martes, 18 de septiembre de 2018

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Privilegios que ya goza Adela R.
camioneta blindada y militares
Carlos Nava.--Acapulco no sale de un gobierno corrupto e insensible y ya se prepara para recibir otro igual. Durante el gobierno del perredista Evodio Velázquez Aguirre, mientras los ciudadanos sufrían las inclemencias de la creciente inseguridad y violencia, el alcalde y sus funcionarios se trasladaban en camionetas blindadas custodiados por agentes de seguridad, ahora con la llegada de Morena a la presidencia municipal, las cosas no parecen cambiar.
Ni bien ha tomado posesión del cargo, y ya la nueva alcaldesa morenista Adela Román Ocampo, cambió su antigua camioneta donde se trasladó durante la campaña, por una elegante Suburban blindada, que según versiones, se la dio el gobernador (priista Héctor Antonio Astudillo Flores) par
a su seguridad. Sobre esta camioneta, la recién electa no ha dado ninguna explicación a los ciudadanos que votaron por un gobierno diferente.
Sumado a este hecho, está el que una camioneta artillada con ocho marinos, más otro equipo de seguridad compuesto de policías estatales, le acompañan todo el tiempo; enfrente de su casa se puede ver una camioneta de marinos cuidando la residencia.
Es comprensible que dada la inseguridad y la violencia, que ninguna autoridad ha podido, ya no digamos erradicar, sino disminuir, se haga necesario el uso de aparatos de seguridad. Lo que la gente no justifica es que mientras miles de acapulqueños están expuestos a la violencia, sus autoridades gocen de excesivos dispositivos de seguridad privilegiando su protección por encima de la de todos.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha puesto el ejemplo en el tema de limitar la ostentación en la seguridad personal, por esta razón relevó de tal encargo el Estado Mayor y suprimió casi todo el equipo de seguridad que en la lógica de los gobiernos del pasado, se merecía la figura presidencial.
La seguridad que ahora trae López Obrador es realmente mínima, pero quizá más efectiva. El mensaje que envía el próximo presidente es congruente con la realidad del país: nadie puede estar por encima de los demás ciudadanos, no hay vidas más valiosas que otras, ni la seguridad de un político puede estar por encima de la de los demás ciudadanos.
Sin embargo, para el caso de la alcaldesa de Acapulco, tal parece que sigue sin comprender cuál fue el mensaje de los ciudadanos al votar por Morena. El voto fue por el enojo contra todas esas viejas formas de gobernar, fue para erradicar las conductas abusivas, ostentosas y frugales de los políticos y gobernantes que tanto ofenden y han ofendido a los ciudadanos, sobre todo, porque esos aparatos de seguridad para beneficio de una sola persona cuestan a todos, se pagan con el dinero de los impuestos que todos pagamos.
Dice Andrés Manuel López Obrador que para acabar con la corrupción y todas las demás formas reprobadas de los políticos, se debe partir de que el gobernante sea el ejemplo para los demás funcionarios.
Es decir, si el presidente, gobernador o alcalde evita transar, mentir o abusar de su cargo, los demás funcionarios deberán hacer lo mismo, porque el gobernante al respetar ese principio adquiere calidad moral y política para sancionar conductas torcidas, pero si el gobernante es el que pone el mal ejemplo, como en el caso de Adela Román Ocampo, pues es obvio que todos los demás más tarde que temprano exigirán traer sus aparatos de seguridad, repitiendo lo que hace la presidenta. El buen gobierno por los buenos ejemplos comienza.
La señora Román Ocampo está muy a tiempo para corregir estos errores de percepción, debe entender que llegó a la presidencia cuando ya se acabó el tiempo de los agandalles al presupuesto y al poder mismo.
Deberá aprender que las formas son el fondo en la política y si necesita que la gente comience a hablar bien de ella y de su gobierno deberá cambiar su idea rancia de lo que cree que debe ser el poder público, debe dejar de repetir las formas ofensivas del ejercicio del gobierno aprendidas de gobernantes que hoy están en el basural de la historia. El ejemplo de cómo debe ser un gobernante de Morena, lo tiene enfrente, se llama Andrés Manuel López Obrador.
Una entrega-recepción manoseada
Este día comienza formalmente el proceso de entrega-recepción en el ayuntamiento de Acapulco con la integración de los comités encabezados por los regidores y síndicos como marca la ley orgánica. Al parecer, la alcaldesa persiste en su conducta no acordar con el cabildo electo y los regidores, sin la presencia de la presidenta electa, han tomado la responsabilidad de conformar esos equipos.
Las personas que antes de que se formalizara el proceso de entrega-recepción anduvieron en las dependencias exigiendo información, suplantando a regidores y síndicos, deberán afrontar las consecuencias de esta ilegalidad como lo ha dicho ya la síndica procuradora Leticia Castro Ortiz.
Habría de verse si los regidores y síndicos de Acapulco realmente se harán respetar para comenzar a construir un gobierno basado en la correcta aplicación de sus propios ordenamientos básicos.
Sería un mal precedente que luego de tal irregularidad, todavía premien a los que se hicieron pasar por autoridades electas e incluso, algunos ya hasta reuniones andan haciendo dando por hecho que serán los nuevos funcionarios cuando ni siquiera el cabildo y la nueva alcaldesa han tomado posesión del cargo. Forma es fondo, y lo que hasta ahora se ha visto es voracidad. (bajopalabra.com.mx).

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