viernes, 15 de noviembre de 2019

ARTÍCULO

CLXXXV aniversario del natalicio de
Ignacio Manuel Altamirano Basilio
César González Guerrero
Expreso mi sincera Felicitación al ilustre hermano Politécnico Dr. Epifanio Martínez Barrera, guerrerense Egresado del Instituto Politécnico Nacional, en ocasión del otorgamiento de la Medalla al Mérito Sanitario 2019, el próximo 20 de noviembre en la ciudad de Pachuca, Hgo.
Si bien es cierto que se ha escrito y hablado bastante acerca de la fructífera vida y amplia obra del ilustre maestro, abogado, diplomático, escritor, periodista, orador, político y militar, considerado como el Padre de la Literatura Nacional, Don Ignacio Manuel Altamirano Basilio, también es cierto que no alcanza el espacio, tampoco el tiempo, para destacar sus múltiples facetas. Es por esta razón que por ahora, solo trataré algunos aspectos que considero elementales para introducirno
s a la personalidad de Don Ignacio Manuel Altamirano Basilio, esperando haya oportunidad de continuar con este importante tema, agradeciendo su comprensión. A propósito es pertinente aclarar que su nombre oficial, según su Fe de bautizo es Ignacio Manuel Homobono Serapio Altamirano Basilio, asunto que merece un trato especial en próxima colaboración.
Posiblemente sea un desafío tratar de resumir en 2 cuartillas y media la inmensa y apasionante obra escrita por el Maestro Altamirano; es más que un reto hacer en un modesto espacio, el intento por llamar la atención de los niños y jóvenes, y de todos los guerrerenses, a leer, conocer y difundir la historia de un personaje de gran prestigio. Pero más en fin la lucha se hace.
De inicio se dice que el numero 13 marcó el desarrollo de su existencia, ya que nace un día 13, contrae matrimonio un día 13 y fallece un día 13, es por ello que la historia registra como una de sus frases célebres:  “…en 13 naci, en 13 me case y en 13 he de morir…”.
Nuestro personaje nace el 13 de noviembre de 1834, en el territorio perteneciente al entonces Estado de México (entidad fundada el 2 de marzo de 1824), en tanto que la nuestra se erigió el 27 de octubre de 1849. O sea que el Maestro Altamirano nació 15 años antes de la creación del Estado de Guerrero. No obstante ello, para nosotros sí es originario de Guerrero porque finalmente la tierra en la cual nació forma parte de nuestra naturaleza histórica. Sin duda alguna es guerrerense y la historia lo tiene registrado asi, como originario de la antigua ciudad de S. Martin Tixtla, actual ciudad de Tixtla (municipio creado en el año1850) y falleció el 13 de febrero de 1893, a la edad de 58 años y 3 meses, en la ciudad de San Remo, Italia, cumpliendo una misión diplomática en el consulado de París el 1 de mayo de 1890.
Hijo de una familia indígena que hablaban el náhuatl y el castellano, cuyo padre se llamó Francisco Altamirano y su madre Juana Gertrudis Basilio, Altamirano sufrió las penas y maltratos que todo hijo de campesinos pobres tiene que pasar, para lograr alcanzar el éxito que actualmente estamos valorando.
Desde muy pequeño, a la edad de 8 años, en la misma población de Tixtla, en enero de 1842, tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir, en una escuela particular a cargo del maestro Cayetano de la Vega, donde el mismo Altamirano lo describe en sus bosquejos escritos  en 1871 en el periódico el Federalista, los alumnos se dividían en “niños sin razón” y “con razón”. Gracias a su maestro, y considerando su gran talento, el niño Altamirano pronto pasó a formar parte de los segundos. De ahí, al ser beneficiado por un programa de becarios que en su tiempo promovió el también insigne Maestro Ignacio Ramírez, le otorgó el Instituto Científico y Literario de Toluca; es por esa razón que el 10 de mayo de 1849, ya cumplidos sus 14 años, su padre lo traslada hasta esa ciudad, para continuar sus estudios. Es ahí en donde conoce al maestro Ignacio Ramírez Altamirano mejor conocido como “El Nigromante”, quien desde ese momento se convierte en el principal Maestro de Altamirano, hasta considerarlo como su padre. Quizá por ello y como un Reconocimiento escribió la obra: El Nigromante.
Tal y como escribió Juan Alvarez en carta fechada el 12 de septiembre de 1849, Altamirano siempre recibió todo su apoyo para seguir sus estudios en el mencionado Instituto Literario, causando baja el 31 de julio de 1852. Con el propósito de superarse en sus estudios logra obtener el título de Licenciado en Derecho en el prestigiado Colegio de San Juan de Letrán de la Ciudad de México, siendo ahí cuando en su calidad de estudiante, al dictar una Conferencia, conoce a su futura esposa Margarita Pérez Gavilán, quien a través de sus relatos le apoyo en la difusión de sus obras.
Su fructífera existencia se puede resumir en el desempeño de 3 veces Diputado (la ultima como miembro de la XX Legislatura); Fiscal; Procurador; Magistrado y Presidente de la Suprema Corte de la Nación hasta enero de 1880; Oficial Mayor del Ministerio de Fomento; miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; Maestro de Derecho Administrativo, de Historia General y de México, así como de Historia de la Filosofía, siendo considerado como el fundador de la educación Normal en México. Fundador de periódicos como Los Papachos, Renacimiento, el Libre Pensador y La Republica, etc. De sus obras destacamos las novelas: Clemencia (1869); Julia 1870); la navidad en las montañas (1871); Antonia (1872); Beatriz (1874); el zarco (1886-1888); atenea (1889); etc.
Como él lo indico en vida, las cenizas del Maestro Ignacio Manuel Altamirano Basilio se trasladaron a su país México y reposan, a partir del Centenario de su natalicio en 1934, en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Dolores de la Ciudad de México.
Queda a las autoridades de los tres niveles de gobierno y al pueblo de Guerrero en general, el compromiso para que la vida y obra del Maestro Ignacio Manuel Altamirano Basilio se difunda a lo largo y ancho del Estado de Guerrero y se integre como asignatura obligatoria en los Planes y Programas de estudios denominada Historia y Geografía del Estado de Guerrero. Aquí estaremos atentos para apoyar. Esperamos.

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