martes, 30 de octubre de 2018

POLICRÓNICA

Adelacuentos…A casi un mes de haber tomado posesión como presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena)  se la está llevando de “adelacuentos” de que nombrará al titular de Seguridad Pública y responsabilizando la anterior administración del quebranto financiero, pero nada hace en favor de los porteños.

Al cumplirse hoy un mes de que asumió las riendas del Ayuntamiento más importante de los 80 restantes que conforman la geografía guerrerense, lo más destacado, es la violencia, protestas, acusaciones y puros cuentos de que habrá de nombrar en breve al titular de la Secretaría de Seguridad Pública del puerto de Acapulco, puros engaños ha hecho la presidenta municipal morenista, Adela Román Ocampo. Mientras no tenga en funciones a su titular de seguridad pública y estar esperando que llegue al poder Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre, para ese tiempo, la violencia en Acapulco, ofrecerá números inalcanzables en la violencia. Como una verdadera “Adelacuentos”, la alcaldesa, Adela Román Ocampo, lleva varias semanas comprometiéndose en que designará al encargado de la Secretaría de Seguridad Pública porteña, pero no lo hace, a pesar de la crisis de seguridad que hay en el municipio. Hace 15 día Román Ocampo señaló que la semana pasada nombraría al Secretario de Seguridad Pública, elegido por el gobierno Federal por el secretario Alfonso Durazo y el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Al término de la segunda sesión de Cabildo, se le volvió a preguntar a la alcaldesa para cuándo nombraría al nuevo titular y respondió que este lunes, pero no fue así. Mientras el puerto de Acapulco vive una crisis de seguridad con múltiples asesinatos, además de que el crimen realiza extorsiones a pesar de los operativos de seguridad. “Si yo les diría que fueran pacientes en esta semana ya se nombrará al nuevo secretario de seguridad”, dijo Román Ocampo. Si continua así, los más de un millón de habitantes de Acapulco, vivirán tres años de “Adelacuentos”, porque  es como está comenzando a gobernar en estos primeros 30 días de gestión Municipal. En este último mes, se la ha pasado quejándose de cómo, Evodio Velázquez Aguirre del Partido de la Revolución Democrática (PRD) le dejó el Ayuntamiento en total desastre. Ella ya sabía que eso recibiría, entonces no debería estarse quejando, ni lloriqueando, sino actuar como primera autoridad, en donde tenga que fincar responsabilidades y lo haga a través de su área jurídica, de lo contrario llevará a cuestas con toda la carga económica, política y social durante los próximos 3 años. En tanto anda llorando por las finanzas, la delincuencia se está aprovechando al máximo, que no respeta ni siquiera el espacio en donde vive Román Ocampo. En medio del azote de violencia que repunta en el municipio de Acapulco, un empresario fue asesinado en el mirador de la Colonia Morelos, cerca de la casa de la presidenta municipal de Morena, Adela Román Ocampo. De acuerdo con la policía estatal, alrededor de las 10 de la noche del viernes se reportó un ataque con armas de fuego en la colonia Morelos, que dejó como saldo un hombre herido. La víctima era trasladada en ambulancia a una clínica particular para su atención médica, no obstante, falleció durante el traslado, a consecuencia de las heridas por arma de fuego. El occiso fue identificado como César Zambrano Pérez, dueño de las papelerías “El Partenón” en Guerrero y en redes sociales diversos sectores se pronunciaron contra el homicidio. Eso generó mucha indignación de la sociedad del puerto de Acapulco. El reclamo está a la orden del día, César Zambrano Pérez era un empresario muy querido en Acapulco, una de esas pocas personas que se desprenden de lo que tienen para compartir con quienes más lo necesitan. Fue un promotor entusiasta y un comprometido con la cultura y la educación. Su asesinato vil expone sin cortapisas la incapacidad de las autoridades del municipio y el estado para brindar protección a todos los ciudadanos, sean del estrato que sean. Indigna aún más este atroz asesinato, el hecho de haber ocurrido a escasos metros de la vivienda de la nueva alcaldesa de Acapulco, la morenista, Adela Román, quien mantiene frente a su casa un equipo de seguridad fuertemente armado para su protección personal. Un equipo que nunca se percató de la presencia de individuos sospechosos que esperaban afuera de la casa del empresario altruista, ni mucho menos hizo nada posteriormente, tras escuchar las detonaciones, según testimonios de usuarios de redes sociales. Resulta ilógica y absurda la pronta justificación de que el crimen tuvo como motivo el robo de un vehículo. La versión es increíble, pues es atípico que ladrones de autos esperen afuera de la vivienda de alguien, previamente identificado, para despojarlo. La forma común de accionar de estos delincuentes es prácticamente al azar: ubican el vehículo que necesitan, interceptan al conductor donde sea y los despojan, nunca se toman la molestia de saber dónde vive la víctima ni mucho menos la esperan por horas a que llegue. Eso es absurdo. César Zambrano Pérez jamás fue un hombre ostentoso, los que le conocieron saben de su discreción y humildad. Su conducta era impecable en ese aspecto, no se transportaba en autos que pudieran incitar la ambición de nadie. Hasta donde se sabe, no hizo sus bienes traficando con algún tipo de poder como acostumbran la mayoría de los pudientes en Acapulco. Hombre trabajador y educado, respetuoso y sencillo, su muerte es una gran pérdida, pues ninguno como él se ha interesado tanto en apoyar las expresiones artísticas y culturales sin distingos. En Acapulco, donde la zizaña, el chisme y la envidia señorean, una personalidad solidaria y desinteresada como la suya deja un gran vacío imposible de llenar. El crimen del empresario César Zambrano, se suma el del comunicador, Gabriel Soriano Kuri, ultimado también en circunstancias extrañas. Crimen que la autoridad ha justificado de igual manera con un argumento increíble. Ambos tienen en común que los han pretendido hacer ver como producto de la delincuencia ordinaria: uno por una supuesta disputa vial, y el otro por un simple robo. El gobierno ha hecho esfuerzos por deslindarlos de la criminalidad organizada que tiene sometida a Acapulco. La Fiscalía de Guerrero, carente de veracidad y de auténticos métodos científicos en sus investigaciones, tiene una vez más la obligación de dar resultados verídicos y creíbles en la solución de ambos crímenes que dejen, sobre todo, satisfechos a los ciudadanos. No valdría que otra vez esa fiscalía repita la patraña de presentar supuestos culpables como lo hizo en el caso de la doctora Reyna Valenzo, donde quedaron más dudas que certezas. Pero los atentados no paran, el domingo anterior, cerca del domicilio de “Adelcuentos”,  los reportes policiacos, indican que personas armadas rafaguearon dos autos en la calle Las Palmas, de la colonia Morelos, cerca de la casa donde vive la presidenta municipal de Acapulco, la morenista, Adela Román Ocampo, y casi al mismo tiempo, una camioneta fue incendiada en la calle Independencia, de la colonia Palma Sola. Minutos antes de las 14:00 horas del domingo 28 de octubre, una llamada hecha al sistema de emergencias 911 alertó a las autoridades sobre los hechos, lugar al que se trasladaron elementos policíacos, quienes confirmaron el reporte. Cerca de la casa de la alcaldesa, dos autos fueron rafagueados por desconocidos, entre los cuales estaba un taxi blanco con azul, para después huir con rumbo desconocido, hechos en los que no hubo víctimas. Casi al mismo tiempo, personas armadas quemaron una camioneta blanca de la marca Chevrolet, tipo Pick Up con placas de circulación 655-YLS del Distrito Federal en la colonia Palma Sola, donde fueron encontradas cartulinas con mensaje, cuyo contenido no fue revelado por las autoridades. Personal de la Fiscalía realizó las diligencias correspondientes de ley, localizando casquillos de diferentes calibres, y posteriormente ordenaron que una grúa remolcara las unidades a un corralón para las investigaciones correspondientes. Cabe recordar, que hace tres días, en la misma colonia Morelos, a unos metros de donde vive la presidenta municipal de Acapulco, Adela Ocampo, el empresario acapulqueño Cesar Zambrano Pérez fue herido a balazos por personas  armadas que presuntamente le intentaron robar su camioneta. Lamentablemente, la víctima murió en un hospital minutos más tarde, donde familiares lo habían llevado para recibir atención médica de urgencia. La tarde de ayer lunes, localizaron una pareja putrefacta en el interior de una casa abandonada en la colonia Tierra y Libertad y durante la mañana de hoy martes se habría registrado un enfrentamiento entre  civiles armados en la que fueron abatidos al menos cinco y policías estatales en la que resultó uno herido, según reporte preliminar. Hechos ocurridos en  Cayacos de Acapulco. Ese es el escenario que ofrece a propios y extraños “Adelacuentos”. Cualquier tipo de crimen es injustificable, pero es más agravante cuando además el gobierno municipal de Acapulco pretende deslindarse de la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos. …Separación…Luego de los severos cuestionamientos contra el presidente municipal de Iguala de la Independencia, Antonio Jaimes Herrera del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el sentido de que  había dado empleo a un familiar cercado de uno vinculado con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en la noche y madrugada  del 26 y 27 de septiembre del 2014.  Eso le generó problemas entre la misma militancia del partido, ya que Ulises Flores Velázquez, hermano del ex secretario de seguridad pública Felipe Flores Velázquez quien es acusado por la desaparición de normalistas. De manera oficial, el ayuntamiento informó sobre la separación de Ulises Flores, quien fue nombrado coordinador general de programas sociales, esto debido a las expresiones de rechazo por parte del movimiento por Ayotzinapa. En un comunicado, el municipio de Iguala de la Independencia afirmó que será respetuoso con las opiniones por parte de los grupos que se movilizan por la desaparición de los 43 normalistas y dio a conocer que el mismo Ulises Flores Velázquez comprendió y aceptó la decisión. “El Alcalde manifestó su solidaridad con estas personas y lamentó que este municipio también resultó bastante afectado con esos desafortunados hechos, que deben ser aclarados definitivamente y externó su esperanza porque estos jóvenes aún estén con vida, porque comprendo, dijo, que debe ser muy doloroso para sus padres la incertidumbre en que han vivido desde que sucedieron los hechos” “Enfatizó su disposición de establecer un diálogo permanente con este grupo, y comentó la posibilidad de construir, tal vez, un monumento que nos recuerde que este tipo de situaciones no deben volver a suceder. Agradeció la disposición del Sr. Ulises Flores, quién comprendió, y aceptó con mucha madurez, la necesidad de retirarse del Ayuntamiento”, informó el ayuntamiento en un desplegado. Ahora esperaremos que otros  podrían estar incluidos en la nómina municipal igualteco. Este trabajo definitivamente fue periodístico y ya tuvo resultados, porque  el cuestionamiento es que una persona vinculada a ese problema que ha generado muchos conflictos en el país, todavía un alcalde del lugar tuviera en la nómina a familiares, que no tienen nada que ver, pero el antecedente de desaparición forzada de personas, como lo fue con los normalistas de Ayotzinapa, pesa mucho, más si se está cerca del familiar cuestionado y hasta vinculado a los hechos delictivos. Entonces es preferible mantenerse alejado de todo los reflectores.

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