martes, 19 de enero de 2016

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

-.El gobierno municipal aprieta tuercas. -.Grandes problemas para una ciudad pequeña. -.Multa a los que tiren basura. -.Esta cultura social viene desde la familia.
En Chilpancingo, al parecer, el gobierno municipal pretende “apretar tuercas” a la ciudadanía, en lo relativo al mantenimiento de nuestra pequeña urbe que, pese a no estar diseñada para ser una enorme ciudad, padecemos de esos grandes problemas de las metrópolis, como si de verdad
viviéramos en la élite universal, con un ensanchamiento poblacional que, desde hace décadas, se ha dado a tontas y a locas; lógicamente, también desde hace un tiempo, desde hace varios trienios municipales, los problemas se han acrecentado, dado el crecimiento de la mancha urbana y a la vista saltan el del transporte, el de la distribución del agua que, más que potable, se reparte por los tubos galvanizados, todos obsoletos, y, sin lugar a dudas, muy aparte de la inseguridad y del alumbrado público, el de la basura; éste último es el que se ha colocado en el ojo del huracán, pues nos enteramos que el Gobierno Municipal de Marco Antonio Leyva Mena ha decidido multar, con dos mil pesotes, a todo aquel que sea sorprendido dejando sus bolsas de basura en la calle; la medida, aunque un tanto drástica, bien pudiera resultar razonable, ya que hay mucha gente que de manera cínica y sinvergüenza, sin miramiento alguno, sale de su casa para dejar sus bolsas de basura en cualquier lugar, incluso, formándose cerros de bolsas negras, las cuales son destrozadas por los perros callejeros, diseminando su contenido en la calle; hay gente que le echa la culpa al gobierno, acusando a la Dirección de Servicios Municipales de ser ineptos ante el problema, presuntamente por la falta de camiones recolectores; sin embargo, la solución de raíz del problema lo tiene la población, pues debemos de recordar que la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia, por lo que consideramos que, si ya el gobierno leyvamenista tomó esa determinación, debe de seguir adelante, pero antes de ello, realizar toda una campaña de difusión para que la gente esté enterada de los riesgos que conlleva el tirar la basura en cualquier lugar que no sea el sitio específico para ello; claro está, esta cultura social viene desde la familia; es en la casa donde el niño, la niña y todos los demás, aprenden a colocar la basura en su lugar; lo demás es pan comido, pues la gente se acostumbra a no dejar sus desechos en cualquier parte; la idea de tomar al toro por los cuernos no es tan mala, pero tendrá sus consabidas consecuencias, algunas muy desagradables, pero otras satisfactorias; lo único que recomendamos es que, si van en esa tónica, que la cosa sea pareja y no por ser algunos influyentes no se les pueda tocar ni con el pétalo de una rosa; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com

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