jueves, 8 de agosto de 2013

PRIMERA PLANA

Precariedad y pobreza de 
los habitantes de Copala  

Andy García Jr. COPALA, GRO.--La vida no siempre es fácil para todos, hay quienes les toca atravesar por una situación complicada y lamentablemente no todos tenemos un corazón noble y la compasión para apoyar al prójimo que se encuentra en desgracia, por lo que esa persona subsiste en una situación de precariedad y descobijo total.  

Hace unos días a las oficinas del Ayuntamiento de Copala, que encabeza Sadot Bello García, llegó una noticia conmovedora para el personal de la comuna;  dos discapacitados solicitaron apoyo por parte del gobierno municipal, ya que se encuentran en una situación de pobreza extrema, donde muchas veces no tienen ni para comer y requerían de la ayuda del gobierno local. 
Al tener conocimiento de lo anterior, personal de la Secretaría de Desarrollo Social junto al titular de la Secretaría general de Gobierno, Adolfo Castro Mayo, se trasladaron al domicilio de esta humilde pareja de ancianos, quienes son un ejemplo de vida, ya que en todo momento pese a las condiciones en las que se encuentran, se aferran a la vida y disfrutan cada momento que pasan juntos, pero la mayor sorpresa es que en esa vivienda hay una leyenda viva del municipio de Copala. 
Ramona, como se le conoce a la señora, a pesar de que no puede hablar, era quien más disfrutaba los días de fiesta que se realizaban en antaño en la localidad. Aquella mujer que no se cansaba de bailar, algunas veces era el martirio de los niños por que debido a su discapacidad de no hablar, intentaba comunicarse con ellos a toda costa; en ese tiempo en que Ramona se divertía, aún podía atender a su esposo quien no puede ver, sin embargo, ahora Ramona está postrada en una cama y su destino parecía fatal. 
No obstante, su esposo con todo el esfuerzo lleva el sustento de la casa, pero en ocasiones no pueden siquiera llevarse el alimento a la boca, ya que en su pequeña morada no cuentan con lo suficientes para sobrevivir. Personal del municipio de Copala visitó a los ancianos, quienes se alegraron por platicar con alguien, ya que no tienen hijos y rara vez reciben a alguna persona en su vivienda.  
Una verdadera motivación fue observar la alegría de estas dos personas que pese a sus carencias y discapacidades, no paraban de reír y externar su emoción de que por fin alguien había escuchado sus súplicas y ya se les iba a apoyar con despensas y atención médica, con el objetivo de mejorar su situación y que sirvieran de ejemplo para que las familias y la sociedad en general nunca se rinda, ni pierda la alegría que significa estar vivos.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.