lunes, 30 de julio de 2018

NOTA

Desterraron el plástico y
unicel en pueblos de Oax.
Alondra Olivera.OAXACA, OAX.--Un letrero se preserva al paso de los años en una de las tienditas del lugar que sigue vigente: ¡No se te debe olvidar! ¿Qué si vienes a comprar? Canasta, bolsa, morral o costal ¡Vas a necesitar! Para no contaminar esta comunidad, bolsa de plásti
co ya no debo dar.
Preservar la vida natural y proteger las comunidades de la contaminación se hace recurrente en comunidades del estado. En algunas localidades, los acuerdos son ley y sus habitantes no usan más bolsas de plástico, ni unicel.
La iniciativa no es de ahora, en 2013, en la comunidad de Santa Catarina Lachatao, Ixtlán, enclavada en la Sierra Norte, sus habitantes determinaron dejar de utilizar productos hecho a base de poliestireno expandido.
Lachatao se convirtió en uno de los primeros municipios oaxaqueños, donde sus habitantes prohibieron uso de estos productos contaminantes. Aquí no se venden más botellas de plástico de agua, vasos, cubiertos, charolas o platos.
¿Cómo surgió iniciativa?
La iniciativa nació hace ocho años impulsada por el Comité de Salud en la localidad, la comunidad se percató de los daños a la salud y medio ambiente que enfrenta el municipio, al ubicarse en un triángulo de contaminación, entre el Río Atoyac cargado de desechos de varias localidades conurbadas y el basurero de Oaxaca de Juárez que se ubica en Zaachila.
“El municipio tenía un problema grave de enfermedades respiratorias y del estómago, ya que los moscos transmisores de enfermedades que se generan en el Atoyac y el basurero de Zaachila alcanzaban a nuestro municipio, entonces se presentó el proyecto a la comunidad y la adoptamos”, relata uno de los impulsores.
Las acciones arrancaron en 2011 con la limpia de arroyos, campos, Río Atoyac, márgenes de caminos, y en las escuelas los niños jugaron un papel fundamentales como vigilantes del medio ambiente.
LAS CONSECUENCIAS
A la par se constituyó un reglamento interno donde se establecieron multas de hasta 10 salarios mínimos, equivalentes a 500 pesos, para las personas a quienes se sorprendieran quemando basura o tirándola en lugares no aptos.
Los ciudadanos estuvieron de acuerdo en no consumir más unicel e ir retirando otros productos desechables en sus fiestas y mayordomías; mientras que a los comercios locales se les prohibió ofrecer estos productos.
Para ello se compraron, por parte del ayuntamiento, cinco mil platos, cucharas, tazas, vasos y jarras que se pusieron a disposición de los ciudadanos de manera gratuita como una opción para reforzar la acción de expulsar el consumo de unicel.
Al término del trienio, el proyecto cayó durante los siguientes tres años y este 2018 se retomó.
Con ello logran reducir hasta en un 30% sus desechos sólidos, los cuales aprendieron a separar y aprovechar.
SE SUMAN MÁS
 El aviso municipal pegado en la entrada de la miscelánea de Don Fernando es puntual: “Queda prohibida la venta y el uso de materiales desechables, bolsas de plástico y recipientes de unicel”.
Es San Bartolo Coyotepec, el municipio cuna del barro negro, ubicado a media hora de la capital oaxaqueña; se implementaron multas de 10 salarios mínimos o bien unos 500 pesos al ciudadano denunciado o sorprendido tirando o quemando basura.
Don Fernando Gómez cuenta que lograr el cambio es difícil pero no imposible, “simplemente se trata de tomar la decisión por nosotros, por el futuro que vamos a dejar a nuestros hijos, nuestros nietos”.
Agrega: “¡La gente es muy cochina, deja tirada su basura! No piensa que con ello estamos dañando nuestro entorno”.
Dice que desde el 2008 surgió la propuesta, se implementó en la administración municipal de ese entonces, pero se abandonó y ahora se volvió a retomar por el bien de sus habitantes.
En su miscelánea, Don Fernando sustituyó las bolsas de plástico por las de papel, mientras que los habitantes que ya tienen conocimiento llevan su recipiente y bolsas personales para comprar el mandado.
La regidora de Ecología del municipio de San Bartolo, Adela Aguilar Real explica que ante la grave situación por la acumulación de basura optaron por retomar acciones de cuidado del medio ambiente.
Jalieza y Cuilapam dicen ¡no!  al plástico y unicel
Santo Tomas Jalieza es otro municipio que se incorporó a la iniciativa de prohibir el uso de plásticos y unicel.
El municipio de Cuilapam de Guerrero, no quiso verse relegado e inició el proyecto desde el jardín de niños para implementar entre los estudiantes el cuidado de su entorno.
En Jalieza conscientes de la necesidad de tomar acciones en beneficio de su comunidad y del medio ambiente, en asamblea comunitaria, luego de la iniciativa de alumnos de la primaria de colocar carteles para concientizar sobre la separación de la basura, se auto impusieron la prohibición de uso de plásticos y reducir con ello la basura.
El municipio considerado dentro de la Ruta de las Artesanías, que recibe a visitantes nacionales y extranjeros, decidió proyectar una mejor cara al turismo dejando de tirar basura en sus calles y a la par separarla para un mejor aprovechamiento.
Y así lo vienen haciendo, desde el camino de acceso a la localidad, ubicada a escasos 40 minutos de la capital oaxaqueña, luce despejada de desechos. (lasillarota.com).

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