lunes, 31 de agosto de 2015

ARTICULO

¡¡No más feminicidios!!

Elefante blanco la Semujer
ante constantes feminicidios

 Wendy Alanis.-Lamentablemente la violencia de género no sólo en el estado de Guerrero donde además se conjuga con los “usos y costumbres” de algunas comunidades o regiones, es una terrible constante en todo el país y el mundo entero.

Desde los tiempos antes de la era cristiana se tuvo por costumbre que los hombres tuvieran varias esposas y que las mujeres fueran compradas, ejemplo de ello es el “Rey David” que compró a una mujer llamada Mical por cien prepucios de filisteos, convirtiéndose esto en una tradición que ha perdurado hasta nuestros días causando estragos en el género femenino.
Específicamente en nuestro estado; en regiones como la montaña se sigue conservando esta nefasta usanza pues mujeres de todas edades son vendidas al mejor postor, incluso niñas de tan sólo nueve años son entregadas a hombres ya maduros para su explotación física y sexual, sin que exista el más pequeño índice de dolor por las vejaciones cometidas en la humanidad de una mujer, llegando incluso a morir sin que su muerte sea vista como un crimen pero en países como Irak, donde existen grupos radicales como los llamados talibanes que actúan con prepotencia y extrema violencia hacia el género femenino, las mujeres son dilapidadas, humilladas, castigadas y encarceladas hasta por el simple hecho de haber salido a la calle sin la compañía de un hombre y no olvidemos el grupo extremista “Boko Haram” creado en el año 2002 que además de terror ejerce violencia sexual en las mujeres que secuestra, obligándolas así a procrear.
Siendo toda ésta ideología ya un vejestorio no ha hecho otra cosa que crear un lastimero concepto de la mujer pues ha provocado que sólo sea vista como un objeto sexual, como un ente que sólo existe para servir y servir sólo al género masculino aunque sea en condiciones de esclavitud y violencia o como un ser inferior al llamado sexo opuesto, utilizándonos también sólo para procrear.
Prueba de todo ello es una mujer que fue macheteada en días pasados por su propio esposo al no querer obedecer sus órdenes, hechos sucedidos en la pequeña ciudad de Tixtla, cercana a la ciudad de Chilpancingo pero más lamentable aún es que dicha mujer no quiera presentar cargos en su contra, alargando con ello la violencia que padece en su propio hogar, además de las dos mujeres que fueron asesinadas en la comunidad de Chilapa.
Quizá este tipo de actos cada vez serían menos si se cambiara ésta cultura patriarcal y violenta que ha subsistido desde tiempos inmemorables y si se pensará en castigar la violencia de género o intrafamiliar como un delito perseguido de oficio y no sólo por querella, implementando también talleres que sensibilicen a la sociedad, sobre todo en los puntos rojos de la violencia de género, educando sin violencia ni machismo a niños y niñas.
Pero tristemente por encima de toda ésta barbarie en contra de las mujeres, tenemos una “Secretaría de la Mujer” creada en la administración de José Francisco Ruiz Massieu que avanza a pasos lentos y de manera ineficaz en la procuración de la defensa de la mujer pues como bien se dice “cuerpo femenino no garantiza equidad de género” y éste es el caso de dicha secretaría donde las mujeres encargadas de atender a una mujer que ha sido violentada son las primeras en negar una correcta atención teniendo además una actitud de prepotencia.
Tal es el caso de la Delegada de la Secretaría de la Mujer en la zona norte, Minerva Onofre y subalternas, quienes brindan de mala gana una debida atención a las usuarias, alargando de ésta manera la violencia de género.
La Secretaría de la Mujer a éstas alturas debería ser ya el principal mecanismo defensor de toda aquella mujer en situación vulnerable o violentada, sin embargo ni siquiera ha sido capaz de crear o exigir la creación de una ley en favor de la mujer y en últimas fechas tampoco ha sido capaz de pronunciarse para que Guerrero sea declarado en “Alerta de Género” por todo esto más bien parece cómplice de la violencia hacia la mujer y un gran “elefante blanco”. 

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