Con descaro los maestros disidentes de la CETEG mantienen cerradas sus oficinas a un costado del PRI, que sin el más mínimo miramiento han abandonado su deber para el cual se les paga a los «vaquetones», que es el de dar clases a cientos de niños que no comprenden como sus maestros andan de delincuentes. (Foto: Agustín Nava Escobar).
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