miércoles, 24 de octubre de 2018

SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Pactó obispo Rangel con señores
del narco, libre tránsito a la sierra
Javier Francisco Reyes.—Tras sostener encuentros con dos capos del crimen organizado, acordaron que ya permitirán el tránsito a la población civil hacia la sierra en donde están ubicados los municipios de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) y Leonardo Bravo (Chichihualco) y algunas comunidades de Eduardo Neri (Zumpango), esto luego de que la violencia impidiera llegar profesores, médicos y los diversos servicios.
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa de Alvarez, Salvador Rangel Mendoza, dio a conocer  hoy miércoles  en entrevista con Ciro Gómez Leyva en su espacio en “Radio Fórmula”, en la qu
e sostuvo que el diálogo fue con el jefe del narco de Filo de Caballos y con el de Chichihualco.
El pastor  franciscano sostuvo que los  “señores del narco” le pidieron “que se pongan polos de desarrollo” en la región para poder sustituir la siembra de amapola con otras actividades comerciales, como venta de mezcal, pera, durazno y flores.
Igualmente los jefes del crimen organizado  también le pidieron el abasto de medicinas, un hospital y una universidad, para que los jóvenes estudien.
Después de la plática  con los “señores del narco”, Rangel Mendoza, no dudó en manifestar estar “sumamente emocionado” y “con grandes esperanzas” porque los líderes criminales con los que dialogó “están cumpliendo su palabra”.
Esto lo sostuvo, tras conocer la información de los distintos párrocos de la zona, las escuelas y los centros médicos ya restablecieron labores al 80 por ciento, luego de varios meses, principalmente desde el mes de junio cuando se desató la violencia.
También dio a conocer que todavía falta sostener un contacto con el jefe del narco de Tlacotepec, cabecera municipal de Heliodoro Castillo, pues “subió mucho Ejército, hay Ejército ahí y naturalmente estas personas salieron a refugiarse a otro lugar”.
El prelado comentó que para lograr la paz en la sierra, el gobierno debe ayudar a quienes sufrieron pérdidas materiales durante enfrentamientos, como la quema de sus casas y de sus autos, e insistió en la creación de los polos de desarrollo.
Rangel Mendoza reconoció que el comercio de amapola y goma de opio ya no es rentable, mencionó, por lo que pidió a las instituciones gubernamentales “que por favor no destruyeran las plantitas chiquitas de amapola que están ahorita, porque era como una ofensa a todas esas personas, es la única esperanza que tenían de plantar sus plantitas”.
También  recibió información que “subió el Ejército y destruyó totalmente ya la planta de amapola en esa zona…Voy a volver a insistir en que ya no siga martirizando el Ejército a esas personas porque simplemente, psicológicamente, ellos sembrando sus plantitas tenían una cierta seguridad, aunque también sabían que ya no se las iban a comprar”.
Por último, comentó que  “Tanto los párrocos me lo dijeron como los mismos señores del narco, que ellos quieren algo para las personas, algo para que puedan sobrevivir y es donde yo creo que el gobierno federal y el estatal pudieran tender la mano, creo que es ahorita el momento privilegiado para desplazar un poco la amapola y que la gente pueda subsistir con otro producto”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.