lunes, 30 de junio de 2014

PRIMERA PLANA

La encrucijada de la UAG,
quema de libros y Ceneval 

José Luis Méndez Castro.--La semana pasada dos noticias ocuparon la atención en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), por un lado la polémica creada por la “quema del libro”, que se llevan a cabo en las unidades académicas, y la presentación del examen del Ceneval.
En el caso del primer tema, es más que evidente que la “quema del libro”, ha dejado muchos comentarios, sobre todo porque se queman libros al viejo estilo del fascismo alemán.
Basta ver el lamentable espectáculo que dejaron los egresados de la Unidad Académica de Derecho, y de Ciencias de la Comunicación y Mercadotecnia, en Chilpancingo, y la de Ciencias Sociales en Acapulco.

En las dos primeras dos escuelas, rodaron los mezcales al por mayor tanto en los planteles como en las instalaciones  de la feria en donde fue una constante ver a las jovencitas egresadas, futuras abogadas, y periodistas, haciendo de las suyas bajo los influjos del alcohol.
En tanto que en Ciencias Sociales de Acapulco, hasta dos heridos hubo durante los festejos, lo que incluso llevó al rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán, a proponer la suspensión de las llamadas “quema del libro”, lo cual es sensato en una institución superior.
No hay que perder de vista el papel que en estos festejos juegan también los grupos de la delincuencia organizada, que también han penetrado en las escuelas de la UAG, tanto de Acapulco, Chilpancingo, y sobre todo en la Tierra Caliente, en donde se daban el lujo de extorsionar a maestros y a los alumnos.
El segundo tema, también que se presenta cada año es el examen del Ceneval que se practica en las escuelas del nivel medio superior y superior, que a todas luces es una trampa para los jóvenes que ven truncadas sus aspiraciones de continuar sus estudios, orillándolos al desencanto y a la incorporación a los grupos de la delincuencia organizada.
En esta ocasión al menos 32 mil jóvenes presentarán el examen del Ceneval, que de entrada es anticonstitucional, y violatorio de la autonomía universitaria, porque lo aplican empresas privadas con el consentimiento de la Secretaría de Educación Pública.
Para preparatoria se repartieron 18 mil fichas en los 44 planteles de la UAG, aunque 2 mil muchachos serán rechazados.
Más complicada y preocupante es lo que sucederá en las unidades académicas en donde se distribuyeron más de 13 mil fichas, lamentablemente 6 mil jóvenes no podrán ingresar a ninguna escuela superior de la UAG.
Cada año se presenta esta situación, sin que el Consejo Universitario de la UAG, encuentre una solución a la demanda estudiantil. Lejos están los tiempos, en que la universidad con su acertada política de puertas abiertas, daba entrada a los hijos de los campesinos y obreros, no solo de Guerrero, sino de muchas partes de la entidad.
Gracias a la UAG, miles de jóvenes de origen humilde pudieron cursar sus estudios, algunos hasta gobernadores y funcionarios del gobierno han sido, otros hasta rectores lo son ¿por qué no dar las mismas oportunidades que tuvieron éstos políticos de hoy, a los miles de rechazados?.
El fallecimiento de un estudiante de la unidad Acadèmica de Ciencias Sociales de Acapulco que fue baleado junto a otros de sus compañeros el pasado viernes, nos confirma lo irracional de estas pràcticas de “quema del libro, algo se debe hacer para terminar con esto ¿no? 

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