jueves, 26 de mayo de 2016

PRIMERA PLANA

México es peligroso para 
defensores y periodistas

Javier Francisco Reyes.—En una evaluación de los avances y deficiencias del mecanismo nacional de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en México, el gobierno mexicano no está haciendo  mucho por ello surge la interrogante ¿Qué está haciendo México para proteger a los defensores de derechos humanos y a periodistas?

En un informe publicado hoy, WOLA y Brigadas Internacionales de Paz (PBI), hecho llegar la tarde a la redacción de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, señala que el organismo gubernamental establecido en noviembre de 2012 responsable de brindar una respuesta rápida a periodistas y defensores en riesgo.
El informe está  basado en intercambios que mantuvieron PBI y WOLA con periodistas y defensores de derechos humanos y en el acompañamiento de PBI de varios defensores de derechos humanos que son beneficiarios del Mecanismo.
Como destaca el informe, “México sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores de los derechos humanos y los periodistas. Las agresiones contra defensores y periodistas ocurren con frecuencia, lo que genera un clima preocupante de autocensura e intimidación”. Entre 2006 y 2015, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México recibió 380 denuncias de agresiones contra defensores, incluyendo 25 asesinatos en el periodo entre 2010 y 2015; aproximadamente 40 por ciento de estas denuncias fueron presentadas durante el gobierno actual del presidente Peña Nieto. Además, en solo los primeros cinco meses de 2016, por lo menos cinco periodistas fueron asesinados probablemente como consecuencia de su trabajo, y los defensores de derechos humanos se han enfrentado a múltiples actos de difamación.
El Mecanismo actualmente tiene 316 casos bajo su protección, representando 300 defensores y 219 periodistas. Según datos del gobierno, el 38 por ciento de los probables agresores en estos casos son servidores públicos, mientras que el 31 por ciento son particulares y el otro 31 por ciento no son identificados. Más de la mitad de los casos del Mecanismo de Protección provienen de periodistas y defensores ubicados en: Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y el Distrito Federal (en el Distrito Federal, es importante tener en cuenta que varias solicitudes de protección proceden de personas que se han trasladado a la ciudad por temor a la persecución).
Si bien el informe reconoce los avances logrados para fortalecer el Mecanismo, WOLA y PBI señala los desafíos que persisten, incluyendo insuficiente personal que esté bien entrenado. El informe también señala las inconsistencias frecuentes entre los riesgos enfrentados por un defensor o un periodista y las medidas de protección que se les asignan. Por ejemplo, en algunos casos, el mismo cuerpo policial que fue identificado como el agresor es la misma autoridad asignada para proteger el defensor o periodista. WOLA y PBI también ofrecen una serie de recomendaciones al gobierno mexicano para fortalecer el Mecanismo, y al gobierno de EE.UU. en su apoyo a la protección de personas defensoras y periodistas en México.
El informe concluye que “el Mecanismo es una solución de corto plazo a la inseguridad que enfrentan los defensores y periodistas en México” y que la manera más efectiva de combatir las agresiones y amenazas contra periodistas y defensores es investigar y sancionar a los responsables de estos delitos. El Mecanismo opera en un contexto en el que aproximadamente el 98 por ciento de los delitos cometidos en México no son resueltos. Si no se hace frente a la impunidad que prevalece en los casos de agresiones contra defensores de derechos humanos y periodistas, la protección que brinda el Mecanismo jamás podrá garantizar la seguridad plena de las personas que están en situación de riesgo.

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