lunes, 1 de abril de 2013

PRIMERA PLANA


A la gente no la puedes engañar
 ya tan fácil, afirma Daniel Bautista 

-Primera de 4 partes-

 Héctor Contreras Organista.-El 30 de noviembre de 1964 nació Luis Daniel Bautista González, casado con Perla Azucena Muñoz Villa y cuyos hijos son Randy Suriel y Perla Daniela.

-Agradezco que me permitas platicar contigo sobre tu participación histórica como secretario general de la Sección Séptima del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado (SUSPEG) que considero debe ser un honor para ti el haber presidido esta importante actividad.
«Sí, Héctor, efectivamente, y antes que nada te saludo con mucho respeto y agradezco esta entrevista que me haces. Efectivamente fue un gran honor y una gran satisfacción el hecho de haber representado los intereses laborales de los trabajadores del sector central del gobierno del estado, una sección a la que indiscutiblemente, sin menospreciar a las demás secciones sindicales, es una sección que tiene algo muy especial, algo muy particular, que es donde está asentado el Poder Ejecutivo, y a lo mejor ninguna otra sección lo puede tener como lo tiene la Séptima. Es decir, a quien le toca o a quien me tocó también en su momento dirigir esta Sección nos tocó, junto con el Comité Centra Ejecutivo. Eso es lo que asemeja a la Sección con el Comité Central, nos toca negociar con la parte patronal a ese mismo nivel, entonces fue una gran satisfacción estar sentado con quien representa el Poder Ejecutivo y con quien en su momento también los secretarios de despacho a nivel estatal tendríamos que negociar con ellos para sacar adelante muchas cosas».
-¿Cuál es el periodo que abarca tu gestión sindical?
«Dos mil siete a dos mil once (2007-2011)».
-¿Cómo es que llegas a convertirte en secretario general, que imagino es la parte más emotiva de tu actividad como trabajador al servicio del pueblo y del gobierno del estado?
«Mira, Héctor, esto es algo muy interesante. En primera te comento que fui parte del Comité de la Sección anterior a mi periodo, como secretario de organización, representando esa importante cartera y en la cual tuvimos la oportunidad de tener el acercamiento más directo con los trabajadores. Y se llegaron los tiempos de sucesión, de ver quién iba a representar los intereses en ese periodo, y muchas compañeras y compañeros por el trabajo y el respaldo que siempre les dimos, en su momento nos veían bien, nos veían como el proyecto que de alguna forma íbamos a representar y representamos, y fue así como empezó este asunto en el que no era yo el gallo del secretario en su momento, que su recomendado era otro amigo mío y que bueno, se dieron las circunstancias, se dieron los momentos; lamentablemente quien estaba en ese momento como secretario general no supo mover las piezas y fue donde nosotros logramos colarnos».
-¿Quién era el secretario general de la Sección Séptima?
«El compañero Gaudencio Navarrete Jiménez quien en ese momento fue secretario y que dejó un canal suelto, dejó algunos cabos que no pudo atar muy bien y que nosotros eso lo aprovechamos para que los compañeros y compañeras vieran en mí a esa persona que podía responder a sus intereses y lo conseguimos».
-Imagino que hubo planillas…
«Efectivamente, logramos consolidar una planilla fuera totalmente de los que integrábamos. Éramos tres precandidatos de la sección: El compañero Ángel González Cerdenares, un gran amigo; el otro compañero era Miguel Ángel Rojo Insunza, y en su momento el compañero Ángel se fue ya como al que le habían otorgado del lado del secretario, el apapacho del secretario, el visto bueno del secretario en turno y esa coyuntura la aprovechamos porque la gente se da cuenta, a la gente no la puedes engañar ya tan fácil, la gente vio que ese trabajo que se tuvo de parte del secretario no daba para que una de sus gentes pudieran sucederlo, y nosotros, reitero, tomamos la decisión, integramos a muchos compañeros y compañeras de prácticamente la mayoría de las dependencias a nuestra planilla e hicimos un trabajo al interior, de una práctica sindical de contacto muy de cerca con la gente. Siempre les dijimos en campaña que íbamos a trabajar incansable, que íbamos a estar siempre, y no los engañamos porque ahí estuvimos, dimos siempre un tiempo de más, que la gente a veces espera y se consolidó el proyecto, les dijimos qué es lo que podíamos hacer y qué es también lo que no podíamos hacer, porque hay cosas que como secciones también te limitas y no puedes por las mismas circunstancias sindicales del que toda la institución del SUSPEG lleva y conlleva. Entonces, como secciones tenemos una limitante que no nos permite avanzar porque ya son facultades propias del comité central y afortunadamente con el comité central, en su momento con el compañero y amigo Luis Román Miranda quien era en su momento el representante del comité central, hubo una excelente coordinación de esfuerzos y solamente así sacamos adelante el trabajo que se tenía con los trabajadores».
-¿Cuándo se celebran las elecciones y más o menos cuál es el porcentaje con que aventajas a la oposición?
«En ese momento, estamos hablando de un padrón de mil 800 compañeros. Históricamente la Séptima siempre acuden a las votaciones aproximadamente el cincuenta por ciento y no solamente a las votaciones, sino en todos los eventos y si es un evento de participación social va también una participación del cincuenta por ciento, eso ya lo tenemos por historia y por una circunstancia otorgada por la misma gente, entonces acuden y damos un margen de ganancia de más de 500 votos, entre planilla y planilla, entonces sí fue algo muy contundente, siempre al cincuenta por ciento».
¿Los trabajadores de otras dependencias cómo están diseminados, en qué otras secciones?
«Mira, Héctor, a mí la historia me va a recordar y muy bien porque en mi periodo llega el momento en que se divide la sección. En la Sección Séptima, hasta el año 2007 la integraban trabajadores de los tres Poderes. Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, teníamos que buscar los beneficios de los tres poderes, de tal suerte que se equilibraran y no en uno hubiera más y en otro de menos, sino que siempre íbamos arriba. En mi periodo, faltando ya un año, en 2008, viene una negociación con los compañeros, querían más, cada organismo, cada poder quería ya prácticamente su propia negociación, independizarse, así es que logramos con los acuerdos que estas secciones se crearan y fue que en mi periodo se abrieron. Por eso digo que la historia me va a recordar muy bien porque fue en mi periodo donde se vino ese desprendimiento, y un desprendimiento que he de decir sano, que viene a lograr más beneficios para esos compañeros».
-¿Qué secciones son las que nacen?
«No recuerdo el número en este momento pero son las secciones del Congreso del estado y del Tribunal Superior de Justicia. Incluso hay otra sección que después de unos meses más se crea y se desprende de la Séptima, que es la Comisión de Derechos Humanos que también como un organismo autónomo pertenecía a la Séptima y los compañeros y compañeras de ese organismo también ven la necesidad de crear por su propia Sección por buscar más y mejores conquistas laborales y es como también en el periodo que represento se da ese desprendimiento».
-Cuando esto sucede, de crearse otras secciones que se desprenden de la Séptima, ¿cuál es el papel que desempeña el Comité Central Ejecutivo?
«Su participación es la autorización, o sea: el común acuerdo, porque finalmente los trabajadores toman la decisión de separarse de la sección pero nunca separarse del sindicato, eso es algo saludable y algo bueno y refleja que la institución se vuelva más fuerte, que el comité central se haga más fuerte, porque entre más secciones tenga por su puesto que las conquistas se van dando de manera ya muy específica en esas dependencias».
-¿Con qué padrón se queda la Séptima cuando se crean las nuevas secciones? 
«Año con año se vienen haciendo negociaciones entre las basificaciones que se dan y compañeros que solicitan su permiso a su base y regresan a ella, etcétera, de tal suerte que cuando unos compañeros se van otros regresan, entonces más o menos el padrón viene quedando en aproximadamente 2 mil a 2 mil doscientos trabajadores, aproximadamente».

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