jueves, 19 de marzo de 2020

ARTÍCULO CON FOTO

El respeto al
derecho ajeno
Apolinar Castrejón Marino
¿Y por qué decimos, “El respeto al derecho ajeno, es la paz”? Este es el apotegma de Don Benito Juárez, que se encuentra grabado con letras de oro en el Congreso de la Unión en la Ciudad de México.
La frase completa dice que “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”, y la escribió Juárez el 15 de julio de 1867, en su manifiesto en que anunciaban el derrocamiento del Segundo Imperio Mexicano, que encabezó el emperador Maximiliano de Habsburgo.
Esta breve frase, de un discurso que hablaba de guerra, y que parecía una amenaza porque
era pronunciada por el líder victorioso del liberalismo sobre el imperialismo, del militar más grandioso de Europa, Napoleón III, revistió a Juárez con una gruesa capa de bronce que lo hizo impenetrable, admirable, temido y respetado, infalible, omnipresente y perfecto.
Era una clara advertencia para los derrotados y para el resto de países poderosos. Era un reclamo del reconocimiento de un principio universal de convivencia entre las naciones. Y se convirtió en el centro de la historia oficial, del discurso demagógico, y de la retórica patriotera, tan característica de la clase política mexicana.
Pero la frase se basaba en la hazaña real del triunfo sobre la Invasión Francesa y el Imperio de Maximiliano, y por eso Juárez alcanzó una dimensión internacional que ni él mismo se había imaginado, y que ningún otro mexicano ha logrado.
Además, la “historia patria” se encargó de minimizar algunos hechos que pudieran ensombrecer su personalidad heroica. Nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, y se trasladó a la Ciudad de Oaxaca, donde recibió la protección del encuadernador Antonio Salanueva, y empezó a trabajar en su taller.
En 1821 ingresó al Seminario de Santa Cruz, donde estudió latín, teología, moral y filosofía. En 1827 ingresó al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, donde fue encargado de la cátedra de física y se convirtió en el primero en graduarse como abogado de esa institución.
En 1831 comenzó a colaborar en un bufete y ese mismo año fue electo como regidor del Ayuntamiento de Oaxaca. Dos años más tarde, en 1833, fue elegido como diputado local. En 1858 Benito Juárez se convirtió en presidente de la república por primera vez, gracias a un auto golpe de estado.
En realidad Juárez no era antirreligioso, sino anticlerical, pues se casó por la iglesia con Margarita Maza. Tampoco  era defensor de los indios, y nunca quiso tratarlos de manera especial, sino integrarlos a la sociedad mexicana.
Juárez no fue buen político, ni buen estratega, ni buen administrador, y tenía el corazón muy duro, pues prefirió separarse de su familia que abandonar sus aspiraciones políticas. Margarita se refugió en Estados Unidos con sus hijos, donde vivió en la pobreza y murieron sus 2 hijos varones.
Después de derrotar a Maximiliano, muchas gentes le rogaban que le perdonara la vida, pero el solo tenía ganas de “liquidarlo”. Juárez no conoció  a Maximiliano, y la primera vez que lo vio cuando estaba muerto, dijo con profundo desprecio: “Pues este hombre no era muy grande”. LO cual era una ironía, pues el solo medía 1. 37 m.
Benito Juárez gobernó 14 años ininterrumpidos de 1858 a 1872. Defendió el principio de “igualdad ante la ley” y fundó del estado laico, separando el estado y a la iglesia, pero tuvo graves errores como la firma del tratado McLane Ocampo, que concedía libre tránsito de tropas, abastos y pertrechos de guerra de los Estados Unidos por el Istmo de Tehuantepec y entre el Puerto de Guaymas y Nogales, Sonora.
Además cedía a perpetuidad el derecho de paso entre las ciudades de Camargo o Matamoros, por la vía de Monterrey, hasta el Puerto de Mazatlán; y que a manera de compensación el gobierno mexicano recibiría cuatro millones de pesos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.