miércoles, 1 de julio de 2015

COLUMNA

 Cosmos

Héctor Contreras Organista

MARTIN ORTIZ VALLE Y “LA FAMILIA MUSICAL”
Si viviera, hoy estaría cumpliendo 68 años de edad nuestro apreciado amigo Martín Ortiz Valle quien un pasado mes de diciembre rindió tributo a la madre tierra en medio del dolor de sus seres queridos, esposa, hijos y de infinidad de amigos quienes le dimos el último adiós con profundo dolor.


Martín fue un trabajador entusiasta desde su juventud. Se desempeñó como empleado en la dirección de Pensiones cuando el jefe era el profesor Gildardo Valenzo Mirada. También laboró en la Universidad Autónoma de Guerrero donde llegó a ser exitoso dirigente sindical de sus compañeros trabajadores. Tuvo un programa de radio semanal en Radio Universidad Autónoma de Guerrero.
  En su día cumpleaños familiares y amigos llegábamos a su hogar a patentizarle los afectos y a agradecerle la bondad de su fina amistad. Tenía el cariño de sus familiares de la tierra caliente de Guerrero, en su mayoría artistas distinguidos como lo fue su tío don Juanito Cortés, maestro de música en el jardín de niños Juan Álvarez, en los años 50, padre de Abercio Cortés, músico que recorrió por años el mar Tirreno y el Caribe, tocando con su “Familia Musical” a bordo de cruceros, y todos ellos llegaban como este día, a felicitar a Martín en su casa de Chilpancingo.
 Abercio Cortés Ramírez, su primo hermano, fue director fundador de la inolvidable orquesta “Educación”, sobresaliendo Juan, su también famoso hermano guitarrista y gran basquetbolista del Colegio del Estado que muchos amigos recuerdan, y su hermana menor: Gilda, conocida así artísticamente por su voz maravillosa lo mismo que Rosi. 
 Martín Ortiz Valle fue hijo de aquel revolucionario y periodista, combativo campesino de tierra caliente y hombre de letras, don Herminio Ortiz Chamú, quien para Diario de Guerrero – el de a de veras- escribía hace años su columna “Removiendo Escombros”, que firmaba con el pseudónimo de “Exterminio”, sustituyendo así su nombre de Pila: Herminio. Fue de una trayectoria tan relevante que alguna vez fue entrevistado para la primera plana de Excélsior, por un gigante de la comunicación: Manuel Mejido quien vino a Chilpancingo exclusivamente a entrevistar al buen viejo Chamú en su puesto de libros sobre la calle 16 de septiembre. 
 En aquellos años cincuenta y sesenta del siglo pasado, como muchas otras, la familia Cortés de tierra caliente obligadamente tenía que buscar y encontrar otros horizontes y superación en diversos lugares. Fue así como Abercio y Juan, principalmente, anduvieron fuera de México durante años, trabajando en travesías de trasatlánticos, tocando música de todo tipo para auditorios exigentes lo mismo en el Caribe que en las costas de Italia. 
Martín, además de escribir y editorializar, disfrutaba de algo que se le daba con increíble facilidad, las relaciones públicas. En su momento nos hizo favor de escribir la presentación de un libro que con motivo del 50 aniversario de Los Caídos del 30 de diciembre de 1960 en Chilpancingo, nos editó la Universidad Autónoma de Guerrero. 
Con él y un grupo de jóvenes de los años 60 participamos en algunas obras teatrales dirigidas por el maestro Carlos Rodríguez Díaz.
Por cuestiones políticas que derivaron de la obra teatral “Paracaidistas al Cielo”, escrita por el propio Rodríguez Díaz y que cubrió una breve temporada, fuimos echados del Teatro Universitario. 
Con el maestro Carlos, Martín y un grupo de inquietos nos fuimos a refugiar a La Casa de la Juventud de Guerrero donde se montó la obra “El Sueño de una Noche de Verano”, de William Shakespeare, con la que se inauguró el teatro que hoy lleva el nombre de don “Eduardo Neri”, en esa institución dirigida en aquel entonces por el licenciado Armando Herrera Fonseca.
Martín participó con entusiasmo a favor de las actividades sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero en todo tiempo y en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, Delegación 17 de Chilpancingo, a partir de 1983.
Los hijos de don Herminio Ortiz Chamú y esposa fueron Martín Lucino (+); Leonor; Herminio Roberto (+); Artemio (+); Ruffo; Sabina Sirenia; Dominga y Virgilio.
Hoy, con este breve relato, recordamos al amigo, parte de su vida productiva y su gran amistad.
Este día, a las 7 y media de la mañana, familiares y amistades, encabezados por su esposa y por sus hijos, se reunieron en el panteón municipal de Chilpancingo, para cantar frente a su tumba “Las Mañanitas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.