martes, 31 de octubre de 2017

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
JUAN DE DIOS ESTRADA CASTAÑÓN
-Creador de la Porra Universitaria y de la Porra al Maestro Rubén Mora Gutiérrez-
 Fue en 1957 cuando el Colegio del Estado convocó a la creación del Escudo de lo que sería la Universidad Autónoma de Guerrero a partir de 1961, y de la Porra Oficial de nuestra máxima Casa de Estudios.
Con bien seleccionado jurado de por medio, se eligieron los dos símbolos del Álma Máter.
El Escudo que concursó y ganó y del cual hablaremos en una próxima ocasión, lo obtuvo el entonces estudiante chilpancingueño Jorge Vélez, y la Porra seleccionada por el H. Jurado fue la que propuso el entonces estudiante Juan de Dios Estrada Castañón.
¡Por la gloria de Cuauhtémoc,
Tata Gildo y Nicolás,
Guerrero será inmortal…
¡Salve, Salve, Universidad!
Naturalmente que la contienda para elegir la porra estuvo reñida, finalmente la creada por Juan de Dios Estrada Castañón, fue seleccionada.
Separadamente, el autor de la Porra Universitaria hizo otra a un gran maestro
que recordamos con mucho cariño y profundo respeto, al ilustre bardo Don Rubén Mora Gutiérrez:
“Recordando a Rubén Mora
célebre e inmortal,
exclamemos jubilosos:
Gloria, Gloria, Universidad”.
Fue pronunciada por más de trescientas voces estudiantiles, y gustó tanto al hermano del ilustre maestro Rubén, a don Benjamín Mora Chino, que pidió a Juan de Dios Estrada y a los integrantes de la Porra, que la dedicada al poeta se dijera en la alberca “Apolonio Castillo”, y así se hizo, para complacer a don Benjamín.
Al dialogar sobre estos acontecimientos con Juan de Dios Estrada Castañón, refirió que “posteriormente se viene el movimiento contra el gobernador, el general Raúl Caballero Aburto; yo era el presidente de la porra en la que teníamos enlistados a unos trescientos muchachos, y se vino tan fuerte el movimiento contra el gobernador que en todas las calles, en todos los actos se decía la porra, de lo cual yo me siento satisfecho y orgulloso, por haber puesto un grano de arena para mi viejo Colegio del Estado”.
-¿Cuándo y cómo fue que creaste la Porra Universitaria?
“Pasábamos por una pobreza, por una situación especial familiar muy difícil. Yo vivía en la calle de Abasolo, en la casa de la familia Peralta. Ahí nos daban alimento y una camita modesta. De ahí nos venimos a la Casa del Estudiante, en Abasolo y Corregidora. Ahí vivimos muchos compañeros. Fue en esa época y en esas circunstancias cuando yo escribí esa porra”.
-¿Por qué en la actualidad ya no se dice?
“Desconozco por qué en la actualidad ya no se dice. Me gustaría que algún día me invitaran a visitar las instalaciones de la rectoría para platicar y decirles a los muchachos del por qué ahora gozan de tantas cosas bonitas, y cómo que nosotros en aquellos tiempos peleamos para poder obtenlas”.
-¿Qué originó la molestia estudiantil con el gobernador de entonces?
“Le pedíamos al general Caballero Aburto las Canchas de Futbol, el Lienzo Charro y un camión y nos lo negó, y se vino el movimiento con muchísima gente que nos apoyó y terminó en graves circunstancias. Todo el mundo lo sabe, lo que se hizo contra el pueblo y contra niños inclusive. El pueblo sufrió las consecuencias de ese movimiento”.
-¿Cómo ves a la juventud actual en referencia a la de tu época?
“Tuvimos una época y una juventud muy diferente a la actual. Ahora yo veo a la juventud muy acelerada”.
-Recordamos que fuiste muy travieso, montabas toros en la feria y el Día de Muertos los estudiantes salían a la calle, disfrazados de “muertos”, a hacer travesuras en las calles y sobre todo a los comerciantes que tenían sus puestos en las calles del centro…
“Los estudiantes en el Colegio del Estado, mi generación, es muy numerosa. Efectivamente, nos gustó montar los toros. En diciembre, en aquél jaripeo tradicional montábamos algunos toros, Silvestre Memije, Chirro Albarrán que fue nuestro maestro.
El día 2 de noviembre nos juntábamos para hacer el festejo del Día de los Muertos. A mí me tocó disfrazarme de muerto. Andábamos en las calles, en los comercios. Íbamos al mercado, las señoras vendedoras nos daban fruta, éramos muchachos de orden, éramos inquietos, pero éramos de orden.
Íbamos a los Jardines Cuellar y Nicolás Bravo, tomábamos plátanos, naranjas y nos íbamos por la avenida Alemán, haciendo travesuras. Era una diversión muy sana, divertida”.
Hay una anécdota, sucedió cuando Juan de Dios era colaborador de don Juan Alarcón, un gran señor del barrio de San Francisco y quien tenía varias fábricas de mezcal. Juan le pidió permiso para salir temprano porque tenía una reunión. Se fue con otros muchachos a Zumpango, a la feria. Montó el famoso toro El Rehilete, y lo hizo tan bien que al día siguiente al presentarse a trabajar, don Juan le dijo: “Te vimos con mi familia montar en Zumpango, y lo haces muy bien: Ve con Higinio, el herrero y dile que te haga unas espuelas a tu medida, como tú las quieras, yo se las pago”.
Los padres de Juan de Dios fueron el Coronel de Caballería don Esteban Estrada Meléndez, de Durango, y su mamá la señora Josefina Castañón Adame, de Chilpancingo.
Juan de Dios Estrada Castañón, desde hace años se dedica a la fotografía, alguna temporada radicó en la ciudad de Tixtla, viaja constantemente a la ciudad de México, y pertenece a una de las familias más queridas de Chilpancingo. Es un hombre amable, muy atento y una enciclopedia andante sobre temas del viejo Chilpancingo y a quien agradecemos siempre su cálida amistad.

1 comentario:

  1. Te está costando mucho tener Chilpancingo ,con su pasado,sus trdiciones.
    Crees que tengamos míos jóvenes no les interesan .Ya quedamos pocos con esas cumbres.
    Adelante

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