jueves, 17 de septiembre de 2015

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Olvido oficial a 2 años de
 la tragedia meteorológica

--Comenzó el negro viernes 13, la clase política se emborrachaba en Casa Guerrero
--Duró el diluvio hasta el 20 de septiembre 2013, sin cifras verdaderas hasta hoy

1 de 2 partes

Javier Francisco Reyes/API.—Cuando se están cumpliendo dos años—cuarto día-- de la tragedia meteorológica provocado por la dupla “Ingrid” y “Manuel” en el estado de Guerrero, hay olvido oficial de los tres niveles de gobierno, ni por asomo han hecho referencia o un acto conmemorativo por la irreparable pérdida de decenas de seres humanos durante ocho días del diluvio que se registró del 13 al 20 de septiembre del 2013.

Cuando todo mundo estaba incomunicado hace dos años, como hoy 17 de septiembre, nadie sabía de la magnitud de la gran tragedia del diluvio del 13  y que concluyó el 20, durante esos ocho días de agua solo había muertos, damnificados y daños materiales incuantificables. 
Las autoridades estatales con sus invitados acompañados con mariachi, estaban enfiestadas en la residencia oficial  “Casa Guerrero”, hoy en día nadie se acuerda, solo algunos afectados realizan protestas aisladas, además ya casi no se sabe de las inversiones del llamado “Plan Nuevo Guerrero” que se encargaría de la reconstrucción de la entidad suriana.
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, recuerda  que ese 13 de septiembre amaneció nublado, con amenazas de lluvias, cuando atardecía comenzaban a caer las primeras y escasas precipitaciones, en tanto en el centro de la capital del estado, después de las 18:00 horas en la catedral de “Asunción de María” se realizaba la ceremonia solemne por el Congreso local, con motivo del primer Bicentenario de la promulgación de los Sentimientos de la Nación por el generalísimo José María Morelos y Pavón.
Ese día, principalmente como a las 20:00 horas comenzó arreciar la lluvia, pero nadie se ocupó del reporte meteorológico  por funcionarios de los tres niveles de gobierno, principalmente de Protección Civil, porque no hubo ninguna alerta, en tanto los contingentes de invitados se trasladaban a la residencia oficial de “Casa Guerrero” para la cena.
Sin embargo el mismo viernes 13 por la mañana, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, confirmaba que la  formación de la tormenta tropical y que más tarde se convertiría huracán “Ingrid”, se había formado en el sur del Golfo de México cerca de la costa mexicana. 
A las 11:00 horas local (16:00 GMT) el centro de “Ingrid” se ubicaba a 95 kilómetros al sureste de Tuxpan, Veracruz, y tenía vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora.
El sistema se desplazaba en dirección oeste a una velocidad de cuatro kilómetros por hora y no se preveía que se convierta en huracán y con estos antecedentes no hubo mucha atención de los riesgos posibles.
Nadie hizo caso de ello, la clase política de Guerrero que había asistido a la ceremonia presidida por los diputados de la LX legislatura local, en el centro de Chilpancingo,  la mayoría de ellos se trasladaron a la residencia oficial de “Casa Guerrero” a la cena que había invitado el entonces gobernador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Angel Heladio Aguirre Rivero. Eso sucedió después de las 20 horas,  y en la medida que avanzaba la noche del 13 de septiembre del 2013, se intensificaban las lluvias y en el interior de la residencia comenzaba el consumo en cantidades industriales de bebidas alcohólicas para que se emborracharan los representantes de los tres poderes del estado e invitados especiales, incluyendo el representante presidencial a la ceremonia de los Sentimientos de la Nación, un subsecretario de Desarrollo Social, en medio de una ostentosa pachanga con el acompañamiento del infaltable alegre mariachi.
Esto, luego de haber celebrado la ceremonia solemne de los primeros 200 años de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac, en la iglesia de “Asunción de María” en el centro de Chilpancingo, y ese día los diputados de la LX legislatura local habían entregado la presea “Sentimientos de la Nación” en post mortem al ex presidente de la Comisión de Gobierno de la LIX legislatura del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Armando Chavarría Barrera y la recibió su esposa  Martha Obeso Cásares con algunos reclamos a los presentes de que no había justicia.
Ese día, casualmente “Viernes 13” y cuando cae en cualquier mes esa fecha, se toma como un día de mala suerte, así lo clasifican en la mayoría de las culturas occidentales y en el caso Guerrero, ya está demostrado, dejó infinidad de damnificados, muertos y daños materiales.
Existen supersticiones similares en otras tradiciones; particularmente en Grecia y países hispanohablantes, el martes 13 tiene el mismo papel, al igual que el viernes 17 en Italia. El miedo a los viernes 13 se llama collafobia o friggaatriscaidecafobia, siendo una forma espeluznante de Triscaidecafobia, o Trezidavomartiofobia, que es la fobia al número 13.
En el caso de Guerrero, también coincidió que era  el año 2013. Ese día viernes 13 de septiembre, se hizo presente la dupla meteorológica “Ingrid” y “Manuel”, comenzaron a pegar en tierras guerrerenses, en tanto el Gobernador perredista Ángel Heladio Aguirre Rivero era el gran anfitrión de una cena con motivo del bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac y los Sentimientos de la Nación.
La tragedia apenas se asomaba a la entidad. Miles de comunidades, se sabe ahora, no fueron avisados ni por las autoridades estatales ni por las federales de qué magnitud era la tormenta.
Era la noche del viernes 13 de septiembre de 2013. Ángel Heladio Aguirre Rivero había organizado una cena de mucho mundo. Todos sus amigos, o casi todos, estaban allí. Mariachis, un arreglo de flores en la mesa central. Risas, tragos, camaradería. Oficialmente, la reunión era para conmemorar “el bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac y los Sentimientos de la Nación”.
El huracán “Ingrrid” y la tormenta “Manuel” comenzaban a golpear el estado de Guerrero. Miles de pueblos y comunidades, a esas horas, ya habían quedado incomunicadas. Los cerros se ablandaban y los ríos, furiosos, se desbordaban. Las carreteras estaban, en ese momento, cubiertas de lodo. Y los ciudadanos no sabían el tamaño del meteoro porque ni el gobierno de Aguirre Rivero ni el de Enrique Peña Nieto les habían avisado. Pero la fiesta seguía.
Pero el Gobernador celebraba. Era, según los mismos boletines de prensa difundidos, una cena de gala. Al evento asistieron dos ex mandatarios guerrerenses, parte del gabinete de Aguirre Rivero, senadores y diputados federales, muchos de ellos del Partido de la Revolución Democrática (PRD). También asistían funcionarios federales, varios de ellos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Pero esa noche del 13 de septiembre, Aguirre Rivero celebraba el inicio de las fiestas patrias que se prolongarían hasta el 16 de septiembre. Las fotos muestran arreglos y copas de vino.
El Alcalde de Chilpancingo, el priísta Mario Moreno Arcos, estaba contento allí aunque su ciudad, la capital del estado, en esos precisos momentos era arrasada. Compartía con el jefe de la Oficina de la Secretaría de Desarrollo Social, Ramón Sosamontes Herrera Moro, ex perredista vinculado a los videoescándalos. Aguirre departía con el presidente de la Comisión de Gobierno en el Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez, quien estaba sentado junto a René Juárez Cisneros, ex Gobernador. El secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo; el coordinador general del Ejecutivo, Humberto Salgado Gómez, los diputados locales  del PRI Héctor Astudillo Flores y Héctor Apreza Patrón, también brindaban, el primero ahora gobernador electo que tomará posesión dentro de 40 días y este último ex diputado local, pero se le señala como el futuro Secretario de Finanzas y Administración del próximo gobierno astudillista.
El invitado y que estaba en medio de la mesa central, era Rubén Figueroa Alcocer, el ex Gobernador acusado de haber ordenado la matanza de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, región de la Costa Grande, en junio 28 de 1995. Tras su renuncia, quien ocupó el cargo, como interino, el mismo Aguirre Rivero que ahora era el anfitrión y lo tenía ahora de invitado especial a la cena del 13 de septiembre de hace dos años.
También se encontraba el perredista Senador Armando Ríos Piter, los diputados federales del sol azteca Catalino Duarte Ortuño, Jorge Salgado Parra y el priísta Manuel Añorve Baños y en ese entonces Delegado de Sedatu, Héctor Vicario Castrejón, actual diputado del distrito 23 local en donde ganó con la coalición  PRI-PVEM, y que en breve dejará la bancada “verde” para irse a la del tricolor para completar la fracción de 20 miembros.
Asistió el subsecretario de Desarrollo Comunitario y Participación Ciudadana de la Secretaría de Desarrollo Social federal, Javier Guerrero García,  quien había traído la representación del Presidente Enrique Peña Nieto, quien dijo participó en la entrega de la presea Sentimientos de la Nación post mortem a quien fuera Diputado local perredista, Armando Chavarría Barrera asesinado el 20 de agosto del 2009.
En la ceremonia, el funcionario federal señaló: “Hoy a 200 años, sin duda, hemos logrado avances importantes, pero es necesario afrontar los retos para elevar el calidad de vida de los mexicanos; retomar su ejemplo, y llevarlos a la práctica”.
Tras recibir la condecoración, Martha Obeso Cázares, viuda de Chavarría, agradeció que en este día histórico se entregara la presea con la que se honra a hombres y mujeres que dejan huella por su espíritu de servicio.
Además recordó tanto a Aguirre Rivero como al representante de Peña Nieto que “el Estado mexicano y el gobierno de Guerrero deben garantizar la vida, la integridad física y el patrimonio de todos los ciudadanos y hacer que se respeten los derechos humanos que consagra la Constitución”.
Más tarde, a nombre del Congreso del estado, el Diputado Héctor Antonio Astudillo Flores, actual gobernador electo y que tomará posesión el 27 de octubre, en aquel viernes 13 de hace dos años, dijo a Aguirre Rivero: “Sabemos que gobernar Guerrero no es una tarea fácil; se necesita sensibilidad, habilidad y generosidad con el pueblo que tanto necesita la mano solidaria de sus gobernantes”.
COMENZARON LOS REPORTES DE LA TRAGEDIA
Tanto expertos como organizaciones en defensa de los derechos humanos han cuestionado el compromiso de las autoridades para hacer frente a los daños que ocasionaron las fuertes lluvias tras el paso de huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel”.
La noche del jueves 18 de septiembre, el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan denunció que los damnificados de la Montaña “han sido invisibilizados” pues “hasta la fecha no se han adoptado acciones gubernamentales para atender los daños que dejaron las recientes tormentas en esta región”.
“En la Montaña de Guerrero, cientos de comunidades indígenas permanecen incomunicadas por las inclemencias climatológicas. Es apremiante la situación que enfrentan comunidades Na’savi y Me’phaa de los municipios de Malinaltepec, Atlamajalcingo del Monte, Iliatenco, Cochoapa el Grande Metlatonoc, Tlacoapa, Acatepec y Copanatoyac, donde la gente está incomunicada y abandonada. Se han reportado accidentes y muertes de menores y adultos en Mixtecapa, Municipio de San Luis Acatlán, a causa del desgajamiento del cerro donde se encuentra asentada la comunidad”, dijo.
En las comunidades de Moyotepec y El Tejocote, del municipio de Malinaltepec, dijo la organización en un comunicado, las autoridades comunitarias han reportado más de diez muertes.  “En Tilapa y su anexo El Salto, pertenecientes al mismo municipio, se denunció una situación particular en la medida en que se han registrados accidentes hundimientos y daños a centenares de viviendas  así como destrucción de cultivos”.
“En Huehuetepec, del Municipio de Atlamajalcingo del Monte, el Cerro del Ixtle ha empezado a desgajarse y sus pobladores han salido de sus viviendas para refugiarse en los cerros aledaños pues no hay más caminos o espacios alternos; se teme que alrededor de 70 familias enfrentan el grave riesgo de que sus viviendas sean sepultadas”, agregó.
“Para Tlachinollan, los estragos causados por las lluvias en la Montaña son incuantificables por el momento, pues además de que no se han logrado precisar los fallecimientos y accidentes; al perderse la cosecha del maíz sembrado para la autosubsistencia en este ciclo agrícola, la mayoría de las comunidades de la región enfrentarán en el futuro inmediato una preocupante escasez de alimentos. Aunado a ello, las viviendas han sido arrasadas en muchas comunidades. La garantía de los derechos humanos a la alimentación y a la vivienda digna mediante acciones emergentes, en este contexto, resulta urgente”, señaló.
SALIO A DAR LA CARA AGUIRRE 7 DIAS DESPUES
Después de casi siete días de la tragedia en Guerrero, salió a los medios el día 19 de septiembre, Aguirre Rivero a dar un informe preliminar, pero sin imaginarse de la magnitud de tragedia que había dejado infinidad de daños y apenas alcanzó a señalar: 27 ríos desbordados y 32 carreteras dañadas por el paso del que, a decir del mandatario, fuera el peor fenómeno meteorológico. Aún más devastador que el huracán “Paulina”.
Según con los reportes oficiales, el paso del huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel” por la entidad afectó a más de 20 mil personas que tuvieron que ir a albergues temporales. Pero a ciencia cierta, nunca se supo cuántos damnificados fueron, pues hasta la fecha siguen exigiendo a los tres niveles de gobierno los atiendan, tampoco se conoció la cifra real de muertos, en cambio los daños materiales siguen estando a la vista de todos de propios y extraños.
En esos primeros ocho días de los hechos trágicos  presentados durante las fiesta patrias, se habían contabilizado preliminarmente 95 personas muertas, entre ellas cinco elementos de la Policía Federal que un jueves habían acudido a la población de La Pintada, región de la Costa Grande, donde un cerro se desgajó dejando en 15 y 18 muertos y 68 desaparecidos, en labores de rescate  a bordo de un helicóptero Black Hawk, que dos días después fue encontrado hecho pedazos
DOS AÑOS DESPUES CONFIRMA TLACHINOLLA ABANDONO TOTAL
Al estarse cumpliendo dos años del paso del huracán “Ingrid” y la tormenta Tropical “Manuel” que devastaron al Estado de Guerrero del 13 al 20 de septiembre del 2013, las promesas y anuncios hechos por la federación no se han cumplido en la Región de la Montaña y la Sierra.
En conferencia de prensa en Chilpancingo, el Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña denunciaron el abandono en el que durante dos años han sobrevivido, con carencias alimentarias, deficiencias en los rubros de salud, vivienda, educación e infraestructura carretera.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan” presentó un balance ante medios de comunicación que también fue entregado a dependencias del Gobierno Federal, en el que hacen mención de cada uno de los compromisos incumplidos por la federación.
El Consejo de Comunidades Damnificadas se conformó tras el paso de los fenómenos meteorológicos por el estado, y está integrado por 121 comunidades de 13 municipios de la montaña y Costa Chica de Guerrero, que brinda atención y respaldo a las demandas de al menos 16 mil familias afectadas.
Una de las demandas principales, tras la conformación del Consejo, fue la dotación de granos básicos a las familias damnificadas, como maíz, frijol, arroz, azúcar y sal, a través de una campaña denominada “Que llueva Maíz en la Montaña”, de donde surgió un compromiso con la Secretaría de Desarrollo Social, que hasta la fecha se ha cumplido de manera parcial.
Comisario y delegados expusieron cada uno las problemáticas en sus pueblos y municipios y denunciaron que de 121, sólo 90 comunidades han tenido acceso a este programa, pues la federación ha puesto una serie de trabas y requisitos que muchos de los pueblos no pueden cumplir.
Reclamaron que de los 30 mil millones de pesos que anunció el presidente de la república, Enrique Peña Nieto al poner en marcha el “Plan Nuevo Guerrero”, no se han ejercido con transparencia y en el peor de los casos los recursos ni siquiera se han aplicado.
En este informe también dan cuenta de las afectaciones sufridas en la infraestructura educativa de donde se desprende lo siguiente:
En nivel de Educación Inicial tres comunidades sufrieron daños irreversibles, 33 centros de preescolar, sin escuelas primarias en 32 comunidades, nueve carecen de escuelas secundarias, cuatro bachilleratos y cuatro albergues de distintas comunidades.
Al menos 20 poblados, no cuentan actualmente con centros o casas de Salud, aunque la demanda principal es la lentitud en la reconstrucción del Hospital Básico Comunitario del municipio de Tlacoapa, que atiende a las poblaciones de al menos cinco municipios de la Montaña Alta.
Desde hace dos años, 21 comunidades se encuentran incomunicadas, por la caída de puentes colgantes, además la falta de construcción de 20 puentes vehiculares y 75 tramos carreteros que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes debió haber reparado desde el año pasado.
Otro de los graves problemas a los que se enfrentan los habitantes de esta región, es la falta de agua potable, inexistente en unas 50 comunidades, debido al colapso de redes de tuberías que no han sido reparadas o no han sido terminadas las obras.
Con respecto al tema de vivienda, Tlachinollan informó que 28 pueblos no han iniciado el proceso para su reubicación, por lo que siguen viviendo en zonas de alto riesgo, debido a la falta de dictámenes de Protección Civil, además de que donde se han iniciado las obras, estas son de mala calidad y presentan graves retrasos para su entrega.
Denunciaron que producto de la apatía y abandono gubernamental, se han registrado dos decesos de menores, asociados a la falta de alimentación, y uno más que falleció electrocutado causado por una mala obra que ejecutó la Comisión Federal de Electricidad.
Al cumplirse dos años, anunciaron que no cesarán en su exigencia para que la presidencia de la república cumpla con su obligación y de ser necesario recurrirán nuevamente al bloqueo de carreteras, marchas en las principales ciudades del Estado, así como la toma de oficinas federales.
Demandan que el subsidio para acceder a los granos básicos como arroz, maíz, frijol, sal y azúcar, sea a través de un programa permanente en lugar de la cruzada contra el hambre de la cual, dicen, se ha demostrado su fracaso en la Región de la Montaña.

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