martes, 17 de junio de 2014

COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

 Dos mujeres, un camino
El asunto de la iniciativa gubernamental para despenalizar el aborto le está metiendo mucho ruido a la agenda política. Y por la forma en que se calienta por anticipado el horno electoral, es previsible que muchos actores intenten llevar agua a su molino en la actual coyuntura. Explotándola a fin de alcanzar su siguiente parada de poder. Y de paso, arrastrando la simpatía de la grey católica y de otras sectas religiosas, cuyo único interés consiste en mantener intactos sus privilegios. En este caso, el control y dominio de sus respectivos rebaños por medio de la defensa a ultranza de iniciativas, que ellas venden como atentados hacia toda la sociedad. Pero que son útiles también para ciertos actores políticos. Basta con pulsar los hechos.

INTERESES POLÍTICOS DE DOS MUJERES.- Son dos mujeres las que coyunturalmente, se instalaron en la defensa de la religión y de todos sus preceptos. Y asumen a su vez, como servidores públicos. Es decir, un interés social, lo entreveran con sus intereses individuales. Así lo han dejado de manifiesto en reiteradas ocasiones. Porque evalúan de algún modo, que desde su trinchera pueden ejercer presiones y mover voluntades. Y es también su boleto para alcanzar el siguiente objetivo de poder en su agenda personal. Su movilidad se aprecia desde lejos: 1.- La diputada local priísta por la vía plurinominal, Julieta Fernández Márquez, está desatada. No solo ha trasgredido el recinto legislativo al ordenar el acceso de los correligionarios de su secta al interior del mismo, sino que además, promovió una oración colectiva dentro de ese recinto  en contra de la iniciativa gubernamental para despenalizar el aborto. Al hacerlo así, lo utilizó como templo religioso. Y ni el presidente de la Comisión de Gobierno, el perredista Bernardo Ortega Jiménez, ni el coordinador de los diputados tricolores, Héctor Apreza Patrón, le llamaron la atención por ese atropello al estado laico. Menos  acordaron una sanción contra la legisladora. El punto es que Julieta Fernández –esposa del diputado federal tricolor, Manuel Añorve Baños- está empeñada en convertirse en la candidata del PRI a la alcaldía de Acapulco. Y su adhesión al movimiento religioso que busca anular la iniciativa para despenalizar el aborto, lleva toda la intención de canalizar esas simpatías a su proyecto de poder. Por eso propuso recientemente “una consulta popular” sobre ese espinoso asunto. Lo curioso es que no propuso en su momento esa consulta, para que se auditaran los recursos de las comunas –como la de Acapulco, que gobernó su cónyuge y dejó en quiebra financiera-, ni tampoco sobre la Reforma educativa y hacendaria, que les pegó con mucha fuerza tanto a mentores como a ciudadanos comunes. Y así, la legisladora local tricolor observa en realidad, el privilegio de sus intereses políticos, no el auténtico beneficio común. 2.- La otra fémina que opera sus intereses personales desde el Congreso local, es la perredista Ana Lilia Jiménez Rumbo. En su calidad de Presidenta de la Comisión de Equidad de Género, estaba obligada a emitir, con altura de miras y dejando de lado sus convicciones religiosas, un voto a favor de la iniciativa para despenalizar el aborto. Incluso, es su partido el PRD, el que propone y apuntala en su calidad de instituto de izquierda y de vanguardia democrática, esa iniciativa. Pero Ana Lilia privilegió sus intereses políticos de tribu –el dirigente de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez es su hermano-, sus personales religiosos, y su siguiente objetivo de poder: la candidatura perredista a la alcaldía de Zihuatanejo. Por eso y al igual que la priísta Julieta Fernández, defiende su postura sobre el rechazo a dicha iniciativa. Hace ruido sobre el tema. Levanta olas y se sube a la cresta de las mismas. Y de esa forma se instaló en contraflujo a los intereses políticos no solo del gobernador Ángel Aguirre, sino de todas las demás tribus del PRD. Incluso, de su dirigencia nacional a quien le debe su arribo como legisladora local. Pero como todo en política es negociable, Ana Lilia depende de aquello que logre abrir su hermano al interior del PRD, el polémico David Jiménez. En ese paquete va incluida su eventual postulación como candidata perredista a la alcaldía de Zihuatanejo. Aunque para muchas tribus en realidad, se le está cayendo. Las dos féminas están instaladas en el centro de la controversia. A ver si es cierto que la coyuntura logra catapultarlas más arriba. O termina por hundirlas.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán, tiene la mira puesta en cercenar derechos laborales ya ganados, a los trabajadores académicos de la UAG. Y la reunión regional del Sindicato de Trabajadores Académicos (STAUAG) del próximo jueves, tiene esa intención. Se medirá de esta forma, el compromiso real de dicho sindicato con los docentes universitarios. O su absoluta entrega a los brazos del rector.
dragonato@hotmail.com

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