnos agresivos, les sería rescindido su contrato de trabajo; ahora nos enteramos de lo ocurrido en Jalisco, donde un chamaco de 10 años, secundado por otros de sus compañeros, sumergió al niño de 7 años en la taza de uno de los baños de la escuela donde estudian; esto provocó que el agua del retrete llegar a sus pulmones y que, días después, a causa de una severa infección, perdiera la vida de manera irremediable; ¿habrán suspendido al agresivo chamaco que, irresponsablemente, causó la muerte de uno de sus compañeritos?; ¿lo defenderá la Comisión Nacional por Defensa de los Derechos Humanos?; tal vez son situaciones diferentes, pero es de todos sabidos que es mejor prevenir que lamentar; en el caso de Jalisco, es lamentable la irreparable pérdida de un niño, todo por la agresividad de sus compañeros o por la nulidad de valores morales fomentados en la familia y en la sociedad… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

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