viernes, 18 de diciembre de 2015

ARTICULO

La hiel del suicidio

Wendy Alanis
De manera alarmante el suicidio es la segunda causa de muerte en México pues al año un millón 
de personas mueren por suicidio, lo que significa que cada día hay un promedio de tres mil personas que ponen fin a su vida, según datos del Centro Universitario de Ciencias de la Salud en Guadalajara. 
La crónica  matutina
dice que sucumbió
ante el portal,
que muchos juzgan falso.
 Pero su aflicción la subyugaba,
la devastaba cruenta
y pesadamente.
 El naufragio de su delirio,
acallaba su raciocinio,
presintiendo su propio abismo. Autora : Wendy Alanis (derechos reservados).
 En realidad el suicidio refleja un dolor insuperable y demasiado grande para ser llevado por quienes deciden quitarse la vida, (al menos en esos momentos así lo sientes) pero no sólo refleja las carencias del alma y de la mente, sino también increpa la escasez humanitaria incapaz de solventar el cobijo necesario hacia nuestro próximo y evitar que suceda tan lastimoso acto que muchos juzgan de tonto y cobarde pero que además ningún ser pensante está exento de cometer por muy inteligente que presuma ser.

Pero este acto de dolorosa impotencia e incapacidad ante la vida proyecta también un problema social y de salud emocional que nos afecta a todos en general y que además estamos juzgando sin derecho y muy a la ligera pues en gran medida un acto de suicidio no sólo da cuenta de la falta de amor y autoestima que padeció la víctima, sino también es un destello de la violencia de género que se padece en la sociedad, muchas veces en el seno familiar.
Y por lo tanto llegar al suicidio no es de cobardes ni tampoco de valientes como insanamente se piensa, es una problemática de crisis emocional (que todo tipo de personaje está expuesto a padecer) y social y de falta de valores en la humanidad que debe atenderse como parte de las acciones que contribuyen al buen desarrollo de la sociedad. Un suicidio es una problemática común; es decir de todos porque todos estamos obligados a proporcionar ayuda al próximo y nadie está lejos de no necesitar un estímulo que le sirva para luchar la cruentas batallas de todos los días.
El suicidio es un padecimiento común y visceral que nos arruina la existencia que antes creíamos maravillosa pero también nosotros mismos, es decir; todos y cada uno, estamos obligados a tener fortaleza y voluntad para vencer todo aquello que nos deja devastados, sé que no es fácil luchar, sé que no es fácil escalar un peldaño cada vez más alto pero como individuos también estamos obligados a luchar y ser capaces de pedir ayuda no nos hace personas menos valiosa, ni menos inteligentes, ni menos fuertes que las demás, aceptar que necesitamos ayuda es también una acto de valentía y se vale intentarlo todo antes de llegar al suicidio y en la lucha te darás cuenta que tu dolor no es tan grande como lo pensabas.
Salir de una crisis emocional no es fácil pero es algo que se debe intentar antes de morir.

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