miércoles, 28 de mayo de 2014

COLUMNA

Lectura Política
Noé Mondragón Norato

Aguirre: factor de unidad en la izquierda

Como respuesta a la reunión del alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, con el senador Socorro Sofio Ramírez Hernández y el secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso –que le metió mucho prurito a la unidad y fortaleza del PRD y de las izquierdas-, el presidente del Consejo Estatal del PRD, Ilich Lozano Herrera, le secuestró por seis horas el palacio municipal al actual munícipe porteño. Fue una jugada demasiado obvia. Porque el pretexto para la toma del palacio municipal por parte del también ex diputado federal plurinominal,
vástago de la actual secretaria de la Mujer, Rosario Herrera Ascencio, y militante activo de la tribu Nueva Izquierda (NI), fue hasta cierto punto, injustificable. Es más: Lozano Herrera ni sabía el motivo de la protesta. Tuvo que pedir 20 minutos de tregua para consultar con “los inconformes”, acerca de sus demandas. Vino luego la clausura temporal del ayuntamiento de Acapulco, por parte de Efraín Rey Fuentes López, quien fuera director de Tránsito en la administración municipal encabezada por Félix Salgado Macedonio. Lo cual se lee como una presión también del auto llamado “toro sin cerca”, quien ha mandado señales en el sentido de querer participar también como precandidato a gobernador. Le guiña el ojo al peje López Obrador. Y trasciende que éste último también estaría en la senda de seguirle ese juego, durante su próxima visita a la entidad. Pero hay otras lecturas asociadas a la movilidad de varios actores políticos de la izquierda.
AGUIRRE: FACTOR DE UNIDAD.- El gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, dio una lección de política: asistió al informe de labores del senador perredista, Armando Ríos Piter. Pero uno de sus cuadros políticos –el senador Sofio Ramírez- se reunía casi a la misma hora, con Luis Walton y Lázaro Mazón. Lo cual se lee en una sola vertiente: el actual mandatario estatal aparece como el único que puede garantizarle la unidad a las izquierdas. Los argumentos son al menos, tres: 1.- Algunas tribus en el PRD parecen converger hacia el proyecto del senador zeferinista, Armando Ríos. Incluida Nueva Izquierda (NI) y Grupo Guerrero (GG). Sin embargo, en la pasada elección de gobernador, ninguna de ellas impulsó un cuadro político ganador para la disputa por el gobierno estatal en la elección de enero de 2011. Dependían en gran medida del diputado federal, Armando Ríos, una creación política legítima del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, quien pese a ello, no les garantizaba el triunfo ante la gestión desastrosa del primer gobernador del PRD. Por eso apelaron a la postulación de Ángel Heladio Aguirre Rivero, como candidato a gobernador. Fue factor de unidad de la izquierda aun sin ganar la elección. Y hoy que se aproxima al epílogo de su gestión, es indiscutible que también lo será. Pero en una proporción mayor. 2.- Sin rupturas ni enconos al interior de la izquierda, el gobernador Aguirre mantuvo los equilibrios políticos entre las tribus perredistas, con el fin de que en la pasada elección federal de julio de 2012, el PRD se alzara con el triunfo en la mayoría de las alcaldías y diputaciones locales. También en las dos senadurías y las nueve diputaciones federales. Son divisas políticas que, quiérase o no, tendrán un peso político indiscutible en la definición del próximo candidato a gobernador no solo del PRD, sino de la izquierda toda. 3.- Los actuales dirigentes nacional y estatal del PRD –Jesús Zambrano Grijalva y Carlos Reyes Torres-, saben que enfrentan un escenario político electoral muy diferente a cuando ocurrió la postulación de Aguirre como candidato a gobernador. Están conscientes que el escenario de la derrota electoral rondaba con fuerza al PRD en aquella memorable elección. También que el gobierno de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, había dividido profundamente a las tribus y zanjado animadversiones internas cuya cicatrización llevaría mucho tiempo. Y en ese inter, el PRI retornaría al gobierno estatal. Pero sobre todo, están ciertos de una sola cosa: a diferencia de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, Ángel  Heladio Aguirre Rivero es un personaje que sí hace política. La entiende y aplica en tiempos, momentos y circunstancias. Por eso es evidente que la unidad del PRD, la izquierda, y hasta una eventual derrota o prolongación del PRD en el gobierno de la entidad, atravesarían por la unidad propuesta por el actual mandatario estatal. Está convertido en el eje político articulador. Lo acaba de demostrar.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Sin estar reconocida por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ni por el propio rector de la UAG, Javier Saldaña, la Maestría en Comunicación estaría haciendo la diferencia en la elección de director en la Unidad Académica de Comunicación y Mercadotecnia (UACOM). Lo cual convierte en impugnable esa votación, por lo apócrifo e inválido de esos votos. Y votaron también los empleados de confianza del rector. Lo curioso es que detrás de esa Maestría, aparece de nuevo la mano de la cubana, Neysi Palmero Gómez, quien le hizo otra vez el juego sucio al rector y a su corriente el Fredeuag. La educación superior en Guerrero, refrenda así una de sus más agudas crisis de calidad. Y el continuismo de la simulación académica. dragonato@hotmail.com 

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