jueves, 22 de mayo de 2014

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

Trae la “S” (como “Supermán” en el pecho; él en su publicidad) de Saúl y de Sagal. 
Su segundo apellido es Barrios. Su nombre completo: Saúl Barrios Sagal y es candidato a la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero, de 2014 a 2018. Anda en campaña para lograrlo.
Ayer estuvo en una conferencia de prensa del Sindicato de Redactores de la Prensa (Delegación 17) acompañado de otros maestros de esa Facultad y de algunos alumnos hablando a los periodistas de quién es y qué es lo que quiere lograr en caso de que se le otorgue el voto.
En la charla que tuvimos nos informó que nació el 14 de septiembre -¡Día del Charro!- de 1964, de padres guerrerenses. Se señora madre de la sierra y de la zona norte su papá. El nació en la colonia Nuevo Morelos, municipio de Jesús Carranza, Veracruz.

Fue en 1985 que llegó a Guerrero para formarse como profesional en Derecho, pertenece a la Generación 1985-1990 de la UAG.
Ha participado como secretario de Acuerdos de la extinta Comisión Agraria Mixta; asesor jurídico en la Defensa de los Campesinos del estado de Guerrero. Posteriormente Actuario del Tribunal Agrario con sede en Chilpancingo; Ministerio Público de la Procuraduría de Justicia del Estado 1998-2002; de este año al 2006 director jurídico del Consejo Estatal Electoral, de ahí en adelante Juez Electoral en el Tribunal Electoral del Estado hasta 2008. Se vuelve a incorporar al Instituto Electoral del Estado como asesor de la Secretaría General y regresa como juez del Tribunal Electoral del estado de Guerrero, cuya responsabilidad culminó hace dos meses, para estar en tiempo de competir como candidato a la Unidad Académica de Derecho, además de ser abogado postulante durante buena etapa de su carrera profesional. Tiene más de dos décadas como maestro de la Escuela de Derecho.
De entre las actividades que considera faltan por realizarse, revisarse y actualizar en la escuela de Derecho están: Señalamientos de corrupción y ausentismo del personal académico; plan de estudios cuestionado y que no cuenta con la aceptación de los integrantes de la Unidad. Escasa producción de investigación de docentes y alumnos; deficiencia en los servicios que presta la Unidad Académica. Ausencia de Eventos académicos, culturales y deportivos. Nulo servicio de internet en las distintas áreas de la Unidad. Expendios de alimentos que no reúnen las condiciones de higiene; inexistencia de áreas verdes. Ausencia de premios institucionales al aprovechamiento de los estudiantes. No existe seguimiento de egresados.
Propone iniciar la reconstrucción del buen prestigio de la Unidad Académica ante la sociedad; atacar frontalmente la corrupción, ausentismo y simulación; creación de instituto de investigaciones jurídicas; suscripción de convenios para el desarrollo de las prácticas profesionales; rescate del Bufete Jurídico Gratuito; impulsar el uso de las nuevas tecnologías de la información, como parte integral de la formación profesional. Seguro está que con la “S” de Sagal, sí se puede!!!

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