lunes, 10 de febrero de 2020

ARTÍCULO

Invertir para destruir, la locura*
Esteban Valdeolivar S.
Invitado por la Plataforma de Profesionistas de Guerrero, asistió a sesión el socio fundador Francisco Torres Valdez, titular del Órgano de Control Interno del gobierno municipal, quien explicó ampliamente las funciones y obligaciones de la dependencia a su cargo.
El formato de exposición, preguntas y respuesta, agilizó el diálogo para exponer casos concre
tos de presuntos actos de corrupción ante el “Contralor Interno”.
La recaudación de impuestos tasas y gravámenes, también llamada recaudación fiscal sirve como método de financiación de los gobiernos de los países. La definición exacta de recaudación fiscal es aquella que realiza un organismo, normalmente el gobierno federal, estado o municipio, con objetivo de obtener capital para poder después invertirlo en obras, programas y gasto corriente.
La fiscalización es el conjunto de acciones que tienen por fin comprobar el efectivo apego de la actividad económico-financiera de los organismos encargados de ejercer recursos públicos a los principios de legalidad, eficacia, eficiencia y economía.
Centrados los temas de la exposición del titular del Órgano de Control Interno del Municipio de Acapulco, expresé mi preocupación por la afirmación a medios de comunicación del Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Armando Javier Salinas, de que, “en marzo será demolida la glorieta de la avenida Universidad, construida con un presupuesto de cinco millones de pesos”, y otras obras detectadas con observaciones de la Auditoría Federal (sic) y del Estado, como son, el edificio con un avance del 60 por ciento de construcción de nuevas oficinas del ayuntamiento; la ciclopista construida en la Avenida Costera, los módulos abajo del puente Bicentenario y el Cristo en el Cerro del Encinal, entre otras obras por destruirse.
En lo personal, he reiterado que Guerrero es un estado que depende casi en su totalidad de los recursos presupuestales del gobierno federal y Acapulco no es autosuficiente en la generación de recursos propios para realizar obras y otorgar servicios públicos óptimos a los contribuyentes, arrastrando un caudal de deudas y abultada burocracia que tiene al municipio quebrado, a tal grado que a partir de dos administraciones anteriores se está solicitando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “el rescate financiero de Acapulco”.
En este sentido, es una “locura” del secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano de Acapulco, pretender “demoler” obras terminadas o avanzadas y tirar el dinero de los contribuyentes a la basura.
No, señor secretario Armando Javier Salinas, el dinero bien habido y devengado por todos los que contribuimos a la hacienda pública es importante y no se dilapida o despilfarra, en todo caso, como lo expusimos ante el “Contralor Interno”, se deben agotar los tiempos a las observaciones y pliegos realizados a las obras hasta emitir los dictámenes correspondientes y de haber responsabilidad, se deberá aplicar la Ley al o los funcionarios responsables del desvío o malversación de recursos públicos, dar vista a la Fiscalía Genera del Estado y resarcir el daño, en su caso; pero no “demoler” obras y tirar el dinero público a la basura, eso es una “locura” de invertir para destruir en  un municipio en quiebra como Acapulco, que  ¡no puede ni debe darse ese lujo” en tiempos de austeridad republicana de la 4T.
Para finalizar, el señor “Contralor” y miembro fundador de Plataforma de Profesionistas de Guerrero, afirmó que “en pocos días será concluida la auditoría en la construcción del nuevo edificio del ayuntamiento”, que requiere se termine,
de lo contrario sería un mal gasto”...
Estaremos muy atentos al seguimiento de las actuaciones del Órgano de Control Interno, por el interés que representa para los contribuyentes.
Cómo siempre, usted tiene la mejor opinión.

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