viernes, 8 de febrero de 2019

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA

MI HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO A NIKITA
-¡Con Gratitud!-

En Chilpancingo contamos desde siempre con personajes que se han preocupado por engrandecer con acciones plausibles a nuestra capital del estado. Uno de ellos, actual, es el destacado promotor deportivo, entrenador y periodista Juan Antonio Guevara Capillo, “Nikita”.
Unos personajes aplican lo mejor de sí en actividades culturales, otros en las tradiciones, alguien más en apoyos médicos, en atención a los adultos mayores, en las iglesias, etcétera, pero a nadie cabe duda que Chilpancingo es una ciudad llena de gente buena, y si nos referimos a Nikita es porque é
l ha hecho muchas obras, dese hace muchos años, en favor del deporte.
Cuando periodísticamente nos comenzamos a acercar a él para conocer a detalle lo que estaba haciendo como promotor deportivo en la colonia de Los Ángeles, particularmente en el mejoramiento de las instalaciones deportivas, es porque ya llevaba un gran avance en el restablecimiento de la cancha y en las tribunas, y estaba construyendo la cancha de futbol rápido que llevaría el nombre de uno de los futbolistas más queridos y admirados en Chilpancingo: Mundo García.
Siguió y siguió con sus actividades y lo observamos arropado con el cariño y el entusiasmo que le entregó en homenaje a los destacados basquetbolistas de todo el estado, evento organizado en el INJUVE o CREA, donde se llenó de glorias deportivas, gracias a Nikita.
Y lo hemos visto año tras año muy activo creando y reproduciendo sus eventos de “Los Grandes del Futbol”, y lo hemos visto declamar y grabar un disco con poemas, luego otro. Y lo observamos en videos entrevistando gente de verdad grande como El Calango. Y hemos compartido con él algunos desayunos a los que nos invitaba cuando en los ayeres coincidíamos en actividades periodísticas, y tal vez en alguna época fuimos vecinos de páginas en el Diablo de Guerrero, periódico donde él publica sus actividades. Y algunas veces nos invitó a almorzar en casa, atendidos por su amable esposa, la señora Morales y por la atención de su querida familia.
Y alguna vez lo fuimos a visitar al hospital cuando por exceso de trabajo tuvo que ser atendido por los médicos.
Pero, atrás de toda esta historia llena de trabajo periodístico-deportivo, de satisfacciones, de construcciones, de crear equipos, de dirigirlos, de hacer lo que nadie más hubiera hecho a lo largo de los años como Nikita lo ha hecho a favor de Chilpancingo, han habido críticas en lugar de reconocimientos, han habido señalamientos en vez de aplausos; ha brotado la insidia, el canibalismo y Nikita se convirtió en “tiro al blanco” de la envidia, de la impotencia, de la rabia de aquellos que jamás podrán igualar en deporte y como hombre lo que Juan Antonio logró colocando paso a paso, piedra a piedra, gota a gota de sudor y esfuerzo hasta hacer del deporte una cantera donde varias generaciones de futbolistas han destacado. Y muchos de ellos son sus alumnos.
Juan Antonio no sólo es carácter y acción, no sólo es promoción deportiva, padre y guía familiar; no se circunscribe su trabajo al fomento deportivo y hasta ahí se corona con Gloria de Laureles Olímpicos.
Juan Antonio Guevara Campillo es nieto de uno de los más grandes hombres que Guerrero ha dado en materia musical, nieto sí, y consentido también del gran maestro Moisés Guevara Villalva, cuya fama como músico está más allá a la de algunos de los más reconocidos músicos guerrerenses.
Pero a Don Moisés -¡Quién sabe por qué!, a lo mejor es de familia la envidia que priva en contra de los ilustres personajes como Nikita y su abuelito-, se le ha negado el Reconocimiento Justo y Merecido.
Inexplicable, pero para las autoridades, y sobre todo para las dizque dedicadas a la cultura, la obra del maestro Moisés, como compositor, como arreglista, como director de la Banda de Música del Gobierno del estado, sustituyendo en la batuta al músico leyenda que fue don Pepe Ocampo, y entregando en relevo al apreciado maestro Carlos Quiróz la guía musical de la Banda del Gobierno, y habiendo sido integrante como otros muchos filarmónicos de gran calidad lo fueron del Conjunto de Cuerdas de la Universidad Autónoma de Guerrero, ha permanecido oculto, en el olvido, sin destacar siquiera con alguna mención a Don Moisés Guevara Villalva quien también fue maestro de música en la Escuela Primaria “Primer Congreso de Anáhuac de Chilpancingo” cuando un ilustre paisano suyo, chilapeño, fue director de la institución el predestinado Aarón M. Flores, gloria de las Letras de Guerrero.
Sin embargo, Nikita –“Dios perdona el tiempo no”- ya viejo, y lo decimos con mucho respeto a la senectud-, cansado por tantas responsabilidades que lo enaltecen, enfermo tal vez pero lleno de satisfacciones, ha volteado la mirada a quien lo hizo “Cita” del Conjunto de Cuerdas de la Universidad Autónoma de Guerrero y de la Banda de Música del Gobierno del Estado y por medio de amigos, de gente que sabe, conoce y valora que el tesoro musical de Guerrero en la obra de Moisés Guevara Villalva debe ser conocida por el pueblo, ha tomado una decisión y está en camino, en el virtuosismo musical de un joven y talentoso músico guerrerense, el maestro Edwin Iván Colchero Mazón, personaje a quien apreciamos e igual, valoramos en todo lo que para la música suriana significa.
Habrá noticias. Tal vez no muy pronto, porque una obra musical de dimensiones tan espectaculares y valiosas, como la de Margarito Damián Vargas, como la de Rafull Crayem Sánchez, como la de algunos otros músicos de la montaña y de las costas o calentanos y de la región norte no tan populares pero guerrerenses como los que más, debe y tiene que ser conocida y reconocida.
Gracias, Nikita Juan Antonio Guevara Campillo por todo lo que has dado y sigues dando a Guerrero.
Tal vez nuestra modesta pluma, que intenta describir la amistad que te profesamos, no logre eslabonar como quisiéramos todo el tesoro de gratitud que te tenemos y que con tu don de gentes por años y años nos has dispensado y también valorado. Gracias.
Mi abrazo sincero, mi homenaje y mi amistad por siempre, querido amigo. Bien sabes lo que significa para ti y para mí en nuestra relación de amistad la palabra Gracias.

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