SUMARIO

Sin derechos los infantes

indígenas de la montaña

Nicasio de Jesús Chepe.TLAPA DE COMONFORT, GRO.---Mientras que en las ciudades y en los países desarrollados se habla y se defiende los derechos de los niños y niñas, en esta Región  Montaña, los infantes  se involucran en las actividades cotidianas de sus padres y a temprana edad cumplen con lo que los adultos deberían de estar realizando para que el infante juegue, estudie y tenga un desarrollo con visión de futuro.

Lo incierto de la vida de los niños y las niñas en esta región de la Montaña, de los miles que son, a temprana edad caminan o se trepan en el burro o caballo en medio de la leña para llegar largos tramos a los pueblos que desean llegar junto a su familia. En muchos de los casos les amarran una silla o son colgados con el reboso en el lomo del caballo para equilibrar la carga.

Son muchas las peripecias de los infantes ante la pobreza en que viven miles de familias de esta región de la montaña, cuando las niñas se involucran a las actividades de la cocina y hacen tortillas en medio de los fogones que se colocan en la tierra, sin pensar de los peligros que se puedan presentar.

Son pocas las ocasiones que los niños están bien presentables, pese a que a la región de la montaña tiene suficiente agua para asearse, los niños y las niñas carecen de ropa, de juguetes y de la diversión constantes.

Las noches culturales de los días festivos y de algún acontecimiento de la comunidad, son cuando los niños y las niñas, se les ve una sonrisa que por mucho tiempo no cuentan. 

Los niños y las niñas de esta región de la Montaña, se les ve junto a sus padres también cuando migran a los estados agrícolas del país, abandonan sus escuelas en sus comunidades de origen.

El atraso en sus conocimientos básicos, es porque están más ocupados de cómo ayudarle a sus padres y se olvidan de que tienen sus derechos de tener lo más elemental para que se desarrollen. En sus propias escuelas muchos de los niños que son inteligentes y que tienen los mejores promedios no son becados, y no hay dependencia de los gobiernos que implemente algo para estimular el conocimiento.

En los lugares más apartados, los niños y las niñas no son atendidos por los maestros, ya que gracias a las corrientes político síndicales son abandonados en sus respectivos grupos, cuando los maestros van a la lucha por mejoras salariales o en el peor de los casos cuando los maestros están invadidos por el alcoholismo.

Los programas que se dicen implementar los gobiernos municipal, estatal y federal, son solo anuncios que en nada ayuda a los niños y niñas de esta región de la montaña (ANG)