lunes, 9 de abril de 2018

NOTA

Dejó de existir a la edad de 92 años
doña Herlinda Epifania en Huitziltepec
HUZILTEPEC, municipio de Zumpango, Gro.- La señora Herlinda Epifania de la Cruz Bello, a sus 92 años, más conocida como “doña Linda”, dejó de existir en este poblado, dejando una inmensa ausencia entre su extensa familia, longeva por cierto, que sí se podrá llenar pero solamente será con el paso del tiempo.
Pueden parecer referencias comunes, sin embargo, para esa gran familia, en donde el reportero gráfico Teodomiro Ortega de la Cruz, es un vínculo para quienes colaboramos en este inform
ativo “La Crónica, vespertino de Chilpancingo”, la devastación quedó de manifiesta ayer domingo 8 de abril cuando despidieron a la finada.
Dichosa ella, si es que se vale dicha expresión, porque al igual que su finado esposo, fallecido hace 7 años, Don Francisco Ortega Deloya, era su nombre, han sido enterrados, despedidos con todo el ritual oficializado por la Iglesia católica, pero hace casi un año, en mayo del 2017, falleció su hijo Celso Ortega de la Cruz.
Dada la situación de inseguridad y el ambiente de temor que inunda los pueblos y comunidades de las regiones en el estado de Guerrero, en Huiziltepec, esa atmósfera se percibe en el ambiente, aun cuando sea un asunto de perspectiva subjetiva.
Debido a su herencia de recidumbre, fortaleza y genes aguantadores, la señora Herlinda Epifania, estuvo muchos meses en recaídas, siendo atendida por sus hijas e hijos, en este caso el fotoreportero Teodomiro Ortega de la Cruz, quien con una discreción, solamente comentó a sus colegas en contadísimas ocasiones, casi como una indiscreción.
Así como cada quien con su costal de penas a cuestas, Teodomiro Ortega de la Cruz, cargó con mucha resignación esa congoja por la situación de enfermedades que despiadadamente iban enredendando a su madre.
Una tras otra, cada padecimiento, de los comúnes para quienes están en un franco desarrollo y letales para quienes entran a la Tercera Edad, iban dando como certeros dardos en el blanco perfecto.
Ocasionalmente “Teo” como es conocido entre el gremio periodístico de Chilpancingo, deslizaba entre pláticas de cómo iba la convalescencia y recuperación de su señora madre doña Linda. Sin embargo, tanto él como sus hermanos esperaban resignadamente el desenlace.
Y lo que temían ocurrió durante la semana pasada de este mes de abril, en donde recayó debido a su quebrantada salud, siendo hospitalizada en una clínica de Chilpancingo, pues cotidianamente se le atendía en sanatorios del estado de Morelos.
Desde hace unos días su hijo el sacerdote Rómulo Ortega de la Cruz, se encuentra encargado de la parroquia de El Higuerón, Estado de Morelos, por ello allá era atendida, tratando de superar sus males.
Sin embargo el diagnóstico que le dieron es que ya su organismo estaba deteriorándose, en donde el último enemigo que la derribó fue una parálisis en el cerebro que le impidió realizar acciones importantes, como abrir la boca y deglutir.
Esto es lo que comentó, apesadumbrado, el fotoreportero Ortega de la Cruz, a quienes acudieron a darle el pésame a Huiziltepec.
Ella había fallecido la madrugada del sábado 7 de abril, estando recibiendo sus dolientes las muestras de apoyo todas esas horas. Hasta de una a 2 de la tarde en que se concluyó con esa despedida en el panteón de Huiziltepec.
Como otra concesión de los caprichos de la Naturaleza o de Dios, es que la señora Herlinda Epifania dejó de existir en su hogar, en donde ella, a su vez, despidió a varias generaciones de habitantes de su pueblo, que como un tributo estuvieron acompañándola en esa última despedida.
Es uno de sus hijos, el sacerdote católico de nombre Rómulo, avecindado en el estado de Morelos, que llevó el último rito para encabezar los rezos, mostrando una serenidad que apaciguo el desánimo y pesar de los familiares de la finada.
Mucha gente de más de 80 años así como de diversas edades le dieron el adiós definitivo. Como en todo rito, al salir de su hogar la despidieron con tres arrodillamientos de quienes cargaban el ataúd; la despidieron de cuerpo presente en una de las iglesias del pueblo y la llevaron al panteón central.
Descanse en paz, doña Herlinda Epifania Ortega Bello, que se lleva muchos recuerdos de quienes la conocieron, y deja un gran legado de acciones que sus descendientes tendrán que ponderar, incluyendo al fotoreportero Teodomiro Ortega de la Cruz.

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