martes, 19 de noviembre de 2019

ARTÍCULO

Imputaciones Dolosas
Juan López
Una familia acapulqueña fue víctima en esta ocasión de quienes sin parar mientes maltratan y asesinan para cobrar un agravio, una deuda o por simple venganza. Sórdidas son estas horas de inclemencia e inseguridad en nuestro áspero entorno, descompuesto, barril sin fondo de la perversidad.
La calle es a la vez escenario de asesinatos y arena donde con ferocidad pelean las bandas criminales por ubicar cada cual los límites de un territorio. Ni siquiera las hienas con su leyend
a de carroñaría a cuestas suelen ser tan despiadadas al momento de iniciar el ritual de su cacería.
Pero no basta con asesinar al rival, sacrificar a infantes en el más horrendo de los excesos. La información no se limita a hechos escuetos como corresponde a comunicadores cuidadosos de ser objetivos … Por otra parte, la Fiscalía de Guerrero informó: “Fueron detenidos cuatro masculinos relacionados con la desaparición de una familia el pasado 15 de octubre en Acapulco. Y por haber encontrado en sus alforjas bolsitas con supuestas hierbas de mariguana y otros opiáceos, se ha incluido en el expediente de investigación su relación con el crimen organizado”.
Hasta aquí el contexto de la secuela originada por esta tan fatal pesadilla. La alcaldesa Adela Román Ocampo se limitó a dar a conocer el dictamen oficial: “No se descarta la línea de investigación hacia el crimen organizado, según reporte de la Fiscalía, por los indicios aportados por los detenidos a quienes se les decomisaron armas y drogas”.
La aclaración es pertinente porque como en propia boca de Román Ocampo en un video visible en las redes, ella es “incapaz -abogada conocedora del Derecho-, de inculpar sin motivo a las víctimas; menos cuando se trata de una Familia merecedora de todos mis respetos”.
Por si fuera poco, en Acapulco la autoridad municipal está encarnada en una mujer: humanismo, sensibilidad, simpatía y apego, dimensión feminista y amor. Una dama no atesora arrebatos larvados, violencias remotas ni venganzas a priori. Criticarle sus yerros o equivocaciones a la autoridad es uno de los derechos más sagrados de la libertad de expresión. Pero descoyuntar la información y trasegarla ofendiendo a quien declaró otra cosa y se le endosan tergiversaciones con una ferocidad ajena a su espíritu, eso es otro asunto. Suelen llamarse imputaciones dolosas.
La familia sacrificada y sepultada en fosas clandestinas en este puerto, no sólo merece el respeto de la alcaldesa Adela Román Ocampo, sino de toda la sociedad, porque con ellos estamos también sepultando en el cementerio del miedo a nuestros hijos y hermanos. A todos nos atañe esta situación, pues podemos morir en el fuego cruzado donde se asesina a los inocentes.
PD: “El respeto al Derecho ajeno, es la paz”: Benito Juárez.

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