martes, 18 de junio de 2013

COLUMNA

El Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza…

 El experimentado y muy reconocido profesor don Baltazar Anaya Rodríguez, educador desde hace años en la Centenaria Escuela Normal del Estado (CENE), al apadrinar a alumnas del 4° año Grupo “A” de la Licenciatura de Preescolar en su último pase de Lista, dijo en su mensaje que el pensamiento y sentimiento normalista se inicia y se genera en la Escuela Normal durante la época estudiantil.

En un evento celebrado ayer por la mañana en la plaza cívica de la CENE y en el cual por última vez -en lo que corresponde al año escolar que termina- se rindieron honores a la bandera nacional, estuvieron presentes maestros, alumnos, padres de familia e invitados quienes recibieron la bienvenida del director de la prestigiada escuela, el ameritado profesor Hipólito León Reyes.
En su mensaje, Anaya Rodríguez precisó que “esa formación estudiantil va a depender siempre de la buena organización y los proyectos educativos de la institución, de la calidad de sus maestros y sobre todo, de las oportunidades que se le ofrezcan a los estudiantes para participar y solucionar sus problemas, así como la participación de los jóvenes normalistas en eventos de tipo pedagógico, culturales, recreativos y deportivos”.
Señaló además que la formación estudiantil “depende de los contenidos curriculares del plan de estudios y de la visión que se dé a los alumnos sobre la función de la educación y el tipo de hombre que deseamos formar”.
Enseguida procedió a enunciar algunos conceptos de lo que debe de ser un normalista: -Prestigiar la profesión magisterial con responsabilidad, honestidad, entusiasmo y espíritu de servicio. -Sentir la profesión del maestro como una actividad de profunda raigambre histórica y social.
-Profesar la actividad del magisterio con el ejemplo y la palabra, con el espíritu crítico y con sincera inclinación social. -Realizar actividades tendientes al abatimiento de la ignorancia, la insalubridad, la miseria de las comunidades rurales o urbanas.
-Comprender que la preparación del maestro no se agota al terminar o al egresar de las aulas de la Escuela Normal, sino que es una tarea de y para toda la vida.
“En esa segunda fase del normalismo a la que entran, no se debe perder el rumbo y no se dejen absorber por el medio. Deben mejorar su perfil académico. Les diré algo que dijo Reyes Heroles hace mucho tiempo y que sigue siendo válido en nuestros días:
Se necesita un normalismo responsable, entusiasta, solidario, nacionalista, con una mística de servicio que acentúe nuestros valores con vocación, con actitud de estudio permanente para estar al día en los conocimientos. Estar bien preparados en todos los aspectos de la vida profesional para mejorar las condiciones de los que les esperan allá, en las comunidades rurales.
Éxito alumnas del 4° año A. El futuro es de ustedes. Si quieren ser recordados no esperen cumplir treinta años. Apliquen desde el inicio de su vida profesional esas reflexiones y tendrán el reconocimiento y el recuerdo de sus alumnos y de la sociedad en general. Dicho esto, me voy a permitir pasarles lista por última vez: Cuarto año de Educación Preescolar: Alarcón Castillo Liliana Karime…”.
En la víspera, el maestro Baltazar Anaya Rodríguez nos invitó a acompañarle. Ayer lunes, 17 de junio de 2013 a temprana hora, en la plaza cívica de la respetable institución, fuimos partícipes de una ceremonia escolar muy emotiva, rindiéndose inicialmente honores a la bandera.
Antes del último pase de lista, el director de la institución, el maestro Hipólito León Reyes dio a los alumnos que egresan un mensaje alentador y muy sentido: Se acercó al micrófono y dijo:
 “… estaba pensando si ponerme triste o alegrarme. Tenemos suficientes motivos para las dos cosas. Primero, nos habríamos de poner tristes porque el espacio que nos dejan nadie jamás lo va a llenar, porque ustedes son, si no sabían, la generación número 51, a partir de que la Centenaria Escuela Normal del Estado salió del Colegio del Estado. 
A partir de 1962, empezó la primera, nuevamente, y más de 90 Generaciones a partir de 1869 a 1960. Serían ustedes algo así como la generación 148, por ahí, porque hubo tiempos en que esa institución suspendió clases, suspendió actividades, sobre todo en la revolución.
Debo sentirme contento y satisfecho –siguió diciendo el maestro León Reyes-. Debemos sentirnos contentos y satisfechos porque en este barco no voy solo, van también nuestros queridos profesores, vamos con ustedes, somos los corresponsables de ustedes, somos las personas que al final de cuentas pusimos algo en cada uno de ustedes, por ello sí debemos sentirnos alegres, satisfechos, porque lo que hoy entregamos, mañana y pasado mañana y en el futuro entregamos a la sociedad son estudiantes conscientes, sobre todo eso, hay que destacarlo, porque un movimiento como el que ustedes hicieron, no lo hace cualquiera. Son estudiantes responsables y sobre todo son, garantizo yo, estudiantes preparados para atender la escuela y preparados para la vida.
Por eso debo sentirme orgulloso, hoy, en esta mañana tan esplendorosa, tan bella, en esta mañana donde después del sacudión que nos dio el mundo hace muy poco, se presenta esta posibilidad de resarcir emocionalmente nuestra situación. Quiero no dejar pasar la huella que también han dejado algunos maestros que hoy están con nosotros. El maestro Baltazar Anaya Rodríguez, pero también quiero destacar la presencia de un personaje en el periodismo, don Héctor Contreras Organista, que está aquí, con nosotros y que humildemente está de pie por ahí. Bienvenido maestro”.
Hasta ahí las afortunadas intervenciones de dos grandes del magisterio guerrerense: El maestro Hipólito León Reyes y don Baltazar Anaya Rodríguez. Gracias por las atenciones inmerecidas de que fuimos objeto. El padrino del 4° año “A” en la Licenciatura de Preescolar, las invitó a almorzar y se nos distinguió para también acompañarles. Gracias y mucho éxito a las nuevas educadoras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.