viernes, 21 de septiembre de 2018

ARTÍCULO

Las tribulaciones
de los milenials
Apolinar Castrejón Marino
“Divide y vencerás”, es la estrategia más utilizada en las artes de la guerra, desde la antigüedad, que más tarde se empezó a utilizar en la política. Y ahora, los gobiernos han descubierto su utilidad para mantener controlados a sus gobernados ¿Cómo?
Se sabe que cuando la inconformidad se llega a generalizar entre los ciudadanos, pueden formar una fuerza opositora tan grande, capaz de derrocar a los malos gobernantes. Así las cosas, resulta buena estrategia, evitar que los ciudadanos se organicen, y se unan ante una causa común.
Deliberadamente, el gobierno se vale de cualquier mito, manía, o vicio para disgregar a los ciudadanos: internet es uno de ellos. El deporte también sirve para separar a la gente, lo mismo que el cuidado del medio ambiente.
Anteriormente las gentes de nuestro país se separaban en ricos y pobres, indios y civilizados, y católicos y “volteados”. Pero esa separación ya no sirve, así que valiéndose de la publicidad y la mercadotecnia se crearon otros sectores sociales: pacifistas, ambientalistas, antiabortistas, lgbt, etc.
En lugar de que se formaran sectores como científicos, y tecnólogos, productores de alime
ntos, y creadores de los nuevos satisfactores para la sociedad, se originaron artificialmente otras divisiones, a cual más ociosa:
Los que cuidan su salud haciendo deporte, y midiendo su alimentación; los que aman al medio ambiente, y se preocupan mucho por la utilización del plástico; y los que están preocupados por la desaparición de especies animales, como los osos polares y la vaquita marina.
Y como para “echar más leña al fuego”, el gobierno ha dejado correr el rumor del sector de los “ninis”, la generación de los milenials, y la generación de los mariguanos. El problema se presenta ahora, cuando nuestros atarantados compatriotas, de verdad creen que son reales estas particiones de la sociedad, y llegan a sentirse y creerse diferentes.
Los milenials es un sector de jóvenes que llegaron a creerse totalmente superiores, porque nacieron cuando ya estaban bien consolidadas las “tecnologías de la información y la comunicación”, que les daban la oportunidad de tener a la mano, cuanto quisieran del conocimiento universal y de las artes, que para ellos no existían las barreras entre los países, y que la comunicación se había sacudido las restricciones de la moral y la decencia. El paraíso pues.
Pero. Esos mismos jóvenes excelsamente afortunados, hoy se sienten rechazados por la sociedad, y lamentan estar encerrados en un grupo de engreídos, desarraigados y ajenos a la realidad de su entorno familiar y social. Estigmatizados y caricaturizados como jóvenes haraganes sin capacidades para realizar un trabajo, y mucho menos un oficio, ni nada provechoso.
Rumiando su triste destino, que se forjaron mediante esa infinidad de horas del día y de noche, pegados a la computadora y al teléfono celular, y el mucho tiempo que dedicaron a la vagancia y la ociosidad, confiesan que es muy difícil conseguir un trabajo, y que quisieran tener un negocio propio, y ser su propio jefe. Si, como no.
¿Cómo sabemos esto? La empresa De las Heras Demotecnia, realizó una encuesta entre 3 mil jóvenes nacidos de 1985 a 1996, de las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Mérida y Querétaro.
El objetivo era conocer su parecer respecto tener una pareja sentimental,  sus propósitos para sentirse feliz, y su criterio frente al trabajo y los negocios. No acabamos de entender por qué los milenials consideran que es muy difícil conseguir pareja, pero al mismo tiempo, creen que ahora es más fácil sentirse bien consigo mismo… Ah, ya entendemos.
Otra encuesta que revisamos, es la de Forbes México, la cual revela que para los milenials, el internet está por encima del sexo ¿Cómo es eso? Pues que ellos, estarían dispuestos a renunciar a su pareja, que a su conectividad wifi.
“Ya estarás jabón de olor, ni que perjumaras tanto” los milenials que volaron tan alto han tenido una caída estrepitosa, pues la sociedad les recuerda que las reglas son: que es necesario trabajar para conseguir nuestros satisfactores, que las personas deben aportan algo al bien común, y que sentirse superior a los demás, es contrario a vivir en pareja, compartiendo sentimientos, pensamientos y deseos.

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