martes, 10 de julio de 2018

ARTÍCULO

Los peores tiranos del mundo
Apolinar Castrejón Marino
Idi Amin se hizo llamar El último Rey de Escocia, pero solo era el Presidente de Uganda. Lo que sí fue cierto es que por una “orden divina” recibida en sueños, se dio vuelo mandando asesinar a sus enemigos políticos.
Cuando viajaba por el extranjero, se quejaba de que extrañaba la comida de su palacio, que estaba hecha a base de carne humana. Describía que era un poco salada debido a la sangre, y tenía una consistencia más fuerte que la de cerdo, y que para poder comerla se había mandado afiliar los colmillos.
Tomó el poder de Camboya por asalto con un rápido y sangriento golpe de estado contra el presidente Milton Obote, gracias a la ayuda del regimiento colonial británico, y a los Fusileros African
os de Kenia, que habían sido sus compañeros de armas durante la Segunda Guerra Mundial.
Sus ideas ultranacionalistas, y su odio hacia los asiáticos lo condujeron a la expulsión de todos los trabajadores de ese origen, y luego, como tenía conocimiento de que Israel era el principal proveedor de armas para la guerra, rompió relaciones diplomáticas con ese país.
Sin embargo, ofreció ayuda política y económica a los palestinos, que se encontraban asediados por los países occidentales debido a sus yacimientos petrolíferos.
Durante sus ocho años de régimen dictatorial, murieron alrededor de 500 mil personas, y Uganda quedó enemistada con los países más poderosos, y sumida en una profunda crisis económica.
Idi Amin se consideraba un “Macho Alfa”. En una ocasión, le envió un mensaje a la reina Isabel de Inglaterra, de la que se consideraba amigo, en el que se refería a ella como “Liz” diciéndole: “Deberías venir a Uganda si quieres conocer a un hombre de verdad”.
Otro personaje siniestro de la política fue Saloth Sar, ​ más conocido como Pol Pot, un dictador camboyano, fundador y líder de los Krameres Rojos, un ejército criminal y despiadado, que obedecía ciegamente sus órdenes, que frecuentemente, liquidar a sus enemigos.
Su ideología de corte maoísta lo llevó a reodenar una drástica política de reubicación de la población, de los grandes centros urbanos hacia el campo, con el objeto de implantar un comunismo de corte agrario. Estableció el trabajo obligatorio con el aforismo de que “El que no trabaja, no come”.
Así, de manera disfrazada logró el exterminio de las clases de intelectuales y burgueses, a quienes odiaba de manera jarocha. Sometidos a la miseria, la malnutrición, los trabajos forzados y las enfermedades mal atendidas en el campo, murieron dos millones de personas.
Como para que no quedara ninguna duda de su crueldad, asesinó a varias de sus esposas. Asesinó a su primera esposa, Kay, ahorcándola y luego le arrancó sus brazos y sus piernas. Con crueldad inaudita se las cosió al revés, y así exhibió el cadáver durante muchos días en la plaza pública.
Pero se pasó de lanza, y su política exterior lo llevó a enemistarse con  Vietnam, que le lanzó fuertes ataques, lo que ocasionó una invasión masiva de Camboya, que terminó con su gobierno.
Al triunfo de la Revolución Cubana, tomó el poder Fidel Castro, y a los barbones que habían sido sus compañeros de armas desde la Sierra Maestra, los colocó en su gobierno.
Tal es el caso del mítico guerrillero Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como ”El Ché”, quien fue asignado al puesto de Ministro de Economía. Desde ese importante cargo ordenó algunas reformas para que la producción de alimentos cubriera las necesidades de la población.
Y tuvo la feliz ocurrencia de establecer el ”Trabajo Voluntario”, que consistía en que los jóvenes estudiantes deberían pasar sus vacaciones ayudando en el campo, para retribuir al estado, lo gastaba en su educación.
El trabajo más pesado, era la zafra de la caña, y muchos jóvenes murieron de insolación y de cansancio. Luego, el Trabajo Voluntario fue extendido a las clases medias que mantenían algunos privilegios, o que con su dinero, tenían acceso a víveres que estaban duramente racionados.
¿Por qué les mencionamos a estos tiranos? Solamente para que los compatriotas que están a la expectativa acerca de cómo será el estilo de gobernar de Andrés Manuel, para que comparen lo que es crueldad monda y lironda.

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