jueves, 17 de octubre de 2019

SEGUNDA PRINCIPAL DE NOTA ROJA CON FOTO Y SUMARIO

Historia de amor fundadora del
CJNG con El Mencho y La Jefa
Rodrigo Gutiérrez González.--El cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) es la organización criminal con más presencia en México, la segunda en Estados Unidos y una de las cinco más peligrosas del mundo. En poco tiempo hizo lo que otros cárteles apenas consiguen en décadas.
Sin embargo, detrás del CJNG, de toda la droga y sangre derramada, está una “historia de amor”, entre dos cúpulas criminales: Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, y Rosalinda González Valencia, “La Jefa”.
Nemesio creció en el seno de una familia de escasos recursos, pobreza que compartía con cinco hermanos. Con la pobreza vienen la falta de oportunidades, Osegu
era Cervantes no acabó ni la primaria.
Comenzó entonces a trabajar. Durante su infancia se encargaba los sembradíos de aguacate, luego, entrando a la pubertad pasó a cuidar los plantíos de marihuana.
Por su parte, Rosalinda nació dentro de una familia con un largo historial dentro del narcotráfico conocida como “Los Valencia”.
Los sembradíos de marihuana que cuidaba “El Mencho” eran de Manuel Salcido Uzeta, “El Cochiloco”, un viejo líder del extinto cártel de Guadalajara.
Inmiscuido con “El Cochiloco”, Oseguera Cervantes conoció a “Los Cuinis”, como también eran llamados “Los Valencia”, en referencia una ardilla, el cuinique, que se reproduce con velocidad y acaba con los cultivos en poco tiempo.
Nemesio mantuvo una buena relación con Abigael González Valencia, “El Cuini”, el líder de los hermanos; también con Rosalinda, de quien –al poco tiempo– terminaría enamorándose.
“El Mencho” y “La Jefa”, sin embargo, intentarían buscar el “sueño americano” a finales de los ochenta. No lo lograron. En Estados Unidos, Nemesio fue detenido en tres ocasiones por posesión de droga, deportado incluso dos veces.
Sin embargo, en California pasaron cosas importantes para los Oseguera-González. Ahí, tuvieron su primer hijo, una niña de hecho: Jessica Johana.
También, junto con “El Cuini”, habrían iniciado los pilares del que sería su negocio. En aquellos años la producción de metanfetamina se concentraba en tierras californianas.
A su regreso a México, las cosas se complicaban para Nemesio y Rosalinda, particularmente para ella.
“Los Valencia” vivieron sus peores momentos, conocidos entonces como el cártel del Milenio, fueron desterrados de Michoacán por el entonces todopoderoso cártel de “Los Zetas”. Así, Rosalina y sus 17 hermanos, buscaron refugio en Jalisco.
Por su parte, Oseguera Cervantes también se asentó en Jalisco, donde fue parte de la policía municipal de Tomatlán. En aquellos años, el cártel de Sinaloa operaba en el estado jalisciense, varias de sus familias vivían ahí, por ello y tras su antecedente con “El Cochiloco”, un cabecilla de esta organización se acercó con él: Ignacio “Nacho” Coronel.
Apodado como “El Rey del Cristal”, en referencia a la metanfetamina –droga con la que incursionó en el mercado México-Estadunidense–, también hizo alianzas con el cártel del Milenio.
“Nacho” Coronel le pidió a “El Mencho” que formara un brazo armado que se encargaban de proteger a las familias de los capos en Jalisco y enfrentarse contra la principal amenaza del cártel de Sinaloa en aquellos años: “Los Zetas”. Así nacieron “Los Matazetas”.
Todo cambió para los Oseguera-González cuando “El Rey del Cristal” fue abatido en 2010. Siendo Coronel, el nexo de “Los Cuinis” y “Los Matazetas” con los de Sinaloa desapareció. “El Mencho” se hizo de la estructura dejada por la ausencia de “Nacho”.
Así, “El Mencho”; “La Jefa”; “El Cuini”; Érick Valencia Salazar, “El 85”; y Jorge Luis Mendoza Cárdenas, “La Garra” fundaron desde la cúpula el CJNG.
Sin embargo, “El 85” fue detenido en 2012 y “El Cuini” capturado en 2015. “El Mencho” y “La Jefa” se quedaron con el control en México de la organización y “La Garra” como su principal operador en Estados Unidos. 
“El Mencho” era la mano dura dentro de la organización, el hombre de “guerra”; mientras que “La Jefa” era el cerebro financiero, una “narcoempresaria” que blanqueaba dinero a través de innumerables compañías, algunas detectadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. 
El clan Oseguera-González hizo a Jalisco su centro de operaciones, luego se extendió a Nayarit, con alianzas gubernamentales, desplazó a los Beltrán Leyva; a Colima, tras una ardua batalla contra el cártel de Sinaloa; y Michoacán, al sacar a “Los Caballeros Templarios” –quienes a su vez habían sacado a “Los Zetas”– con ayuda de “La Familia Michoacana” y grupos de autodefensa cooptados.
Estos cuatro estados se convirtieron en el corazón del CJNG, su bastión criminal: Puerto Vallarta como su centro financiero; los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas como su puerta para introducir precursores químicos, que facilitan la fabricación de metanfetamina, y la salida de mercancía a Asia; y Nayarit como el primer paso para el trasiego de drogas a Estados Unidos.
Cinco años después de la muerte de “Nacho” Coronel, la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) publicó un mapa del narcotráfico en México donde aparecía por primera vez y de forma independiente el CJNG. Ese mismo año, 2015, la propia DEA colocaba a “Los Cuinis” como la organización criminal de tráfico de drogas más rica del mundo.
En aquella ocasión, autoridades estadunidenses detectaron presencia total de la organización en cuatro entidades del país: Jalisco, Colima, Nayarit y Aguascalientes; así como ligera presencia en seis estados: Veracruz, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
Para 2018, la misma DEA asegura que la organización de los Oseguera-González opera en 22 estados del país y que introduce su mercancía ilegal de este a oeste por la frontera norte de México, desde Tijuana, Baja California, hasta Nuevo Laredo, Tamaulipas.
No todo ha ido viento en popa para el CJNG. Rubén Oseguera González, “El Menchito”, hijo de Nemesio y Rosalinda, se encuentra detenido desde 2014; cinco hermanos más de “La Jefa”, además de Abigael, están en prisión por sus vínculos con el CJNG.
Incluso, Rosalinda fue detenida en mayo del año pasado en Zapopan, Jalisco, acusada de realizar operaciones con recursos de operación ilícita. Sin embargo, seis meses después fue puesta en libertad.
Desde agosto del año pasado, el gobierno de Estados Unidos anunció una cacería contra “El Mencho” ofreciendo una recompensa de 10 millones de dólares en su contra, mientras que en México esta alcanzó los 30 millones de pesos.
El CJNG sigue dominando el “negocio” en México y Estados Unidos, imponiendo su ley a través de la violencia extrema, misma que en gran medida ha contribuido en el país viva actualmente sus peores años en materia de seguridad. (lasillarota.com).

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