miércoles, 8 de enero de 2020

POLICRÓNICA

CruZumpango…Por culpa de la presidenta municipal de Eduardo Neri, por un lado, y por el otro del presidente Consejo Administrativo de la Delegación en Chilpancingo, fue como desde hace 13 días dejó de ofrecer sus servicios la base de la Cruz Roja Chilpancingo en la cabecera municipal de Zumpango.

Es lamentable que por mezquindad de dos personajes públicos, hoy en día los habitantes del municipio de Eduardo  Neri (Zumpango) no tengan por lo menos los primeros auxilios ante cualquier eventualidad violenta o accidente carretero, en domicilio, oficinas y en cualquier espacio, pues desde el 27 de diciembre del 2019, no hay servicio  en la “CruZumpango”. Trasciende que la base de la Cruz  Roja Mexicana desde hace 13 días dejó de operar en la cabecera municipal de Zumpango, municipio de Eduardo Neri, en primero lugar porque la presidenta municipal, Natividad López González del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se negó apoyar a la institución  de auxilio  y altruista. En segundo lugar la intolerancia y la insensibilidad humana de Jesús Ortega Cuevas, Presidente del Consejo Administrativo de esta Delegación de la Cruz Roja Chilpancingo, también se negó a proporcionar lo elemental para que siguiera sus operaciones esa base que hace falta mucho en esa  zona. Hasta donde se sabe, la base de la Cruz Roja Mexicana en Zumpango suspendió sus servicios desde el viernes 27 de diciembre por falta de recursos económicos, a consecuencia del incumplimiento de los donativos mensuales del gobierno municipal  de Eduardo Neri que preside la perredista, Natividad López  González desde hace 11 meses. En un recorrido relámpago, se constató que las instalaciones, ubicadas en la esquina del bulevar Sentimientos de la Nación y la calle Campeche, de la colonia San José, permanecen cerradas. Para deslindarse de ese cierre, Jesús Ortega Cuevas, presidente del Consejo Administrativo de la Delegación en Chilpancingo, con fecha 26 de diciembre del 2019, emitió un comunicado de prensa, en la que afirma que el ayuntamiento de Eduardo Neri incumplió con el convenio signado, y precisó que los donativos que recibe son los que le permiten actuar rápidamente en situaciones de crisis. Agrega el boletín, “Esta institución lamenta profundamente tener que dejar desprotegida a la población zumpangueña ante la falta de compromiso de las autoridades municipales”. Además se informa que los servicios de atención pre hospitalaria se brindarán normalmente sólo a la población de Chilpancingo y sus tramos carreteros, las 24 horas del día, todos los días del año. También el cuestionado e insensible, Jesús Ortega Cuevas, reconoce que “la Cruz Roja Mexicana subsiste y se mantiene de las donaciones que recibe de los ciudadanos, a través de la colecta anual que realiza”. Si  realmente es cierto lo que afirma este personaje, entonces porque Ortega Cuevas no recurrió a la ciudadanía de Zumpango a pedir la cooperación económica antes de cerrar, en lugar de estar esperando y estirar la mano que le diera dinero la imberbe alcaldesa perredista Natividad López González, quien desde que llegó hace más de un año, ha demostrado incapacidad, no solo para resolver esta sentida demanda y necesaria, sino  de la sociedad en general. Es una incongruencia  lo que dice en su boletín de que la Cruz Roja se mantiene de las cooperaciones del pueblo, pero en la realidad cerró la base de Zumpango, porque argumenta de que no recibió ayuda económica de la presidenta municipal, pues se espera que  también no vaya a tener el mismo fin en la delegación de Chilpancingo, que al rato aplique el mismo argumento de que las autoridades de la presidencia municipal de la capital y el gobierno estatal tampoco han entregado bonos económicos para mantener los servicios, en donde se cobran como si fuera particular y de esto está probado por los usuarios. Si fuera coherente en su decir y hacer, Jesús Ortega Cuevas, presidente del Consejo Administrativo de la Delegación en Chilpancingo, quien le cierra el paso a los ciudadanos  para que entren a las instalaciones  de la benemérita institución en la capital del estado de Guerrero. Desde hace tiempo, La Crónica, Vespertino de Chilpancingo ha estado cuestionando y denunciando de que los dos accesos que tiene la Cruz Roja Chilpancingo, se mantienen cerrados con cadenas y candados, inclusive hasta peligran los usuarios al pretender cruzarlos. Ha llegado al extremo que el mismo Ortega Cuevas ha ordenado a poner en las cadenas cartulinas con letreros de que las personas tengan precaución al librar esos obstáculos. Sin duda es un hombre que no tiene la menor idea de lo que dice y lo que está haciendo, todo permitido por su “patrona” propietaria y Directora General de Banquetes Susana Palazuelos, empresa de Acapulco fundada en 1977, quien hace labores filantrópicas, fungiendo como delegada en Guerrero de la Cruz Roja Mexicana, quien debiera poner atención a su protegido, Jesús Ortega Cuevas quien está incumpliendo con la expectativas. Ahora ordenó cerrar la base en Zumpango de la benemérita institución, al rato podría ser la de Chilpancingo o de algún otro lugar de su jurisdicción, y echarle la culpa a las autoridades municipales y estatales por no entregar  sus aportaciones económicas, cuando en realidad la Cruz  Roja  Mexicana  es  una  institución  humanitaria  de  asistencia,  que  forma  parte  del  Movimiento  Internacional  de  la  Cruz  Roja  y  de  la  Media  Luna  Roja,  dedicada  a  prevenir  y  aliviar  el  sufrimiento  humano  para  mejorar  las  condiciones  de  vida  de  las  personas y comunidades, fomentando una cultura de autoprotección a través de la acción voluntaria. Pero en Chilpancingo,  observamos que Ortega Cuevas lo ocupa como su negocio particular, y convierte en las instalaciones infranqueables tapando las entradas y salidas con cadenas y candados, cuando anteriormente había amplio acceso para que los necesitados se atendieran sin tantos problemas, como desde que llegó al cargo de administrador este impugnado servidor público, actúan con prepotencia y despotismo con los ciudadanos. También los servicios a la comunidad, están elevados, como si se tratara de una clínica de un particular, últimamente con esta administración, se han elevado los costos y compitiendo con los privados. Seguramente el improvisado Ortega Cuevas, no sabe mucho de que la Cruz Roja Mexicana en todo México diariamente lleva: 4 mil servicios de ambulancia en caso de emergencia, 15 mil servicios médicos, 36 servicios comunitarios y entregan más de 60 kilos de ayuda, todo es donativo  que permite ayudar donde más se necesita. Pero este encargado de la institución en la capital del estado de Guerrero, hace todo lo contrario, por lo que ya debiera ser relevado del cargo y poner a otra persona que tenga sentido común de lo que significa administrar la Cruz Roja Mexicana, entendiendo que la fuerza de esta institución es el voluntariado que es una persona que dedica parte de su tiempo y esfuerzo a realizar las labores y actividades para la Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, de manera comprometida, libre y desinteresada, de forma ocasional o con regularidad. Movido por su interés y deseo de brindar ayuda humanitaria y procurar a quienes más lo necesitan. Cuenta también con damas voluntarias que es un grupo de mujeres humanitarias, generosas, que tienen por interés promover a la institución, colaborar en los programas y servir a su comunidad. Constituyen una de las opciones de participación voluntaria para practicar la solidaridad y ayudar a quienes lo necesitan. También se cuenta en la Cruz Roja de la Juventud es el Área educativa formativa y de servicios asistenciales de la Cruz Roja Mexicana, se encarga de promover la dignidad de las personas, la protección de la salud y de la vida, la cooperación solidaria y fomentar el espíritu de paz y comprensión a través del poder de humanidad y de la fuerza de la juventud. Por supuesto también están incluidos los veteranos, son asociados que han comprobado haber rebasado 12 años de servicio continuo o acumulado en diferentes etapas en las diferentes áreas de Cruz Roja Mexicana y que han optado por ingresar a esta área, para participar en la labor social, apoyar en casos de desastre y servicios especiales. Pero lamentablemente Jesús Ortega Cuevas no entiende nada de ello, por el contrario, se hace el occiso a los cuestionamientos, se encierra en su cuchitril, y cobra los servicios como si fuera una clínica particular. Se espera que pronto se tenga noticias de una renovación a la mesa directiva de la Cruz Roja Chilpancingo, porque hay muchas quejas en contra de este señor que mal interpreta el espíritu nacional e internacional de la Cruz Roja, quien quiere depender para ofrecer servicios con dinero del erario público, cuando debiera ser su fuerte con aportaciones de la sociedad, pero para ello necesita Ortega Cuevas promover diversas campañas y actividades para hacerse llegar de recursos económicos para continuar con su misión con la que se fundó  en 1863, Ginebra, Suiza, es decir hace 157 años y ahora que está en manos de neófitos, si peligra la institución en todos los sentidos. Nunca antes habíamos leído o escuchado acciones negativas de los directivos de la Cruz Roja en Chilpancingo, como está sucediendo actualmente, ya que todos los que han pasado por ahí, han forjado su presencia haciendo labores calladas para obtener financiamientos y cooperaciones de los ciudadanos. Además  la delegación de la Cruz Roja en Chilpancingo, siempre había estado abierta a todo el público, con cobros accesibles de todos sus servicios, pero ahora no so inalcanzables y peor hasta el cierre de una primera base como sucedió en la vecina cabecera municipal de Zumpango, distante a unos 15 kilómetros de la capital del estado de Guerrero.

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