viernes, 20 de septiembre de 2019

ARTÍCULO

El estado
de Guerrero
Apolinar Castrejón Marino
En fechas próximas, estaremos de fiesta, celebrando la “creación” del Estado de Guerrero, que aconteció hace 170 años.
El gobierno se aprovecha ventajosamente de que nuestra memoria es muy corta, para que a través de los “investigadores” y los historiadores, estemos convencidos y “orgullosos” de que fue un gran logro de los ciudadanos, y una evolución de la organización política del país. Nada más falso.
Los “Amos” y “Dones” de la región, dueños de grandes extensiones de tierra, y de cuerpos de agua necesarios para la agricultura y la ganadería, supieron ver el peligro que corrían, de perder sus posesiones, y se anticiparon a maniobrar en las cúpulas del poder, para mantener sus feudos, sus riquezas y sus privileg
ios.
Fue muy fácil que simularan su apoyo a las causas de la independencia, destinando bolsas de dinero, para armas y pertrechos del ejército liberador que pasaba por estas tierras. Y luego urdieron una artimaña de doble acción, formando “ejércitos” con sus peones, para erigirse en líderes, y atribuirse títulos y grados militares.
Pero, la jugada maestra fue la creación de un nuevo estado, que sería entregado a los ricos, hacendados, militares, curas y demás fauna viciosa, parásita y nociva.
El “general” Juan Álvarez, dueño de grandes posesiones en la costa del sur, y que había “apoyado” el movimiento de independencia, acordó con el también general José Joaquín de Herrera, Presidente de México, la creación de una entidad.
El trato entre militares facilitó que se allanara el camino del nuevo patrimonio, aunque para ello tuviesen que atropellar algunas posesiones ya repartidas. Como sabemos, “de la nada, nada surge” y para “crear” el nuevo estado tuvieron que afectarse al estado de Puebla, Michoacán y Estado de México.
Al primero, le quitaron el distrito de Tlapa, a Michoacán lo despojaron de Coyuca y al Estado de México le mutilaron los territorios de  Taxco, Chilapa y Acapulco. Desde la cámara de Diputados, Don Nicolás Bravo presionó para que el acuerdo que debería firmarse para que los 3 estados “cedieran” su territorio, fuera votado por la mayoría de las legislaturas con excepción de los estados afectados, que lógicamente se negarían. Vivillos desde chiquillos.
Y como se anticipaba, la legislatura de Michoacán se negó terminantemente a ceder la región de Coyuca, rica en minería y terrenos para la agricultura y la ganadería. Y entonces entró a escena otro héroe de nuestra historia, llamado Eutimio Pinzón, quien se hizo presente con su ejército para “resguardar el orden” mantener “la seguridad” de los coyuquenses inconformes.
Además de que se conguió “la seguridad” de que ya no se opondrían a los intereses de Don Juan Álvarez, también sirvió como ejemplo para las legislaturas de Puebla y Estado de México. Y la justicia fue hecha: El 27 de Octubre 1849, se erigió el Estado número 22.
Para darle un tinte de patriotismo, se le impuso el nombre de Vicente Guerrero, caudillo de la insurgencia que tenía 18 años de fallecido. Este era un paso seguro, tomando el ejemplo de otras entidades que habían utilizado el nombre de los más destacados patriotas: el Estado de Hidalgo, de Morelos y Quintana Roo. Con la plusvalía de que Vicente Guerrero había sido Presidente.
El 15 de mayo de 1849, el Presidente José Joaquín de Herrera, expidió el decreto número 3253 para la creación del Estado de Guerrero, que remitió a la cámara de Diputados, donde fue aprobado el 20 de octubre del mismo año. Luego fue turnado a la Cámara de Senadores, donde fue firmado el 26 de octubre.
Al día siguiente, en solemne sesión la Cámara de Diputados declaró formalmente constituido el Estado de Guerrero, y designó provisionalmente como comandante general ¿A quién creé? ¡Pues claro! a Don  Juan Álvarez.
En enero de 1850 la ciudad de Iguala fue declarada capital provisional, y en esas mismas fechas fueron electos los diputados que integrarían el congreso local. El día 30 se instaló la primera legislatura, y sin el menor escrúpulo, al día siguiente el Congreso Local declaró a Don Juan Álvarez, Gobernador del Estado.
El 13 de Junio asumió provisionalmente la gubernatura el coronel Miguel García, quien se mantuvo en el cargo hasta el 15 de enero de. En el año de 1851 se promulgó la Ley Orgánica provisional, para organizar el nuevo estado, declarando a la población de Tixtla como primera capital estatal, y en ella se proclamó la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Guerrero, el 26 de Junio de 1851. Y ya todo en orden, cada quien quedó en su lugar, los ricos, los terratenientes, los políticos, y los curas arriba… los demás, abajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.