COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

 -.¿Por qué aferrarse al poder? -.De charro se volvió traidor de la CETEG. -.Indudablemente, Préstegui Vargas sigue sirviendo al Estado.

 ¿Por qué aferrarse al poder?; eso nos preguntamos ahora que hemos visto cómo, Ponciano Préstegui Vargas se afianza a la Dirección de la Universidad Pedagógica Nacional, UPN, Unidad 121, ubicada en Chilpancingo; cuyo nombramiento ha sido duramente cuestionado, principalmente, por el personal institucional que aún prevalece en la institución, presuntamente formadora de maestros; por ahí leímos un desplegado en el que se “sacan” los trapitos al sol, firmado por varios exdirectivos, acusando al líder sindical, cetegista desertor y arrepentido, Benito Alberto Ucan Tun,

a quien acusan de haber utilizado el poder del SNTE para hacer de las suyas; claro está, los señalamientos que se le hacen son secretos a toda voces; no obstante, el tal Préstegui Vargas no canta mal las rancheras, pues entre ellos se conocen; como quien dice, cada quien tiene cola que le pisen; nosotros conocimos a Ponciano Préstegui Vargas allá por el año de 1989, cuando se iniciaba la llamada Primavera Magisterial que provocó la caída del eterno líder moral del SNTE, Carlos Jonguitud Barrios; en ese entonces, el ahora presunto directivo de la UPN 121, era un vil aviador de la Secretaría de Educación, incluso, hacía como que trabajaba y se refugiaba en las oficinas del ayuntamiento de Quechultenango; a nosotros nos tocaron los momentos en que el ahora vilipendiado mentor, micrófono en mano, se ponía a vociferar en contra del magisterio democrático de Guerrero y justamente, cuando se realizó una manifestación en esa cabecera municipal, Préstegui Vargas estuvo a punto de provocar un enfrentamiento entre el magisterio y la ciudadanía, ya arengó a la gente para que repudiara el movimiento de protesta que hacía el magisterio y que, posteriormente, resultaría con la fundación de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, CETEG; extrañamente, unos años después, volvimos a encontrar a Ponciano Préstegui “laborando” como auxiliar de Silvestre Plancarte Mondragón, a quien seguramente le vio “la cara” para que éste lo acogiera dentro de las filas magisteriales y quedara como personal de apoyo en la Secretaría de Finanzas del Comité Ejecutivo de la Sección 14 del SNTE; de ahí, pa’l real: Préstegui Vargas supo capitalizar todo el tiempo que tenía disponible para prepararse académicamente y mientras muchos mentores tenían problemas para estudiar la Licenciatura o la Maestría, gracias a la beca que logró el ahora repudiado directivo formal de la UPN tuvo el tiempo suficiente para “estudiar”, claro está, esto es un derecho de todo trabajador, esto no se cuestiona, sino la manera tan mañosa y “aprovechativa” que uso para hacerlo; Ponciano Préstegui, después de ser un tapete del sistema, utilizando su piel camaleónica, se volvió un maestro democrático a su propia conveniencia, de tal forma que se unió a otros desertores cetegistas para que lo encumbraran dentro de la UPN y hay alguno por ahí que lo ayudó para que formara parte del personal del Módulo de Chilapa de donde ahora, “sale” para ocupar la dirección de ese plantel; ¿por qué aferrarse a un cargo, cuando se es rechazado por sus propios compañeros trabajadores?; la respuesta resulta obvia: simple y sencillamente, Préstegui Vargas sigue sirviendo al Estado, pero ahora se enfrenta a gente del Estado, gente institucional y, por tanto, la lucha va a seguir dentro de la UPN, pues entre ellos se conocen sus malas mañas, se conocen entre sí, olvidándose que “perro no come carne de perro”; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com