miércoles, 25 de octubre de 2017

POLICRÓNICA

Radiouagro…En 35 años de vida primero como Radio Universidad Pueblo, hoy en día Radio UAGro, ha crecido en audiencia, pero le sigue debiendo a los radioescuchas de una excelente barra programática anclada a los nuevos tiempos y desafíos de la comunicación, sigue imperando la improvisación y falta de responsabilidad del personal.


Después de una larga lucha  que se libró para crear la Radio Universidad Pueblo, dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) costó mucho trabajo y a la fecha sigue careciendo de una concesión de radio cultural, apenas alcanza un permiso oficial para operar de parte de las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para estar “legalmente” en el “aire”. El 4 de mayo de 1982 por vez primera se escuchó en el cuadrante de Amplitud Modulada (AM), tras un largo peregrinar por sus fundadores  del ambicioso proyecto radial y posteriormente se logró entrar en Frecuencia Modulada (FM) con mejor transmisión y ahora ya está en las redes sociales, por lo que ya tiene auditorio local, regional, nacional e internacional. Se están cumpliendo 35 largos años, ahora conocida como Radio UAGro, ha crecido en audiencia, en seguidores y apoyadores, porque hoy en día la tecnología está al alcance de todos como es la internet. Pero podemos afirmar que tiene muchas carencias principalmente en infraestructura, y exceso de personal sin compromiso con la radio, solamente lo ven como una ventana para cobrar un salario sin trabajar. Pese a todo ello, se ha mantenido la radio, en donde se labora con precariedad, principalmente de quienes realmente tienen un compromiso de servir, y desquitan bien el salario que les garantiza la administración de la Universidad Autónoma de Guerrero. Entre otras carencias, falta participación decidida de toda la planta laboral de la emisora,  aparatos modernos,  antena transmisora terrena de mayor alcance, ausencia de una barra programática profesional, que no se escuche improvisación y la mala gana con que se presentan a trabajar, mejorar las instalaciones en donde actualmente operan las oficinas y la cabina de transmisión. Es necesario que las autoridades de la Universidad Autónoma de Guerrero, hagan inversiones, pero seguramente no le apuestan mucho a la emisora,  porque  está secuestrada por el llamado “Colectivo de radio”—autogobierno--, y hasta el día de hoy no le ha servido para difundir las diversas actividades sustantivas de la máxima casa de estudios y para no tener problemas, la administración central en sus diversos periodos únicamente la han sobrellevado para no enfrentarse con ese grupo basificado que se siente dueño de una emisora radial que debería ser ejemplo en todos los sentidos porque depende de la UAGro. Pero tristemente el rumbo de la radio no navega sin puerto, cuando debería ser ese colectivo para mejorar la barra programática en favor del público oyente y no para proteger intereses de familia, amigos, conocidos y hasta las novias o novios. La emisora universitaria le sale caro al pueblo de Guerrero con una plantilla de alrededor de 21 trabajadores con una nómina aproximada a los 210 mil pesos mensuales en salarios y de todos estos son escasos los que realmente trabajan toda la semana y cumplen con sus horarios como lo establece la Ley Federal del Trabajo de ocho horas que incluya producir y conducir programas, renunciando la improvisación, hasta el día de hoy no cuidan de los contenidos y voces, porque no existe un filtro o examen de calidad, solo llegan, entran a la cabina y toman el micrófono y comienzan a transmitir, cuando en realidad están muy lejos de tener una verdadera voz de locutor. Insistimos no todos aportan programas de calidad,  lo que predomina la improvisación, en tanto el director que va por un segundo periodo de cuatro años, Víctor Hugo Wences Martínez, por decisión del rector, Javier Saldaña Almazán que le expidió el nombramiento, no ha logrado poner orden y disciplina en el equipo de trabajo. Cuando mucho el 50 por ciento de los 21 basificados cumplen medianamente con sus programas, sus horarios, algunos diariamente de lunes a viernes, otros hacen uno cada semana, cuatro al mes, y tienen salarios estratosféricos y todavía se quejan que son bajos, pese a que reciben un promedio al mes de 18 mil pesos y otros más, además de prestaciones y seguramente habrá algunos otros con menos ingresos, pero no deja de ser dinero que no está siendo bien invertido que es parte del subsidio universitario. Inclusive han ventilado públicamente sus mismas fobias, solamente mencionaremos un caso, el pasado martes 17 de octubre se evidenciaron al tener una confrontación al “aire” entre el director de la radio universitaria, Víctor Hugo Wences Martínez al enfrascarse verbalmente y por teléfono con el conductor—siempre llega tarde--de las 8 a 10 de la noche, Abelardo Maldonado Mayo quien hizo un reclamo al “aire” de que en la emisora hay “vacas sagradas”, eso incomodó sobre manera al periodista-funcionario, entonces llamó a la cabina y comenzó el show mediático. El funcionario debió haber guardado la cordura y en otro momento llamar al subordinado, para lavar la ropa sucia en casa, pero no les importó establecer esa bochornosa discusión bizantina nocturna. Nuestro equipo de investigaciones especiales conoció de buena fuente que los dos no estaban en sus cabales, pues habían adelantado al “juevebes pozolebrio”. Otras de las deficiencias, a cada rato hay fallas técnicas,  no se escucha la transmisión, además se privilegia el ausentismo del personal, y la nómina  de la radio no está exenta de tener una flotilla de “aviadores”, algunos laboran en otros medios privados o están en otras instancias de gobierno y para justificarse hasta la hacen reporteros de algunos noticiarios y otros más hacen un improvisado programa a la semana para seguir acumulando antigüedad, y  “jugando a la radio”, como si no recibieran un pago quincenal. Los titulares de programas cuando no quieren asistir, llaman a los colaboradores que no reciben un sueldo, ni siquiera una beca que se la merecen y debieran analizar el tema las autoridades universitarias, simplemente porque les gusta participar desde hace varios años, varios de estos lo hacen de manera profesional. Ese desorden lo cometen los llamados integrantes del “Colectivo de la radio” que se sienten intocables para que no les llame la atención el director de la radio UAGro. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que los colaboradores que no reciben salario hacen mejores programas que los que tienen un ingreso quincenal seguro. La radio por si sola y a la distancia de sus 35 años de fundado, tiene auditorio crítico, propositivo. Lo que hace falta es que todos los “nominados” desquiten su sagrado salario, puesto que varios de ellos solo se les conoce cuando van a cobrar, y el resto del tiempo se les observa en las fiestas y en los sepelios, permitido por ese mal llamado “Colectivo de la radio”, cuando éste debiera ser el vigilante y el más exigente, pero como cada día se van apropiando de la radio en la que entran los hijos, las esposas y cercanos a la familia, pues al rato será la “Radio familiar” con cargo al subsidio universitario. Entonces es necesario que el rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán realice una auditoría de todo lo que falta y lo que se está haciendo mal,  tomar el control y corregir esas deficiencias, porque se debe entender que es la emisora de la máxima casa de estudios, no es propiedad privada. No la tiene que dejar suelta, ahí también tiene que intervenir el Honorable Consejo Universitario que debe supervisar la calidad, contenido de la barra programática y el personal autorizado, porque finalmente es una estación oficial en la que efectivamente se debe privilegiar la libertad de expresión, el libre y la universalidad del pensamiento, con programas y conductores de primer nivel. Son 35 años, tal vez escribirlos es fácil, pero vivirlos y sortear los intentos por apagarla por discordante a las comerciales y  escasas oficiales. El mismo rector Saldaña Almazán ha externado su respeto, pero también ha reconocido que hace falta mucho compromiso de la radio y del personal que ahí labora. Recordamos que anteriormente la Radio Universidad Pueblo, era totalmente burocrática trabajaba de lunes a viernes, y con un horario restringido. Habría que reconocer también que entre los avances a través del tiempo, es que los de la base sindical han aceptado laborar los días sábados  y domingos con un horario de las seis de la mañana a las 22 horas. La radio debe estar ofreciendo sus servicios las 24 horas del día, los 365 días del año, para que cumpla con el concepto de radio. Lo recomendable es que el rector junto con el director y trabajadores de la radio se reúnan y se  pongan de acuerdo para mejorar esa barra programática que sea de calidad y que se ponga en alto el nombre de la UAGro, para que cumpla socialmente y siga informando, educando y  ofreciendo entretenimiento a la sociedad guerrerense. Hasta el día de hoy, se hace, pero a medias, sigue habiendo pendientes y mejorar el servicio en favor de la comunidad no solo de la zona centro sino hasta donde tenga alcance ahora con las nuevas tecnologías, es la única emisora en el cuadrante en la que se pueden escuchar programas y música que no se oyen en las comerciales, además se ha dado el debate de las ideas, se transmiten denuncias e injusticias, en la que no se paga un solo peso, en cambio en las comerciales todo es comprado y arreglado. Radio UAGro, tiene que seguir adelante, pero con una barra programática bien estructurada, que siga siendo la opción para la audiencia en la que no se conocen los comerciales, sino los aportes culturales y noticiarios en favor de la comunidad suriana.…Minimiza…En las últimas declaraciones que hemos escuchado y leído del Secretario de Salud en Guerrero, Carlos de la Peña Pintos es que después de los sismos del 7 y 19 de septiembre, el único hospital dañado es el de Chilpa de Alvarez, en donde por cierto los trabajadores están inconformes con ser reubicados a la clínica de un médico y dirigente local del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya que la infraestructura está dañada del hospital general y la clínica en donde se pretende llevarlos, es un área de alta inseguridad y prácticamente en el abandono, en donde se han presentado muchos hechos violentos. Antes de emitir una declaración a la prensa, debiera informarse exactamente en qué condiciones se encuentra las instalaciones del red hospitalaria en Guerrero, tras los movimientos telúricos, ya que se ha quedado demostrado en la práctica que hay contradicciones de De la Peña, con lo que declara el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 05 de Costa Grande, Juan Manuel Álvarez Barajas, quien confirmó que tres centros de salud en esta región resultaron con daños graves por los sismos del pasado mes de septiembre, por lo que quedaron inservibles y deben ser reconstruidos totalmente.Los inmuebles deteriorados, corresponden a las localidades de Yetla, municipio de Coyuca de Benítez; Papanoa, municipio de Tecpan de Galeana y Juluchuca, en Petatlán, respectivamente. Como se puede leer,  Carlos de la Peña Pintos, no está bien informado o trata de minimizar el problema de la infraestructura del sector salud, solo para simular que en Guerrero no pasa nada, cuando el problema está a la orden del día, además debiera hacer una investigación puntual para conocer el estado físico de cada uno de los centros de salud y hospitales del estado de Guerrero, para que no cometa fallas en la percepción de cómo está la red hospitalaria. Por lo menos el jefe de la jurisdicción sanitaria 5, de la región de la Costa Grande, indicó que la dependencia que tiene a su cargo en coordinación personal de la Secretaría de Protección Civil del gobierno del estado (SPC), llevaron a cabo las supervisiones a edificios, además de emitir los dictámenes correspondientes a los inmuebles afectados por los sismos del mes de Septiembre. Álvarez Barajas aseguró que los centros de salud  que se encuentran en malas condiciones “deben ser demolidos y reconstruidos de nueva cuenta”. Los edificios y el riesgo que representan para la población, y que las consultas médicas que brinda el personal de la SSA se efectuará en otros inmuebles “donde se dará la atención médica, con el fin de no interrumpir el servicio a la ciudadanía”. Negó que los movimientos telúricos y las lluvias que a la fecha se han registrado en la Costa Grande hayan dañado la infraestructura de los hospitales en las cabeceras municipales, los cuales,  señaló, “sólo presentan cuestiones muy sencillas”. Entonces es necesario que se atienda la demanda de los trabajadores sobre la seguridad de sus centros de trabajo y los habitantes de la región de la Costa Grande, atención en el servicio en general. Lo que no se entiende porque asume una actitud de minimizar el problema de los centros de salud, cuando necesitan una revisión exacta y en que condiciones se encuentran antes de que se registren hechos lamentable, porque desafortunadamente los sismos muchas veces provocan muchos daños materiales que no son advertidos por los encargados de cada uno de los hospitales y centros de salud.…Traidotrump…A casi ocho meses de estar al frente de al presidencia de la república de los Estados Unidos, Donald Trump enfrentó su primera manifestación directa  desde que tomó posesión el 20 de enero del año en curso,  y a la fecha ha cosechado repudio total. Como presidente de los Estados Unidos ayer martes por la mañana en el Senado recibió un reclamo airado por unj ciudadano. Esto al realizar el presidente una visita al Capitolio un hombre le gritó: “¡Trump es traición!” al momento que arrojó banderas de Rusia su apellido escrito. Los hechos ocurrieron en el Capitolio, a donde el presidente estadunidense acudió a un desayuno con líderes del Partido Republicano. Trump caminaba acompañado por Mitch McConnell, líder republicano en el Senado. Aunque los objetos arrojados al presidente no le causaron daño, el acto fue “una falla en la seguridad”, señaló la cadena NBC. El manifestante fue detenido por la policía del Capitolio. “Este presidente ha conspirado con agentes del gobierno de Rusia”, gritó el manifestante. “Deberíamos de estar hablando de eso y no de una reforma fiscal”, añadió, mientras la seguridad del Capitolio lo controlaba. La entrada al Capitolio está abierta para todo tipo de visitantes. Sin embargo, los periodistas deben estar acreditados y cruzar por un detector de metales. Las acreditaciones se dan solamente después de una investigación. El manifestante fue identificado como Ryan Clayton, de 36 años de edad. Se dijo parte del grupo “Americans Take Action”. En su sitio web se definen como “una organización popular que creen en que el gobierno debe representar al pueblo una vez más. Que la economía debería funcionar para todos y que el Internet debe permanecer libre y abierto para las generaciones venideras”.

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