jueves, 9 de marzo de 2017

ARTÍCULO

“No estamos celebrando
 el hecho de ser mujeres”

Wendy Alanis
El ocho de marzo es el “Día Internacional de la Mujer” declarado desde hace cuarenta y cinco años por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y es un día de conmemoración, no celebración y menos aún de andar felicitando a la mujer en su día.
En un día en el que se conmemora la lucha social de las féminas por la igualdad de género, por el derecho al voto y a una vida libre de violencia.
El 8 de marzo de marzo es una fecha en la que se recuerda que antaño hubo mujeres que lucharon por los derechos de todas, es un día en el que se recuerda que ciento veinte
mujeres murieron en un incendio en la fábrica donde fueron encerradas por exigir  mejores condiciones laborales y el respeto a su feminidad, así como terminar con la brecha salarial entre hombres y mujeres. No es un día para “felicitarnos” por ser lindas, tiernas, amorosas, aguantadoras, sumisas, buenas madres y/o buenas hijas o buenas esposas. No estamos celebrando el hecho de ser  mujeres.
 Hoy es un día en el que se recuerda que ciento veinte mujeres murieron en una fábrica textil, en Nueva York por el simple hecho de ser mujeres, funesto hecho que colocó en la agenda de los países los derechos de las mujeres trabajadoras y reconociendo con ello el cruel manotazo del machismo.
El ocho de marzo es una fecha para evaluar las pésimas condiciones en las que vivimos las mujeres alrededor del mundo, en cada uno de los países y hasta en la más pequeña ciudad o la más grande las orbes. Esta es una fecha para exigir a todos los gobiernos que cumplan con los compromisos de Derechos Humanos de las mujeres, incluyendo los sexuales y reproductivos.
Hoy, debemos exigir las mujeres que rindan cuentas de los logros, retrocesos y retos que se deban vencer en pleno siglo XXI para derrocar al sistema patriarcal que solo ha frenado el correcto desarrollo de la sociedad.
Hoy no es un día de felicitar a las mujeres, ni de darle chocolates, invisibilizando con ello la desigualdad que a diario vivimos millones de mujeres de las que los gobiernos no quieren hablar, ni informar, ni rendir cuentas.
Súmate a la lucha no a la celebración. Ser feminista no es sinónimo de ser lesbiana.

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