lunes, 5 de septiembre de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista


¡LOS BOMBEROS.... LOS BOMBEROS... LOS BOMBEROS !
SIEMPRE TIENEN QUE OCURRIR DEGRACIAS PARA DARNOS CUENTA DE LO QUE NO TENEMOS, O DE LO QUE HAY PERO... CRIMINALMENTE DEFICIENTE
Tampoco se vale que a la hora de “el niño ahogado” salgan reclamadores de todos lados a gritar y mentar. La protesta debe y tiene que ser permanente, ante tanta deficiencia de servicios-
Así que ni cómo comparar la conflagración de anoche, la de los barateros con la de los rateros, con aquel incendio y destrucción de la maderería “Sánchez” en los años 50, en Chilpancingo, cuando debutó como bombero el maestro Arturo Cervantes Delgado.

Casi un mes duró humeando lo que quedó del establecimiento que se asentaba desde donde está el parque “Unidos por Guerrero”, hasta frente lo que es hoy el IMSS.
Eran cantidades extraordinarias de madera almacenada, labrada o en trozo que los talamontes bajaron de la sierra con anuencia oficial y dejaron pelones los cerros; acabaron con la ecología, flora, fauna, clima y manantiales y hoy sufrimos “gracias” a esos criminales saqueadores.
Y todas esas toneladas de madera estaban ahí en las bodegas de la maderería, y de pronto se transformaron en ceniza. Millones y millones de metros cúbicos convertidos de pronto en ceniza
Aquí no había, y por eso tuvieron que venir Bomberos de Acapulco, Iguala, de Cuernavaca y de la ciudad de México con don Evodio Alarcón García para sofocar el fuego. 
A raíz de la quemazón (así decía la gente de entonces) de la maderería “Sánchez”, nació el primer cuerpo de Bomberos de Chilpancingo.
Don Manuel Vega, vecino del barrio de san Francisco, hombre muy querido en Chilpancingo aparece en la historia local como el primer comandante de Bomberos, cuando ni local tenían, ni uniformes, impermeables, botas, cascos. mangueras, pipas.... nada.
Don Evodio dotó de equipo al personal con uniformes y vestimenta propia para enfrentar las conflagraciones cuando como anoche, el dios Vulcano se encabritó y el diablo abrió de par en par las puertas del infierno.
Anoche el riesgo fue mayúsculo tanto como las pérdidas económicas en el tendajón “Los Barateros” casi frente al mercado central de Chilpancingo. El calentamiento de tanques estacionarios de gas y la amenaza de fuego sobre casas vecinas.
Oportunamente el incendio lo reportó don Arturo Mundo Catalán por facebook a quien como periodista se le cuece aparte y se le agradece su preocupación tan acentuada por servir a Chilpancingo.
El 22 de agosto día del Bombero, la ciudadanía se sacudió feamente porque de pronto por las calles de la ciudad comenzaron a sonar unas sirenas: ¡Santo Dios, qué pasa?, gritaba una vecina.
La gente se asomó a las puertas con miedo y pánico, pero, ¡Oh, dioses...Era el día del bombero!, escandalazo de pronóstico para que todos supiéramos que los “tragahumo” están puestos para servir al pueblo.
Pero anoche salió a relucir la verdad, la realidad, la neta. 
Sus pipas o carrobomba no sirven para nada; no cuentan con equipo adecuado y adolecen de averías... ¡Ni agua llevan! Por eso no pueden solos con un incendio de ese tamaño. Chico si se compara con otros del rumbo.
El afán de don Arturo por ayudar era y es muy humano: Estaba pidiendo auxilio para que la gente ayudara llevando agua hasta en cubetas.
Quedó muy en claro que lo único que les funciona y muy bien a los bomberos de Chilpancingo son las “sirenas”. Sí, para armar grandes escándalos por las calles el día del bombero.
A la hora de la verdad: ¡¡¡Cero!!!
Y, sabido es que después de la desgracia comienzan a tejerse montones de hipótesis, que si el fuego fue por esto, por lo otro o por lo demás... ¡El chisme, parientito.... el chisme!
Lamentable es ahora la situación de los barateros, suponemos, porque para este tipo de siniestros hay aseguradoras. Pero más lamentable es conocer la realidad bomberil. 
Por pena ajena, ya ni siquiera preguntaremos qué nivel de gobierno debe encargarse de mantener en óptimas condiciones un servicio tan indispensable, necesario y urgente como es el cuerpo de bomberos y el de protección civil en este caso en la capital del estado de Guerrero.
Anoche se vio que no funcionan, no sirven para nada. Pero, los Bomberos no tienen culpa alguna.
Andar repartiendo cargos a los cuates nomás porque son cuates, no funciona, 
Chilpancingo ya llegó a la edad adulta, junto con todo y sus problemas
Los gobiernos (federal, estatal, municipal) están obligados a responder con servicios en inmejorables condiciones a la ciudadanía.
Pero, colocando Profesionales en cada área y no a los cuates para que se ayuden. Esos son “todólogos” que sirven para maldita la cosa... 
La noche del sábado 3 de septiembre de 2016, quedó ampliamente demostrado. 

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